Argentina y el Mundo
Día de la Tierra 22 de abril 2024: un recordatorio para reforzar el compromiso sustentable
Desde las compañías es mucho lo que se puede aportar para conservar la biodiversidad, promover el uso de energías limpias y renovables y luchar contra la contaminación y el cambio climático.
El Día de la Tierra fue establecido por primera vez el 22 de abril de 1970.
Si de cuidar el planeta se trata, el 22 de abril es una fecha clave del calendario que recuerda la responsabilidad compartida que tenemos como sociedad –tanto personas como compañías- de trabajar día a día para proteger los recursos naturales.
Podemos tomarla como un llamado a la acción, una advertencia de la importancia de pensar estrategias y llevar adelante acciones que impacten de manera positiva en el medio ambiente y de esta manera reforzar nuestro compromiso con la sustentabilidad.
¿Pero por qué precisamente el 22 de abril se celebra este día? En este artículo, se explora el origen de esta fecha emblemática y su relevancia en el contexto actual.
Origen
El Día de la Tierra fue establecido por primera vez el 22 de abril de 1970, impulsado por el senador estadounidense, Gaylord Nelson, quien buscaba crear una conciencia pública sobre los problemas ambientales. Su iniciativa logró movilizar a millones de personas en los Estados Unidos, marcando el inicio de un movimiento ambiental global. Desde entonces, cada 22 de abril se ha convertido en una celebración mundial, reconocida por las Naciones Unidas en 2009, que reúne a comunidades, organizaciones y gobiernos en la defensa del ambiente.
Un llamado a la acción
Esta fecha clave es un momento para celebrar los avances logrados en materia ambiental, pero también, para reconocer los desafíos pendientes y comprometerse con acciones concretas para superarlos.
Específicamente desde las compañías es mucho lo que se puede aportar para conservar la biodiversidad, promover el uso de energías limpias y renovables y luchar contra la contaminación y el cambio climático.
Tomar acciones concretas implica involucrarse y unirse a una comunidad global preocupada por un mundo más verde y justo para todos. Algunas de ellas pueden ser:
Actuar con ética y transparencia en la gestión empresarial. Respeto por los derechos humanos, estrategia del negocio a largo plazo, ética y transparencia en la gestión empresarial, competencia justa.
Colaborar con socios estratégicos para potenciar las oportunidades de negocio. Promoción de la responsabilidad social en la cadena de suministro, evaluación y desarrollo de proveedores, lucha contra el trabajo infantil.
Desarrollar a las personas en sus dimensiones humana y económica. Gestión del personal temporario, salud y seguridad ocupacional, diversidad e igualdad de oportunidades, atracción, desarrollo y retención del talento, conciliación del trabajo y la vida personal.
Interpretar las necesidades de nuestros clientes y lograr satisfacerlas con integridad. Fomento de hábitos de vida saludables, seguridad alimentaria, atención al cliente.
Utilizar consciente y responsablemente los recursos naturales. Uso eficiente del agua, agricultura sustentable, gestión de residuos, manejo sustentable del suelo, gestión de efluentes, protección de la biodiversidad, cambio climático y conservación del ecosistema Eficiencia energética
Promover el bienestar y el desarrollo social de las comunidades. Educación, desarrollo, salud.
Cada acción cuenta y todos tenemos un papel que jugar en la protección de nuestro único y valioso planeta.
Educación Ambiental:
El concepto de conciencia ambiental: la base de todo
La conciencia ambiental es una filosofía de vida que se preocupa por el medioambiente y lo protege con el fin de conservarlo y de garantizar su equilibrio presente y futuro. Debemos ser conscientes de que uno de los aspectos que más deteriora la naturaleza es el hombre. La deforestación, la contaminación del aire, la contaminación del agua y el calentamiento global, por ejemplo, son consecuencia del estilo de vida que impera en nuestra sociedad. Así, la educación ambiental y la conciencia ambiental nos ayuda a darnos cuenta de que cada acción que realizamos en nuestra vida cotidiana tiene una repercusión en el medioambiente. El medio de transporte que utilizamos para ir a trabajar, el uso de bolsas de plástico, el tipo de energía que consumimos, todo influye.
El despertar de la conciencia ambiental: educación y sensibilización
La conciencia ambiental se puede fomentar de dos formas:
- Desde la escuela, mediante ejercicios de educación ambiental para los más pequeños.
- A través de iniciativas de sensibilización sobre las consecuencias que pueden tener nuestras acciones en el medioambiente.
En la escuela se pueden llevar a cabo prácticas como la clasificación de residuos sólidos para tirar cada cosa en el contenedor que le corresponde; actividades enfocadas a la reutilización de materiales, y visitas a parques naturales para observar a los animales en su hábitat natural, lo cual ayuda a entender por qué es esencial proteger los recursos naturales.
Este tipo de actividades despiertan la conciencia ambiental desde la infancia y dan lugar a generaciones más respetuosas con la naturaleza y su entorno. Las acciones de sensibilización para fomentar la conciencia ambiental pueden ser muy diversas: desde eventos puntuales sobre temáticas concretas hasta campañas publicitarias que nos hagan reflexionar sobre nuestros hábitos diarios y cómo afectan a la naturaleza.
Los desplazamientos y la importancia de cuidar el medio natural
Los desplazamientos de personas también tienen un impacto medioambiental en el lugar en el que se realiza el asentamiento. Generalmente los bosques son los entornos más afectados, ya que la madera es el combustible más utilizado por las personas que se encuentran en esta situación. De hecho, para evitar la degradación de los bosques, ACNUR y la FAO publicaron un manual titulado “Gestión de bosques en entornos de desplazamientos” en el que proponen prácticas para proteger los bosques y, a la vez, cubrir las necesidades energéticas de las personas desplazadas.
Estas son algunas de las medidas que se recomiendan:
- Plantar árboles de crecimiento rápido autóctonos.
- Cuidar de los viveros.
- Generar oportunidades de ingresos para los refugiados.
ACNUR trabaja para luchar contra el cambio climático y el impacto que producen los desplazamientos de personas. También es importante señalar que son las consecuencias del cambio climático lo que hace que millones de personas tengan que desplazarse y huir de sus hogares.
En definitiva, la educación ambiental y la conciencia ambiental nos invitan a cambiar nuestros hábitos diarios y a abrir los ojos para ver qué sucede a nuestro alrededor. ¿Te apuntas a cambiar tus hábitos para frenar el cambio climático?