por Diego Larrosa De Zan / Divulgador Científico (col.IASC/NASA)
¿Encontraron vida en otro mundo?
¿Cómo reaccionaríamos al enterarnos que por fin se ha descubierto vida en otro mundo más allá del nuestro? En los últimos días se ha hablado mucho del exoplaneta K2-18b, que más abajo se describe detalladamente. Lo cierto, y para no darle tantas vueltas, no se encontró vida en este mundo, sino más bien compuestos que indicarían la posible existencia de microorganismos, pero no está confirmado y falta mucho por investigar.
EL gran Telescopio Espacial James Webb (JWST) observó hace aproximadamente dos años, indicios de la presencia de dimetilsulfuro (DMS) en la atmósfera del exoplaneta K2-18b, un mundo situado a 124 años luz con un tamaño 2,63 veces el de la Tierra. Claro que esto llamó rápidamente la atención porque el DMS es un biomarcador, es decir, una sustancia asociada con la vida (en la Tierra, el DMS es fruto de la acción del fitoplancton oceánico). Otros biomarcadores como el oxígeno o el ozono, que también pueden ser creados por procesos no biológicos, se desconocen reacciones abióticas capaces de generar grandes cantidades de DMS.
K2-18b se encuentra en la parte interior de la zona habitable de su estrella, una enana roja de tipo espectral M2,5. Asimismo, también es candidato a ser un mundo hiceánico, así se les llama a los exoplanetas rodeados de una densa atmósfera de hidrógeno y cubiertos con océanos globales de agua.
El anuncio de esta detección se realizó en 2023 y se basaba en las observaciones de sólo dos tránsitos de K2-18b por delante de su estrella mediante el JWST, uno usando el instrumento NIRSpec y el otro el instrumento NIRISS, en el rango de 1 a 5 micras (infrarrojo cercano). Como resultado, la confianza estadística de la detección era inferior a 2 sigmas, lejos de los 3 sigmas que se consideran aceptables en astronomía para hablar de descubrimiento propiamente dicho. El equipo de investigadores, liderado por Nikku Madhusudhan (Universidad de Cambridge), no se rinde y ha seguido trabajando sin descanso: en un nuevo paper recién publicado insisten en la presencia de DMS en K2-18b.
La observación de la atmósfera de K2-18b tuvo lugar en un único tránsito de 2,68 horas
de duración entre el 25 y el 26 de abril de 2024. En esta ocasión el equipo de Madhusudhan afirma que la confianza estadística de la detección de DMS en la atmósfera del planeta es de 3,4 sigmas, es decir, que estaríamos hablando de un descubrimiento claro. Pero aún hay quienes dudan. porque la investigación se basa en
un solo tránsito. Por otro lado, la confianza de 3,4 sigmas es sobre la seguridad de que MIRI realmente ha detectado algo en vez de nada, pero ese espectro no tiene que corresponder necesariamente al DMS. Madhusudhan y su equipo concluyen que sólo el DMS o el dimetildisulfuro (DMDS) —una molécula relacionada con el DMS y que también es otro biomarcador— pueden explicar los datos porque otras moléculas
candidatas no pueden estar presentes en la atmósfera del planeta. Pero esto es una afirmación que necesita una corroboración fuerte. De hecho, el equipo de Madhusudhan reconoce que solo ha estudiado veinte moléculas candidatas, algo que es muy poco.
Sobre la molécula Dimetilsulfuro
En determinadas condiciones, el DMS aparece sin vida de por medio en mezclas gaseosas que contengan metano y sulfuro de hidrógeno cuando se someten a descargas eléctricas o radiación ultravioleta. Sin embargo, se trata de moléculas muy reactivas que desaparecen en menos de un día, de ahí que en la Tierra su concentración atmosférica sea inferior a 1 parte por billón (ppb) a pesar de ser sustancias creadas continuamente por el fitoplancton. En el caso de K2-18b estamos hablando de concentraciones enormes, por encima de 10 o 100 ppb. Los mecanismos abióticos conocidos son
incapaces de explicar tal cantidad de DMS o DMDS y, además, el JWST no ha detectado sulfuro de hidrógeno en el planeta.
Hay que ser pacientes y no apresurarse a confirmar nada. Podemos entender que todos
los medios quieren tener la primicia, pero antes hay que tener cautela. Veremos que
sucede en los próximos días o semanas. De corroborarse que realmente este compuesto
viene de un proceso biótico, ya dejaríamos ser los únicos en el Universo.