Retratos Íntimos
Estreno de Retratos íntimos
Se estrenó la primera entrevista de este ciclo al cual hemos denominado Retratos Íntimos, con el objetivo de conocer y profundizar en aquellas historias de vida que conforman una parte de la trama de nuestra ciudad.
El mismo está producido por El Debate Pregón, auspiciado por el Gobierno de Entre Ríos y su locación es en el Cine y Teatro Altos del Gualeguay. Está dirigido y realizado por Mariano Beresiartu, las entrevistas estarán a cargo de Julián Lazo Stegeman y la fotografía fija en manos de Vanina Arellano. El primer invitado será Diego Bustamante, fundador, Presidente y Director de la ONG Pata Pila.
Diego no sólo nos contó sobre su asociación civil sino que, además, charlamos acerca de su misión en este mundo como también a propósito de sus reflexiones, experiencias y miradas al respecto de esta enorme aventura y compromiso solidario que viene emprendiendo desde hace unos años junto a los 75 profesionales que conforman Pata Pila. Asimismo y muy importante, charlamos sobre la linda historia que lo vincula a los hermanos Gerez y cómo llegaron a nuestra ciudad a convertirse en vecinos de todos nosotros.
A continuación algunos de sus conceptos más importantes:
-Yo entiendo que la vida tiene un poco más de sentido si la vivimos en clave de compartir y entregar. Así que invitarte o invitarlos a que nos animemos a pensarnos en el vínculo con el Otro y que todos tenemos algo para aportar y también para recibir.
-Mi misión en este mundo me fue partiendo y me va a partir todos los días. Porque uno en la vida va dando pasos y va creciendo y cambiando de paradigmas. Yo tengo mucho para seguir aprendiendo, para seguir deconstruyendome y para continuar rompiendo con ideas. En mi caso particular y en el caso de Pata Pila que arrancó trabajando con comunidades originarias: ¿Quienes de Buenos Aires o de muchas provincias o, de por lo menos, el ambiente desde el cual yo provengo entiende qué es una comunidad originaria?. Hay una deuda pendiente en materia de derechos humanos y de reconocimiento con respecto a estas comunidades que es enorme. Existen derechos que están en la constitución vigente. A su vez, hay un montón de decretos, de leyes y de organismos del Estado involucrados. Pese a todo, aún falta mucho trabajo por hacer para que la sociedad conozca e identifique que en nuestro país hay un montón de comunidades que vienen ancestralmente de comunidades preexistentes a la constitución de Argentina como tal. Además de ésto, las familias pertenecientes a estas comunidades en el Norte experimentan cuestiones muy particulares y muy concretas dado que tienen una cosmovisión diferente del mundo. Son paradigmas y formas de identificar la vida, las relaciones, los vínculos, el trabajo, los tiempos, entre otras cuestiones, muy diferentes a las nuestras. Son muchísimas cosas que te chocan y te rompen, rompen con las lógicas mediante las cuales estamos acostumbrados a vivir.
-A mí me llevó a hacer lo que hago el vínculo con el Otro, entender la importancia de mirarse para adentro y de mirar al otro y no juzgar. También de escuchar empáticamente y de involucrarse. Esto tiene que ver con el Hombre. En algún punto Pata Pila nace de ahí, de la humanidad y de lo que yo identificaba como un valor que quiero proteger.
-Pata Pila quiere decir “pies descalzos” o “pies desnudos”. Se cree que proviene del Quechua, aunque no está bien identificado. En todo el Norte del país la gente lo utiliza coloquialmente. Por ejemplo, cuando dicen “los changos andan pata pila”. Le pusimos ese nombre a esta asociación civil porque está ligado a identificarse descalzo frente al Otro, como un par también. Descalzos somos todos iguales. En este sentido, es importante involucrarse con el Otro pero no desde un lugar relacionado a “yo soy el que te va a ayudar, yo soy el que te va a salvar o yo soy el que sabe acá”, sino desde un lugar de pares, yo tengo algo para entregarte que te va a ayudar a transformar la pobreza en la cual vivís y vos vas a tener algo para entregarme que va a ayudarme a cambiar la pobreza que yo tengo. Ésto tiene que ver con la paridad con ese Otro. Todos somos seres humanos que tenemos riquezas y pobrezas y que vamos compartiendo y ahí, me parece a mi, se va transformando de a poco la realidad.
