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Desaparece el chip clásico de la línea para celulares y está disponible la iSIM
Después de la SIM convencional, que es una tarjeta, y la eSIM, que es un chip dentro del teléfono, aprueban el uso de la iSIM, que transforma esa tarea en una función interna del procesador del teléfono. Cuál es el primero en integrarlo.
Parece un chiste de nunca acabar, o una oda al poema clásico de Martin Niemöller. Pero el anuncio de ayer corresponde, verdaderamente, con el fin del camino para la SIM, el módulo identificador del suscriptor, más conocido como el chip de plástico que vincula a un teléfono con una línea de teléfono.
El estándar SIM, que cumplió 30 años en 1991, es la forma preferida (aunque no la única) para que una operadora de telefonía móvil sepa qué dispositivo está usando una línea contratada por determinado usuario. Y eventualmente permite migrar la línea a otro dispositivo insertando ese chip en el teléfono nuevo.
Ese rectángulo de plástico, con un chip metálico, ha ido cambiando con los años, haciéndose cada vez más pequeño. De la SIM a la miniSIM y la microSIM; la versión más chica es la nanoSIM, que casi no deja plástico alrededor de la chapita que se inserta dentro del teléfono. A esa versión le siguió la eSIM, la primera en venir integrada en el teléfono: es un chip, pero en vez de estar en una tarjeta, está soldado en el motherboard del teléfono; hay muchísimos dispositivos que hace años traen una eSIM y una ranura para la nanoSIM convencional.