Salud
Preocupa la baja adhesión a la campaña de vacunación infantil contra polio y el sarampión
En las dos primeras semanas de la campaña de vacunación infantil contra sarampión, rubeola, paperas y polio, preocupa la baja concurrencia a los vacunatorios.
Hasta ayer, era de apenas el 22% de los menores de entre 1 y 4 años inclusive, que necesitan la dosis extra de las vacunas triple viral y antipoliomielítica que se están aplicando. De seguir así, no se llegaría a fin de mes con el objetivo acordado por las autoridades sanitarias del país de alcanzar al 80% de esos bebés y chicos.
Son los que nacieron entre el 1º de noviembre de 2017 y el 31 de agosto del año pasado. La indicación es que, independientemente de las dosis recibidas, reciban una extra de ambas vacunas para sostener la protección en ese grupo, en especial ante el riesgo que aumentó en la región por la aparición de brotes.
La cantidad de menores que, entre 2018 y 2021, no recibieron la primera dosis o le falta completar el esquema inicial contra la polio es de 580.464, mientras que el número sin la primera dosis de la triple viral que, por calendario, se aplica al año de vida es de 713.000 desde la edición previa de esta Campaña Nacional de Seguimiento contra Sarampión, Rubéola, Paperas y Poliomielitis, que termina el 13 del mes que viene.
Aun cuando en las provincias coinciden en que el avance en la aplicación de ambas vacunas es parejo, lo que describe un buen trabajo de los vacunadores, ya hay preocupación entre los responsables de los programas de inmunizaciones provinciales por la cobertura a lograr en las tres semanas que restan de campaña. Hay distritos en los que recién se alcanzó apenas un 5% de los chicos susceptibles y, pocos, entre un 30 y 40%, de acuerdo con los registros oficiales que comparten los distritos. Eso se traduce en un 22% como promedio nacional, como última estimación.
Por edades, el avance es levemente mejor entre los de tres y cuatro años, que en los de uno y dos años.
“La campaña va mal”, afirmó por redes sociales la semana pasada Iris Aguilar, jefa de Inmunizaciones del Ministerio de Salud de Mendoza. Lo atribuyó a dos motivos, según explicó: los padres responden que no es necesaria la vacunación y algunos médicos comparten la opinión de las familias. En ese distrito, desde el 1° de octubre, cuando arrancó la campaña, solo se vacunó el 20% de los más de 100.000 chicos, de entre 13 meses y cuatro años, por alcanzar.
En Córdoba, de acuerdo con información provincial, lo hizo el 15%, con departamentos que llegaron al 30% (General Roca, General San Martín, Minas, Roque Sáenz Peña, Río Primero, Río Seco, Sobremonte, Totoral). En la ciudad de Buenos Aires, concurrieron a los vacunatorios del sector público el 22% de los menores a inmunizar, según indicaron desde el Ministerio de Salud porteño con el cierre de semana.
“Nadie con un mínimo de racionalidad quiere ver sarampión ni niños condenados a la polio —posteó Aguilar ante los datos que monitorea en Mendoza—. Nosotros estamos, necesitamos que nos ayuden y se sumen. Cuando los vacunadores asisten a los jardines maternales, se encuentran que los chicos no van”.
Por calendario nacional, la primera dosis de la triple viral (contra sarampión, rubeola y paperas) se aplica al año y, la segunda, a los cinco para el ingreso escolar. El esquema básico con la vacuna antipoliomielítica incluye dosis a los dos, cuatro y seis meses, con un refuerzo a los cinco años.