Bariloche: estudiantes de La Salle disfrutan el viaje
Egresados de 6° Año del colegio La Salle partieron el sábado. Integran uno de los tres contingentes que llegaron a Bariloche, con estrictos protocolos.
Bariloche fue uno de los destinos que habilitó su temporada turística de verano el pasado 4 de diciembre, aún cuando la ciudad supera los 1.000 casos activos de Covid-19. En este contexto, la semana pasada viajaron los tres primeros contingentes de estudiantes: dos de Buenos Aires y uno de Paraná. Se trata de casi 60 alumnos que este año culminaron de cursar el último año del colegio La Salle.
En un año en el que la incertidumbre reinó en torno a las posibilidades de que se pudieran realizar los viajes de egresados, quienes partieron desde la capital entrerriana para poder cumplir finalmente este sueño, llegaron en colectivo al aeropuerto internacional Ministro Pistarini, de Ezeiza, en Buenos Aires, y desde allí abordaron un vuelo chárter para arribar a la localidad sureña, siguiendo una serie de estrictos protocolos para evitar cualquier riesgo de contagio del virus.
Desde este punto del país dialogó con UNO Daniel García, uno de los referentes de la Asociación de Turismo Joven de Bariloche (ATEBA), quien mencionó que desde el inicio de la pandemia vinieron trabajando en la elaboración de protocolos para poder reactivar los servicios turísticos. Al respecto, señaló: "Para nosotros era muy importante que cuando Bariloche retomara las actividades vinculadas al turismo, que finalmente fue que el 4 de diciembre, también se abriera el turismo estudiantil. Por eso trabajamos en los protocolos para todas las áreas, porque la idea es que los chicos tengan el viaje que contrataron y con todos los permisos como corresponden. Los mismos fueron aprobados por las autoridades sanitarias municipal y provincial. Lo mismo rige para aquellas actividades que se realizan dentro del parque nacional Nahuel Huapi, como es el rafting, la visita a la isla Victoria y demás"
El dirigente comentó que a las tres delegaciones que llegaron el fin de semana al destino, ayer al mediodía se sumó un otro grupo, y aclaró que se trabaja con el concepto de "burbuja" entre los chicos. "Hacen las actividades juntos. En este caso puntual, como hay tan poquitas empresas, s más fácil que el grupo esté solo. En la medida que no vaya creciendo al cantidad, en el hotel las prestaciones se brindan a un colegio determinado, solo interactúan entre ellos y están separados de otros grupos. El aforo en las discotecas es bajo, se usa entre un 10% y un 20% de su capacidad real y habrá dos turnos", dijo.
Sobre una mayor apertura para este público puntual, adelantó: "Mientras el turismo estudiantil no genere ningún tipo de conflicto sanitario, vamos a empezar a tener una mayor demanda de las empresas, que van empezar a reprogramar sus viajes de egresados con sus clientes y verán en qué fecha pueden hacerlo. Algunas viajarán a fin de diciembre, otras en enero o a partir de febrero". Acto seguido remarcó: "Lo importante es que a partir del viernes 4 Bariloche ya está abierto para recibir a los visitantes, con todos los protocolos sanitarios".
Andrea es la mamá de uno de los estudiantes de Paraná que actualmente está disfrutando de su viaje de egresados. Les avisaron un lunes que estaba esta posibilidad y en tres días debían confirmar si iban. Fue una decisión que debatieron en lo inmediato y la mayoría decidió que su hijo cumpla su anhelo de cerrar el ciclo de la escuela Secundaria compartiendo esta opción con sus compañeros.
