Ciencia
¿Qué le sucede al cuerpo humano después de vivir en el espacio?
¡¿Quién no ha soñado ir al espacio y ver la Tierra desde allí?! Inmediatamente pensamos en que hay que tener excelentísimos niveles de estudios y de salud. Bien, eso es necesario para poder ir, pero, ¿cómo vuelve, físicamente, una persona que estuvo en el espacio? ¿Cambiarías todos tus hábitos? ¿Dejarías a tu familia por un aislamiento total? ¿Dejarías el carnaval de Gualeguay?
¿Qué le sucede exactamente al cuerpo en el espacio y cuáles son los riesgos? ¿Son los mismos riesgos para los astronautas que pasan seis meses en la estación espacial en comparación con los que pueden estar en una misión a Marte durante años? La respuesta sencilla es “no”. La NASA está investigando los riesgos para las misiones a Marte, que se agrupan en cinco peligros de los vuelos espaciales humanos relacionados con los factores estresantes a los que está sometido el cuerpo. Estos se pueden resumir con el acrónimo “RIDGE”, la abreviatura en inglés de Radiación espacial, Aislamiento y confinamiento, Distancia de la Tierra, campos de Gravedad y Entornos hostiles/cerrados. De los cinco peligros, hoy hablaremos de 3 y muy fundamentales.
Radiación espacial
En la cotidianeidad nos enfrentamos a todo tipo de radiación en nivel bajos, desde el televisor de nuestra casa, hasta los alimentos que ingerimos. Pero en el espacio hay tres fuentes principales que contribuyen al entorno de radiación espacial: partículas atrapadas en el campo magnético de la Tierra, partículas energéticas solares y los rayos cósmicos galácticos. Un gran desafío para reducir los riesgos de la exposición a la radiación es que es difícil protegerse contra algunas partículas de radiación espacial (especialmente los rayos cósmicos galácticos).
Los astronautas no sólo estarán expuestos a más radiación en el espacio que en la Tierra, sino que la radiación a la que están expuestos podría presentar mayores riesgos, según la cantidad de radiación total que experimenten los astronautas y el período de tiempo en el que tengan esa exposición. Se ha observado un aumento del riesgo de cáncer y enfermedades degenerativas.
Aislamiento y confinamiento
En la Tierra ya supimos lo que es el aislamiento con lo que sucedió en pandemia; pudimos aguantar varias semanas, pero después se tornó inquietante no poder salir, se nos acababan las ideas. Imagínese los astronautas que están fuera del planeta, sin poder salir “afuera”. Cuanto más restringido sea el espacio y menos contacto con personas, más probabilidades hay de que los seres humanos desarrollen trastornos de conducta o cognitivos o trastornos psiquiátricos (y no estamos nombrando a familiares a los que extrañan o que puedan tener algún problema aquí en la Tierra, preocupaciones, fallecimientos, etc.). Los científicos de la NASA utilizan dispositivos, como la actigrafía, que ayudan a evaluar y mejorar el sueño y el estado de alerta al registrar cuánto se mueven las personas y cuánta luz ambiental hay a su alrededor. La nueva iluminación, impulsada por el desarrollo de la tecnología de diodos emisores de luz (LED, por sus siglas en inglés), se utiliza en la estación espacial para ayudar a alinear los ritmos circadianos de los astronautas y mejorar el sueño, el estado de alerta y el rendimiento.
Gravedad
La transición de un campo de gravedad a otro es más complicada de lo que parece. Afecta la orientación espacial, la coordinación cabeza-ojo y mano-ojo, el equilibrio y la locomoción, y algunos miembros de la tripulación experimentan mareos por el movimiento espacial. Después de regresar a la Tierra, es posible que la pérdida ósea no se corrija por completo con rehabilitación, sin embargo su riesgo de fractura no es mayor. Sin la dieta y la rutina de ejercicio adecuadas, los astronautas también pierden masa muscular en microgravedad más rápido de lo que lo harían en la Tierra. Además, los líquidos corporales se desplazan hacia la cabeza en microgravedad, lo que puede ejercer presión sobre los ojos y causar problemas de la visión.
Estas son algunas de las dificultades que afronta una persona al exponerse tanto tiempo a campos de baja gravedad, radiación, aislamiento, etc. Puede ser que algunas personas les parezca exagerado lo que voy a decir pero los astronautas arriesgan su vida para desarrollar nuevas tecnologías y nuevas curas (Alzheimer, diabetes, Parkinson. Regeneración de huesos, entre tantas otras investigaciones que se realizan allí en la Estación Espacial Internacional para nuestro beneficio aquí). Así que ellos, allí, no están para tomar fotografías bonitas de la Tierra, eso sólo son unos momentos de distracción. En la imagen podemos ver al astronauta de la NASA Scott Kelly (que ya no se encuentra en la EEI) vacunándose contra la gripe para ayudar a los investigadores a comprender mejor cómo el entorno de los vuelos espaciales influye en el sistema inmunológico humano. Créditos: NASA.
Diego Larrosa De Zan
Divulgador Científico