Derechos Humanos:
Derechos Humanos: Un detenido durante la última dictadura militar dio una charla en Gualeguay
Este jueves por la noche, en la sede de La Cámpora local, el militante político y detenido en centros clandestinos durante la última dictadura militar argentina, Oscar Arquez, brindó una charla sobre su experiencia. El Debate Pregón dialogó con él al respecto.
Actualmente, Arquez es militante por los Derechos Humanos, forma parte de la Asociación Detenidos Desaparecidos Zona Oeste (Seré), como así también del Departamento de Derechos Humanos del Club Deportivo Morón y de la Coordinadora de Derechos Humanos del Futbol Argentino.
En primer lugar, indicó: “Vengo a contar mi historia, yo empecé a militar en el `72 aproximadamente siendo muy chico y seguí militando toda la vida, nunca dejé de hacerlo. Estuve secuestrado y cuando fui liberado el 17 de noviembre del `76 a los cuatro días me presenté a la Liga Argentina por los Derechos del Hombre a dar mi testimonio, por eso muchos dicen que pudo ser el primer testimonio de un sobreviviente de un centro clandestino que hay en el país”.
“De chico, en el `71, sentía la necesidad de hacer algo, más como venía toda la coyuntura mundial con los procesos revolucionarios y así me sumo al peronismo. En el `73 aproximadamente hago mi primera experiencia como militante que fue en la derecha del peronismo, en una unidad básica de comando de organización, al poco tiempo no me sentí identificado y me fui. Luego empecé a tener contacto con una compañera que era de Juventud Peronista, de la tendencia, y alrededor de mediados del `73, con un par de compañeros quisimos formar la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) en el colegio donde yo estudiaba. Así que nos juntamos con estos dos compañeros, uno de ellos todavía está y el otro está desaparecido y formamos la UES dentro del colegio. Al poco tiempo ya éramos un grupo grande y de ahí seguimos militando”, continuó.
Y mencionó: “Ya en el `75 yo estaba como responsable de la UES de Morón y a fines de ese año como responsable de la UES de toda zona Oeste de Buenos Aires hasta que llega el `76. A fines del `75 tuve que pasar a la clandestinidad y empiezo a militar ya en Montoneros, y soy trasladado a la columna norte. Ahí estuve hasta después del golpe y cuando llega el 16 de septiembre del `76 mi casa es allanada”.
“Yo me había ido de zona norte porque había habido un operativo muy grande y ahí pierdo contacto con la conducción y como yo en el norte no conocía a la gente, no tenía prácticamente nada, vuelvo a oeste. En un primer momento estuve en la casa de un compañero de colegio que sabía muy bien quién era yo, el peligro que corrían teniéndome en la casa, eran un matrimonio con dos hijos, y estuve ahí un tiempo guardado hasta que cae un muchacho en Castelar que estaba prácticamente en la misma situación que yo y cae un miembro de la familia, ahí sentí miedo por esta familia y me fui”, narró.
Y siguió: “Anduve sin tener un lugar donde parar casi dos meses durmiendo en los colectivos, en un descampado, el 15 de septiembre me sentí agotado y volví a mi casa. La noche del 16 de septiembre del `76 yo estaba en mi casa y estaba mi hermano, que militaba en el PRT con un compañero de él. Alrededor de la 1:00 de la mañana entran los militares de la Fuerza Aérea a mi dormitorio, yo estaba durmiendo en una cama y mi hermano en la otra, me sacan de la cama, los techos de la casa de al lado estaban llenos de militares y arriba un helicóptero y otro volando alrededor, fue un operativo muy grande”, comentó.
Y añadió: “También se lo llevaron a mi hermano, nos llevaron a los dos (...) a la 7ma Brigada Aérea de Morón. Ahí me hacen los primeros interrogatorios, de allí me llevan a otros lugares de la 7ma Brigada y, me hicieron varios amagues de fusilamiento. Después me llevan al centro clandestino de la Fuerza Aérea, Mansión Seré o Atilas. Luego a la Comisaria Tercera de Castelar, me dejan tirado en un calabozo, ahí empiezo a sentir gritos e identifico la voz de mi hermano y de otros compañeros. Ya llevaba más de diez días y todavía no había comido ni tomado agua”.
“Después nos llevaron para una sesión de tortura a otro lugar que no tengo identificado y luego nos llevan. Estuve en el Vesubio, en Casa Dos, como 20 días, luego nos trasladan a Casa Tres Vesubio, que es un centro clandestino que queda en Matanza donde estuve hasta fines de octubre. Posteriormente me llevan a otro lugar que no tengo identificado y luego me llevan a Súper Intendencia de Seguridad Federal, ya en Capital y me dijeron que me iban a blanquear”, expresó.
E indicó: “Una madrugada me sacaron muy violentamente y me llevan nuevamente al Vesubio. Estuve unos días, y una noche me llevaron a Capital en auto, me sacan del baúl, me desatan las manos y me dicen que empiece a caminar y no me diera vuelta o me mataban y yo empecé a caminar. Me tiraron en el bajo Flores, en Capital Federal”.
“Fui a mi casa, mi hermano seguía desaparecido, eso fue el 17 de noviembre del ´76 y el 21 de noviembre mi mamá iba a la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, que era el único organismo de derechos humanos que existía en ese momento, yo la acompañé y di mi testimonio pensando que podía servir para compañeros desaparecidos o para que no desaparezcan más. Luego empecé a militar más en derechos humanos buscando Verdad, Memoria y Justicia y declaré varios juicios”, expresó.