Sobre las particularidades del paquete que les brinda la empresa en esta situación particular, la mujer refirió: "Todo es diferente. Viajaron en 'burbuja' tres colegios: ellos de acá y dos de Buenos Aires, y cada escuela está en un hotel distinto. Por ejemplo las salidas y las excursiones son al aire libre, como en cualquier otro lugar del país en el que está habilitada la temporada. No hay boliches, sino que hacen fiestas y eventos en el mismo hotel en el que cada grupo está alojado, sin tener contacto con los demás grupos. Desde la empresa nos dieron un protocolo que tienen que cumplir los chicos estando allá y lo que deben que tener en cuenta, tienen que ponerle el nombre al vaso que usan y demás".
En todos los ámbitos se menciona que este primer arribo de estudiantes a Bariloche tras la cuarentena es una especie de "prueba piloto" y si bien a los egresados se les explicó que se trata de un viaje diferente al que planearon, los chicos -con el aval de sus padres- quisieron ir igual, atento a la incertidumbre que significa reprogramarlo en otra fecha, ya de 2021, cuando no se puede vaticinar cómo será la situación sanitaria entonces y los jóvenes ya hayan comenzado una carrera universitaria o se hayan dedicado a otra actividad. "En esta situación tan atípica, la tranquilidad porque nuestro hijo haya viajado no la tenemos el 100%, pero uno se puede quedar en Paraná, sin viajar y teniendo todos los cuidados, pero ir al supermercado y contagiarse. De hecho a mucha gente que cumplió los aislamientos le pasó. Así que pusimos todo en la balanza y este fue un año complicado para todos, los chicos están cerrando una etapa y lo vivieron desde lo emocional de una manera también muy distinta", sostuvo.
Asimismo, indicó: "Se charló con ellos y sabían desde un principio que iba a ser un viaje totalmente diferente al que habían soñado, pensado y pagado, y que existía un riesgo, pero se priorizó que fueran ya que la mayoría tiene más de 18 años, no son niños y pueden dimensionar la cuestión y cumplir con los protocolos".
En caso de que alguno se contagie, según manifestó, se tiene que quedar aislado en Bariloche por dos semanas junto a sus compañeros de cuarto. Sobre este punto, Andrea contó: "Duermen de a tres en las habitaciones, así que se tendrían que quedar 14 días más cumpliendo al aislamiento".
"Nadie sabe qué va a pasar el año que viene. Y que viajaran ahora es una manera de cerrar una etapa En el hotel tienen fiestas, hay un predio deportivo y hay torneos de fútbol y otros deportes; en vez de ir a los boliches tienen más comidas", concluyó.
Viajes pendientes
Si bien los representantes en Entre ríos de la empresa cordobesa que organizó este primer viaje postcuarentena de estos tres o cuatro grupos que hoy están en Bariloche afirmaron a UNO que trabajan con el sistema de burbujas, con protocolos y demás medidas al ser autorizados por el Ministerio de Turismo de la Nación para que sea un viaje seguro, desde otra agencia local consideraron que "aún no están dadas las condiciones para que los chicos viajen".
El encargado, quien prefirió que no se difunda su nombre, opinó: "Llevarlos ahora es un riesgo. Consideramos que con los protocolos que han pasado, no van a poder desarrollar normalmente las actividades que pagaron, tal como lo establece el contrato En Bariloche hay más de 1.000 casos activos y no pueden ir a un boliche o haciendo otras cosas en grupo. Por eso preferimos esperar"
En otra empresa van a evaluar qué pasa con esta "prueba piloto" para definir cuándo van a retomar los viajes ya que por la dinámica de este tipo de viajes los chicos suelen moverse en grupos numerosos.
Matías Lammens, ministro de Turismo y Deportes, mencionó hace unas semanas atrás que algunas de las soluciones que se prevén acerca del turismo estudiantil contempla "la reprogramación por 12 meses, mientras que quien decida no hacer el viaje tendrá un reintegro", indicó, y se aclaró que las empresas podrán retener un porcentaje.
A nivel país se estima que más de 100.000 estudiantes por año cumplen con el ritual de cerrar sus estudios secundarios en Bariloche. Se trata de un negocio que en tiempos normales mueve más de 5.000 millones de pesos anuales.