Cáncer
Cáncer: la Anmat aprobó una terapia para 17 tipos de tumores sólidos
En la Argentina, según datos oficiales, se detectan más de 130 mil personas nuevos tumores.
Según el Observatorio Global del Cáncer (Globocan), de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), que se basó en los datos producidos por registros de cáncer de base poblacional de nuestro país, en la Argentina ocurrieron 130.878 casos nuevos de cáncer en ambos sexos en el año 2020, última cifra oficial. Es decir, cada cuatro minutos se diagnosticó con cáncer a una persona en el país. La tasa de incidencia ajustada por edad fue de 212,4 casos por 100.000 habitantes, convirtiendo a la Argentina en un país con incidencia de cáncer media-alta. Los más recurrentes fueron: mama, colon y recto, pulmón.
La mayoría de los tumores poco frecuentes están ubicados en órganos diferentes y generan síntomas variados en los pacientes, quienes ven afectada su vida de manera distinta. Sin embargo, a muchos los une que tienen la misma alteración genética del tumor, la que favorece su desarrollo y crecimiento, sin importar en qué órgano esté presente.
En este contexto, aparecen las llamadas terapias agnósticas, que son tratamientos farmacológicos utilizados para tratar cualquier tipo de cáncer, independientemente del lugar del cuerpo donde se inició. Desde hoy, tras la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) el país cuenta con “Entrectinib”, una nueva terapia ‘agnóstica de tumor’, que fue autorizada para cualquier tipo de tumor sólido que presenten alteraciones genéticas específicas (que técnicamente se denominan ‘fusiones’) en los genes NTRK1, 2 y 3. Las alteraciones genéticas como estas se determinan mediante estudios moleculares que se realizan en el país.
“Más allá de los resultados esperanzadores que demostró esta nueva medicación, lo innovador y más original es que no está aprobada para uno, dos o cinco tipos de cáncer. Se indica para inhibir las alteraciones de los genes NTRK que favorecen el crecimiento de algunos tumores, independientemente de si estos se alojan en el cerebro, en la mama, en el colon o donde sea. Entonces, todo paciente que se realice un testeo molecular y presente alguna fusión de los genes NTRK podría beneficiarse con esta terapia”, sostuvo el Claudio Martín, médico oncólogo, Jefe de Oncología Torácica del Instituto Alexander Fleming.
La fusión de alguno de los tres genes NTRK está presente en hasta el 90% de los tumores poco frecuentes. Puede darse en sarcomas, glioblastoma, cáncer de páncreas, pulmón, mama, melanoma, cabeza y cuello, incluyendo tiroides, y colorrectal, entre otros, informó a través de un comunicado la empresa Roche, que trabo el tratamiento al país.
El especialista explicó que “si bien en el mundo estamos yendo al oncólogo por subespecialidades según el órgano afectado, los nuevos tratamientos ‘agnósticos’ dan vuelta ese paradigma porque hacen que se evalúen o dirijan las terapias por la alteración molecular del tumor, la que puede aparecer en distintos órganos, glándulas y tejidos”.
La llegada de estas innovadoras opciones de tratamiento agnóstico representa un cambio fundamental en la forma en que se piensa el cáncer: desde el diagnóstico, el diseño de estudios clínicos y la priorización de medicamentos. Hace pocos meses, en octubre pasado, se presentó una terapia similar, pero de Bayer, cuyo medicamento se llama Larotrectinib.
“Si bien el porcentaje de positividad de la fusión de los genes NTRK en algunos de los tumores más frecuentes es baja, las terapias agnósticas de tumor tienen un potencial absolutamente transformador. La ciencia está avanzando para contribuir a dar respuesta en el abordaje de casos complejos de cáncer. Es una nueva mirada de la oncología, producto de una mayor comprensión sobre cómo los tumores se desarrollan y crecen”, sumó Martín.
Un segundo mecanismo sobre el que Entrectinib también es eficaz, es en el que se altera otro gen, el ROS1, presente entre 1 o 2% de los casos de cáncer de pulmón de células no pequeñas metastásicos, y la Anmat también aprobó su uso en esos casos.
“El cáncer de pulmón es uno de los más frecuentes en nuestro país, aunque ya entendimos que requiere un abordaje muy diferente según cuál sea el gen que está alterado. En todos los casos, continúa siendo un desafío por la existencia de necesidades insatisfechas. En ese contexto, nuevos mecanismos de acción como el de esta medicación ayudan a brindar más y mejores respuestas”, explicó Martín.
Dentro de lo que se conoce como medicina personalizada o de precisión, identificar la alteración genética que el tumor presenta permite determinar el tratamiento más conveniente.
“Tras decodificar el genoma de cada tumor, sabemos que, si indicamos la medicación dirigida para inhibir ese mecanismo tumoral, obtendremos mejores resultados que utilizando las medicaciones tradicionales, con mucha menos toxicidad que la quimioterapia, por ejemplo, y evitando dilapidar recursos en tratamientos que serán menos efectivos o que le harán perder al paciente tiempo valioso e irrecuperable”, sumó el oncólogo, publicó La Nación.
Según Martín: “El testeo molecular hoy debería ser un estudio de rutina inmediatamente después del diagnóstico, porque es la llave para indicar el tratamiento más indicado. Es algo que puede realizarse en el país y es más accesible que antes, pero no todos los pacientes están en las mismas condiciones de acceder en tiempo y forma”.