- Pata pila es una asociación civil que armamos en el 2015, después de mi paso por Santiago del Estero. La idea era acompañar a las comunidades originarias. Yo me fui a vivir a una comunidad Guaraní en Tartagal, Salta. Allí empezamos a encontrarnos con las escuelas, el hospital, los caciques de las comunidades. Ahí identificamos en el lugar la problemática de la desnutrición infantil. Yo ya venía de Santiago del Estero de trabajar en centros de prevención de la desnutrición. Asi armamos inmediatamente una asociación que pueda juntar recursos para contratar equipos y pueda generar espacios donde podamos acompañar a los niños que tuvieran desnutrición, fortalecer a las familias que tuviesen chicos con desnutrición con equipos interdisciplinarios y con una metodología asertiva y directiva de estar viviendo todas las semanas con las personas. Justamente, Pata Pila se caracteriza porque nosotros vivimos en las comunidades. Actualmente somos 75 profesionales que trabajan en la asociación y que ponen su profesión al servicio de la realidad, de los cuales 50 viven en el Norte, en las comunidades. Además del tema de la desnutrición atendemos las cuestiones de desarrollo de la primera infancia cerebral, psicomotor, la parte de la legalización de la familia, si tienen DNI, el hospital, entre otros asuntos. Empezamos haciendo foco en lo nutricional, aún hoy continúa siendo la acción principal, hoy en Pata Pila estamos atendiendo a más de 1200 niños que acarrean malnutrición. De todos modos, al convivir en las comunidades nos empezamos a preguntar qué pasaba con el agua potable, con la conectividad, con la vivienda, con la incidencia pública para que la cosa cambie de fondo, qué pasaba con la economía familiar y con todas las potencialidad del lugar dado que nosotros trabajamos en el Chaco Salteño, el cual es una zona sumamente rica en recursos y culturalmente hablando. Yo estoy enamorado de las comunidades. Así Pata Pila fue creciendo para abordar estas otras temáticas que te mencioné.
-A los hermanos Gerez los conocí en el 2014 cuando fui a Monte Quemado en Santiago del Estero. Allí conocí a toda su familia dado que asistían al centro de la otra organización en la cual yo trabajaba en aquel entonces. Luego, la Justicia tomó la decisión de que los chicos se institucionalicen y pasen a vivir a un hogar dado que sus padres estaban un poco desbordados, lo cual es una realidad que viven muchas familias del Norte de nuestro país. No poder darle a tus hijos los que les tenés que brindar porque el contexto no te brinda las oportunidades para hacerlo. Así fue que mi vínculo se enraizó mucho más con ellos dado que me tocó acompañarlos en ese momento tan difícil. Al principio fue acompañarlos en el hogar en Añatuya al que tuvieron que concurrir durante un tiempo pero después, cuando me fui a Salta a construir Pata Pila y ellos tuvieron que quedarse en Santiago, los comencé a ver menos, una vez por año. En ese momento, cada vez que me encontraba con ellos me llenaba de preguntas: ¿Qué va a pasar con ellos? ¿Quién va a estar para protegerlos, acompañarlos y ofrecerles un futuro?. El hogar en el que se encontraban era muy bueno, pero ¿cuánto tiempo iban a poder estar allí?. Yo sentía que podía ofrecerles algo. Entonces les propuse ser su tutor legal y que vivan conmigo. Obviamente les di tiempo para que lo charlen con las personas que más querían. Finalmente decidieron que sí. Yo, por otra parte, me di cuenta que no quería empezar este camino en Salta y que se mudaran definitivamente conmigo en esta provincia dado que yo soy de Buenos Aires y quería integrar a estos hermanos a mi familia extendida: mis hermanos y demás. Ahí nació la idea de venirnos a Gualeguay. Además de la cercanía con Buenos Aires, yo sabía que en Gualeguay me iba a encontrar con una sociedad con mucha empatía y cordialidad. Lo cual al día de hoy lo considero una correcta decisión dado que tanto a los chicos como a mí nos resultó muy fácil integrarnos a esta ciudad. Hoy los chicos viven acá y estamos muy contentos.
-Para sostener la vida de los hermanos acá en Gualeguay necesitamos el acompañamiento de mucha gente que nos pueda dar una mano, por ejemplo profesionales de la educación para brindarles apoyo escolar (ellos están yendo a la Escuela Normal). Después, para las personas que les interese lo que hacemos en Pata Pila, tanto en Mendoza, Buenos Aires o Salta, pueden ingresar a nuestra página web que es www.patapila.org e investigar un poco, ver donde empatizan y qué pueden hacer. En concreto, Pata Pila se sostiene en el aporte económico de un montón de gente que realiza donaciones. Lo poco que puedan colaborar y fundamentalmente que puedan sostener en el tiempo sirve para contratar al equipo que vive y ayuda en el medio del monte en la frontera. También hay otras opciones como los viajes de voluntarios.
Mirá la entrevista completa en nuestro Canal de Youtube