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Prevén perdidas millonarias en soja y maíz en Entre Ríos producto de la sequía
A raíz de los graves inconvenientes que tuvo Entre Ríos con la producción de soja y maíz, se estima que podría tener consecuencias de hasta 600 millones de dólares, según el informe de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
La sequía que afecta a Entre Ríos, calificada como la peor de los últimos 60 años, las altas temperaturas y las lluvias muy por debajo de los registros normales históricos, provocaron efectos negativos en la producción agropecuaria de esa provincia, donde se prevén pérdidas de US$ 600 millones entre la soja y el maíz, advirtió la Bolsa de Cereales entrerriana.
El 2022, según la Bolsa, fue el año "más seco de los últimos sesenta" períodos, y el trienio 2020/21/22, se destaca como el más seco "jamás observado".
Los registros pluviales en Entre Ríos se posicionan entre los diez más bajos de los últimos 60 años, con lluvias hasta seis veces menores a lo normal.
Ese escenario, y las temperaturas por encima de los valores normales, provocó una casi nulidad de reservas hídricas y un marcado avance de la sequía en el suelo entrerriano, con retraso de siembras, resiembras, y fuertes consecuencias sobre los cultivos.
"Día a día la soja experimenta pérdidas en el rendimiento potencial", remarcaron los productores entrerrianos al organismo.
El estado fenológico de la gran mayoría de la oleaginosa está en etapas reproductivas, donde se evidencia un constante aborto de flores y chauchas, ya que la soja no logra avanzar en el desarrollo y permanece entre inicio y fin de formación de vainas (R3 a R4).
De las 843.000 hectáreas sembradas entre primera y segunda, sólo el 3% presenta muy buen estado fenológico; un 13% permanece en buena condición; el 60% está entre regular y mal estado; y un 24% se perdió por las condiciones climáticas.
Al analizar las imágenes satelitales a través del Índice de vegetación de diferencia normalizada (NDVI, por sus siglas en inglés) que señala el verdor, densidad y salud de la vegetación, la Bolsa proyecta un rendimiento promedio de la soja de 250 kilos por hectárea.
En los ciclos agrícolas 2008/09 y 2017/18, los de menor rendimiento de la soja que se tiene registro, el valor promedio de NDVI se ubicó cercano a 0,55 (con vegetación sana y densa debería estar por encima de 0,5), pero el promedio de enero y febrero 2022/23 es de 0,46.
Por eso, la entidad bursátil consideró a la vegetación de la provincia "muy estresada y cercana a la senescencia".
Considerando un rendimiento de indiferencia para la soja de 1.838 kilogramos por hectárea, Entre Ríos prevé una pérdida por hectárea sembrada de 1.588 kilos, lo que estima una pérdida de US$ 430 millones en toda la provincia.
Por otra parte, la Bolsa detalló que ya se cosechó el 79% de las 378.900 hectáreas implantadas con maíz de primera, con un rendimiento promedio de 2.000 kilos por hectárea, un 38% (1.217 kilos por hectárea) menos que el ciclo pasado y 64% menor (3.591) que el promedio de los últimos cinco ciclos.
Unas 50.000 hectáreas (13% del total) no fueron cosechadas para grano comercial debido a que se destinaron al consumo animal o se dieron por perdidas, lo que proyecta una producción cercana a las 657.800 toneladas, 54% menor (780.995 toneladas) al año pasado.
Finalmente, se estimó un rendimiento de indiferencia de 3.940 kilos por hectárea, por lo que se proyecta una pérdida equivalente a US$ 170 millones.