Santiago del Estero
Joven atacó brutalmente a su novia en un motel tras un mensaje por Whatsapp
El acusado es un guardiacárcel santiagueño que habría atacado a trompadas a su pareja, la arrastró de los cabellos, la abandonó en la habitación, luego la volvió a agredir, la trasladó a su casa en moto, la bajó e intentó atropellarla.
En los primeros minutos del nuevo año, un guardiacárcel habría protagonizado un escándalo dentro y fuera de un hotel alojamiento de Santiago del Estero, donde habría atacado a trompadas a su pareja, la arrastró de los cabellos, la abandonó en la habitación, después la volvió a golpear, la trasladó a su casa en motocicleta, la bajó e intentó atropellarla.
El diario El Liberal publica que, según la denuncia policial de la víctima de 28 años de edad, después de la cena pasó a buscarla, por su casa, su novio, Ángel Montes de Oca, de 27 años, subayudante del Servicio Penitenciario de Santiago del Estero
En menos de 15 minutos, habrían recalado en un motel. Pero en un determinado momento, el celular de la joven notificó un mensaje por Whatsapp. Era su hermana, preocupada porque habría dejado la mesa sin informar su destino.
Sin embargo, el guardiacárcel estalló de ira. "Sos una p. . . ", bramó. "Dame el celular y sacá ya la contraseña", ordenó. Después de buscar y nada encontrar, Montes de Oca habría sujetado del cuello a la joven, levantándola en el aire. "Sos una p", volvió a insultarla. Lejos de calmarse, la habría tomado del cabello, mientras la mujer procuraba vestirse.
Como no había palabras que lo sosegaran, la denunciante se encerró en el baño y se vistió. Abrió la puerta y el hombre, pasó a las cachetadas, sin que la jovencita articulara palabra alguna y el teléfono (del motel) no cesara en llamar, dado los gritos conjuntos.
En medio de la golpiza, ella se defendió y le dejó el pecho arañado, lo cual forzó al guardia a vestirse y abandonarla. Sin embargo, cuando ella salió del albergue transitorio, la esperaba el sujeto, apoyado en su moto.
Otra vez la sujetó de los cabellos y ordenó sentarse "calladita y sin decir nada". La condujo a elevada velocidad hasta la casa. Allí, la lanzó al pavimento.
Circuló unos 10 metros, giró en "U", aceleró y avanzó con el propósito de atropellarla, pero la mujer se lanzó hacia la vereda. Literalmente, llena de moretones corrió hacia su casa. Confió a su familia su odisea y después formalizó la denuncia.