Su fallecimiento
Profesora Liliana Di Lollo
En el mediodía de hoy jueves 22 de junio nos enteramos de la triste noticia del fallecimiento de la profesora Liliana Di Lollo quien ejerció como docente de música en diferentes escuelas primarias, secundarias y superior de nuestra ciudad.
Estudió en la Escuela “J. J. Castelli” y en la Escuela Normal “E.A. Bavio” donde se recibió con el título de Maestra Normal Nacional. Durante 12 años estudió piano, teoría y solfeo en el conservatorio de la profesora Amanda Altinier y en el de la profesora Quela Valenti de Altinier.
Su sólida preparación y su pasión musical llevaron a que un sinnúmero de niños y jóvenes estudiantes integraran sus coros que trascendieron las fronteras de la provincia y del país, ya que acompañada por padres y con el aval de directivos, se presentaron en numerosos encuentros corales, inclusive en Mercedes, R.O. del Uruguay.
En el año 2020, en el marco de mujeres destacadas, la Dirección Municipal de Cultura de Gualeguay la homenajeó pero, 2 años antes, precisamente el 25 de Mayo de 2018, un grupo numeroso de ex alumnos e integrantes de sus coros le rindieron un emotivo y justo reconocimiento en el Club Social, para el cual se sumaron adultos de nuestra ciudad y varios viajaron de diferentes partes del país. Fue una celebración inolvidable para ella, para los participantes y público presente.
Con motivo del homenaje que le rindió la Municipalidad ella escribió su trayectoria que fue publicada en nuestro diario, siendo ésta una ocasión especial para transcribirla:
“Mi primer trabajo fue como maestra de grado en la Escuela Nº48 Juan Bautista Ambrosetti (conocida como la escuela Raggio). Mientras transcurrían esos primeros 5 años de maestra, me fui preparando en Paraná buscando lograr mi título de Maestra Especial de Música, rendido en cinco difíciles pruebas en Paraná. A partir de ese examen mi vida cambio pues fui nombrada Maestra de Música, trabajaba durante 30 años en los siguientes establecimientos: Escuelas Provinciales Juan José Castelli; Rudecindo Alvarado (en las chacras y que era conocida como Escuela Bur); Escuela Nacional de Comercio (en los turnos diurno y nocturno), Escuela Feliciano Chiclana y en la Escuela de mis amores “Ernesto a Bavio” trabajando simultáneamente en Chiclana y en Normal donde formé un coro mixto (algunos años cuando los varones de 4to y 5to año tenían su voz grave casi definida y los últimos años de los 30 años que estuve al frente de ese coro fue femenino, con alrededor de 62 o 65 niñas de 1º a 5º año).
Al mismo tiempo el Consejo General de Educación me retira de mi cargo de música de la escuela Chiclana y me nombran Directora del Coro del Consejo General de Educación de un proyecto provincial de coros infantiles (de 4to a 7ºo grado) por lo que tuve que recorrer en ambos turnos a todas las escuelas primarias de ciudad y campaña y en mi primer recorrido junté 99 maravillosas voces, que después fueron saliendo y quedando alrededor de 60 niños). Viajé con ellos a los encuentros con los coros de Nogoyá, Basavilvaso, Paraná (para el Consejo) Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, Victoria, Feliciano, Diamante y otros y, sólo con mi coro y padres de los chicos fuimos a Mercedes (R.O del Uruguay) en un viaje inolvidable, mientras tanto el coro de la Escuela Normal era solicitado por distintos establecimientos para sus colaciones como número artístico (Escuela Técnica Nº 1, Escuela de Artes Visuales, Escuela Nº l y J. J. Castelli, Escuela Nº2 F Chiclana, Municipalidad en actos del 9 de Julio, 20 de Junio y otros y, por supuesto, siempre en las colaciones de nuestra querida Escuela Normal.
Con el coro de la provincia estuve 5 años en ese proyecto y dejé para jubilarme de la Provincia (pero pedí poder continuar en secundaria, pedido que fue obtenido). Con ese amado coro que tuve 30 años viajé a numerosos lugares, invitados por una inspectora que vino a la Escuela Normal. La misma, que era profesora de música, escuchó las palabras de admiración del Sr. Larreteguy por el coro de la escuela y ante eso ella quiso escucharlo, pero como eran muchas para entrar en dirección le presenté el grupo de 9 voces que habla formado dentro del coro y les hice cantar “a cap ella” el tango Sur y lo hicieron magníficamente.
A partir de ese año fuimos invitados por la inspectora, todos los años, a los encuentros que ella organizaba con alumnos secundarios de Bs. As. e invitados del interior. Viajamos todos los a los a lugares maravillosos como Mar del Plata, Capital Federal, Pergamino, Córdoba capital, Carlos Paz, Santa Fe, San Juan y Mendoza (este fue el último viaje pues luego de 35 años de trabajar con la música me jubilé de la Nación también). He recibido apoyo en la formación del coro de la Escuela Normal del profesor Héctor Larrateguy, la ayuda de la Sra. Nora Ferrando de Chiozza con toda su sapiencia y generosidad y mis niñas y chicos que amaron estos coros de 30 años de amor, capacidad y dedicación, de verdadera mi pasión por el canto coral”.