Sociales
ORLANDO RIVABEN: Q.E.P.D.
Hoy, empecé el domingo con una noticia triste, un querido amigo: Pocho Carapela, me “wasapeó” la muerte del querido ORLANDO RIVABEN, QEPD, y lleguen las condolencias a su familia y amistades
Orlando Rivaben, falleció a los 92 años, como producto de una enfermedad. Inmediatamente me invadieron los gratísimos recuerdos, de la Normal de 1961-65 donde este profesor con mayúsculas, como lo escribí en el encabezamiento, fue uno de los protagonistas de nuestras vidas adolescentes; a su gestión como Director de la Comercio, no la conocí, pero descuento que debe haber sido muy eficiente y reconocida, porque era una persona brillante; rápidamente tuve las sensaciones emocionales, de Orlando caminando el aula, mientras nosotros resolvíamos las ecuaciones y pasajes de términos, su paso era firme y rápido producto de la pasión con que vivía el encuentro con nosotros en el aula; a nuestras compañeras las llamaba “niñas”, cosa que no les agradaba mucho, porque era una época en que las mandaban, otras docentes, a lavarse la cara por los restos del rouge de los fines de semana; nunca terminé de agradecerle la enseñanza de la regla de tres, que siempre me salvo en todos los ámbitos, desde la universidad al supermercado, para comprender el porcentaje de aumentos de una forma razonada; sin dudas si hoy hubiera estado en ejercicio, hubiera sido uno de los vanguardistas del “Aprendizaje-Enseñanza por Proyectos”; Rivabén, uno de los únicos profes a los que no les pusimos apodo, humanizaba las Matemáticas, en una época en que junto con física y química, eran los cucos que mandaban a febrero y marzo.
Los de la Normal éramos el club de fans de Rivabén y los de la Comercio eran el club de fans del Profe Ferrando, tan destacado y eficiente como el nuestro; no tuve el gusto de tenerlo de Profe a Ferrando, al que sus alumnos afectivamente lo destacan con un apodo; nunca supe si ambos profes eran amigos o simplemente colegas; luego en el tiempo llegó una Profesora de Matemáticas, la Sra. De Miró, que ya traía un apodo familiar al que nos adscribimos y para nosotros pasó a ser “Maruca” también, que era muy afectuosa…
Esa época tan linda para nosotros, “Promoción 65”, además de nuestra edad, lo era por la Escuela y sus Profesores que marcaban positivamente nuestras vidas, como personas de bien; me cuesta mucho, resistir el no poder nombrar a mis compañeras/os por razones de espacio, que probablemente compartirían algunos aspectos de mis recuerdos agregando otros; aún hoy festejamos nuestros encuentros, en todos los comercios y lugares públicos, las personas que nos rodean, se quedan mirándonos con asombro, porque nos descolgamos de la realidad que nos rodea, regresando, a pesar de la edad actual, la adolescencia que re-vivimos en ese momento…
Sólo me he referido al ORLANDO RIVABÉN docente, porque mi ausencia de Gualeguay me impidió conocer sus otras cualidades y singularidades, que seguro las tiene; como a los artistas, hay que despedirlo con aplausos y el recuerdo permanente, que es lo que impedirá la desaparición, que sólo la genera el olvido… ¡Hasta siempre, querido Profe!
Dr. Bernardo Gandini