La Inteligencia Artificial: Impulsar la Modernización del Estado

Un ejemplo claro de este tema es en relación a la existencia o no del Estado. Ciertamente, los debates alrededor de la eficiencia estatal son oportunos. Sin embargo, estas discusiones no deben dirigirnos a lugares extremos. A propósito del asunto en cuestión, debemos decir que el Estado actual mantiene diversas complicaciones que precisan de una modernización del mismo para su resolución.  De todas maneras, pedir o exclamar por su eliminación carece de total sentido como de posibilidad alguna de ocurrir. En esta línea, sólo queda una opción y es la de realizarnos la siguiente pregunta: ¿con qué ideas, posibilidades y mecanismos contamos para lograr la modernización y eficiencia estatal necesaria?. Pero antes que todo, debemos plantear que modernizar el Estado es crucial por varias razones fundamentales:

1. Eficiencia y efectividad: la modernización del Estado permite mejorar la eficiencia en la prestación de servicios públicos, optimizando procesos, reduciendo la burocracia y aumentando la capacidad de respuesta a las necesidades de los ciudadanos. Esto se traduce en una mejor calidad de vida para la población y una utilización más eficiente de los recursos públicos.
2. Transparencia y acceso a la información: la modernización del Estado promueve la transparencia en la gestión gubernamental al facilitar el acceso a la información pública y aumentar la rendición de cuentas. Esto fortalece la confianza de los ciudadanos en las instituciones gubernamentales y fomenta una mayor participación ciudadana en los procesos democráticos.
3. Adaptación al cambio tecnológico: en un mundo cada vez más digitalizado, es crucial que el Estado se adapte a los avances tecnológicos para seguir siendo relevante y efectivo en la prestación de servicios públicos. La modernización del Estado permite aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia, la calidad y la accesibilidad de los servicios gubernamentales.
4. Innovación y Desarrollo: la modernización del Estado fomenta la innovación y el desarrollo en diversos sectores, al facilitar la colaboración entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil. Esto crea un entorno propicio para la inversión, la creación de empleo y el crecimiento económico sostenible.

Ahora bien, tan cierto es que existen varios instrumentos en la actualidad para lograr esta meta como que hay uno que sobresale por su trascendencia. En la era de la digitalización y el avance tecnológico acelerado, la inteligencia artificial (IA) ha emergido como una herramienta clave para mejorar y modernizar el funcionamiento del Estado. Desde la optimización de servicios públicos hasta la toma de decisiones más eficiente, la IA ofrece un potencial sin precedentes para transformar la administración gubernamental y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. ¿Cuáles son algunas de sus potencialidades?:

1. Avances en la administración pública: la adopción de la IA en la administración pública está creciendo rápidamente en todo el mundo. Países como Singapur, Estonia y Canadá están liderando el camino en la implementación de soluciones basadas en IA para mejorar la eficiencia de los servicios públicos. Desde la gestión de tráfico hasta la atención médica, la IA está siendo utilizada para optimizar procesos y ofrecer mejores resultados a los ciudadanos.
2. Transformación digital en servicios públicos: la IA está revolucionando la forma en que se ofrecen los servicios públicos. Por ejemplo, los chatbots inteligentes están siendo utilizados para brindar asistencia ciudadana las 24 horas del día, los 7 días de la semana, reduciendo la carga administrativa y mejorando la experiencia del usuario. Además, los sistemas de reconocimiento facial están agilizando los procesos de identificación en aeropuertos y fronteras, mejorando la seguridad y la eficiencia.
3. Toma de decisiones informada: la IA también está desempeñando un papel importante en la toma de decisiones gubernamentales. Los algoritmos de IA pueden analizar grandes volúmenes de datos y proporcionar insights valiosos para mejorar la formulación de políticas públicas, la gestión de recursos y la respuesta a emergencias. Además, pueden ayudar a identificar y prevenir posibles casos de corrupción y fraude, fortaleciendo la integridad del Estado.

No obstante, aunque la inteligencia artificial (IA) ofrece numerosas oportunidades para modernizar el Estado, también enfrenta críticas y desafíos significativos que deben abordarse cuidadosamente. Algunas de las críticas más comunes incluyen:

1. Desigualdad y exclusión: existe el riesgo de que la adopción de IA en la administración pública amplíe la brecha digital y contribuya a la exclusión de aquellos que no tienen acceso a la tecnología o no tienen las habilidades necesarias para interactuar con ella. Esto podría llevar a una mayor desigualdad en el acceso a los servicios gubernamentales y a la participación ciudadana.
2. Privacidad y seguridad de datos: el uso de IA en el gobierno plantea preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos personales de los ciudadanos. La recopilación masiva de datos y el uso de algoritmos de IA para tomar decisiones pueden socavar la privacidad individual y poner en riesgo la seguridad de la información sensible.
3. Sesgos y discriminación: los algoritmos de IA pueden estar sujetos a sesgos inherentes en los datos de entrenamiento, lo que puede resultar en decisiones discriminatorias o injustas. Esto puede llevar a una mayor marginalización de ciertos grupos sociales y a la perpetuación de desigualdades existentes en la sociedad.
4. Falta de transparencia y rendición de cuentas: la opacidad en el funcionamiento de los algoritmos de IA utilizados en el gobierno puede dificultar la comprensión de cómo se toman las decisiones y quién es responsable de ellas. Esto puede erosionar la confianza de los ciudadanos en las instituciones gubernamentales y dificultar la rendición de cuentas por parte de los funcionarios públicos.
5. Impacto en el empleo: la automatización impulsada por la IA puede tener un impacto significativo en el mercado laboral, eliminando empleos tradicionales y generando una mayor precarización del trabajo. Esto puede conducir a tensiones sociales y económicas, así como a la necesidad de políticas de reentrenamiento y protección social para los trabajadores afectados.

En resumen, la inteligencia artificial tiene el potencial de revolucionar la administración pública y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, su implementación debe llevarse a cabo de manera cuidadosa y considerada, con un enfoque en la ética, la transparencia y la equidad. Con el compromiso adecuado, la IA puede impulsar la modernización del Estado y construir una sociedad más justa, inclusiva y orientada al ciudadano.

Julián Lazo Stegeman