La Niña
Desgarradoras secuelas que dejó La Niña: se secaron 34.000 lagunas en Corrientes
En los humedales, esteros y bañados, la superficie cubierta por agua se retrajo tanto que dejó al descubierto material combustible para los incendios. Se espera para los próximos meses un aumento de las lluvias.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) estima que solo 5.000 lagunas de la provincia de Corrientes conservan agua, como consecuencia del fenómeno La Niña con bajas precipitaciones. El drama de la sequía se evidenció con los vecinos que salieron al rescate de los animales que viven en esos ambientes y porque algunas localidades debieron suspender su temporada veraniega en los balnearios.
Normalmente, entre 38 y 40 % de la superficie de la provincia está cubierta con agua. “Pero en febrero vimos a través de imágenes satelitales que la superficie cubierta con agua apenas alcanza el 5 %”, advirtió en AM 530 el doctor en Ciencias Agrarias, Ditmar Bernardo Kurtz, coordinador de investigación y desarrollo tecnológico de la Estación Experimental Agropecuaria Corrientes del Inta.
“Muchas lagunas están secas: solo 5000 de las 39.000 lagunas tienen agua. En los humedales, esteros, bañados, la superficie cubierta de agua se retrajo tanto que es lo que actualmente se prende fuego. Y resulta muy difícil controlarlo porque no hay infraestructura ni caminos para llegar a esas zonas”, acotó.
De acuerdo con el último informe del Inta, en lo que va del 2023 se han quemado 100.566 hectáreas de la cobertura provincial: un 1,13 %. Entre lo negativo se destaca que es el 10 % de lo incendiado el año pasado, aunque también es cierto que lo del 2022 fue un extremo catastrófico.
“La situación es bien diferente a la que vimos el año pasado, que fue realmente catastrófica. En aquel momento se quemaron alrededor de un millón de hectáreas. Poco menos de la mitad correspondió a pastizales y 30.000 hectáreas a bosques nativos y cultivados. Venimos atravesando el tercer año consecutivo de evento de La Niña con escasa precipitación en Corrientes. En el noroeste y el norte, por ejemplo, en tres años de La Niña perdimos un año de precipitaciones, y en el centro-sur llovió la mitad de lo normal. Eso generó que los humedales se retrajeran, y por eso se están prendiendo fuego actualmente. Resulta que, al no tener agua como barrera a la propagación del fuego, se están quemando”, detalló el investigador.
De todos modos, los pronósticos meteorológicos prevén que en los próximos meses la región dejará atrás este período de sequía. Se espera para este año una transición hacia El Niño y un progresivo aumento de las precipitaciones, sobre todo en el 2024.