Dos tercios de los niños pasan las tardes y los fines de semana mirando hasta cuatro pantallas a la vez
Científicos de Reino Unido rastrearon el uso de dispositivos entre 816 adolescentes y descubrieron que el 59% utilizaba dos o más pantallas al mismo tiempo. Una psicopedagoga consultada por Infobae advierte sobre el peligro del sedentarismo y la diabetes
Las pantallas son para los chicos una forma común de entretenerse y comunicarse. Esta forma de ver el mundo, que preocupa a muchos padres, no es una novedad. Son cada vez más los niños que cambian jugar en el parque y leer un libro por estar delante de la una tablet o celular. Sin embargo, lo que preocupa más a los especialistas es la multiplicidad de pantallas juntas, un rasgo común que se da, sobre todo en los niños a partir de siete años.
El uso de varios dispositivos como teléfonos, computadoras y televisores, se lo denomina 'apilamiento de pantalla' y es un hábito cada vez mayor en los niños Un nuevo estudio llevado a cabo en por investigadores de la Universidad de Leicester rastreó los hábitos de pantalla de 816 niñas del Reino Unido de entre 11 y 14 años.
El estudio, publicado en Acta Pedirátrica, fue dirigido por investigadores del Centro de Investigación de la Diabetes de la Universidad de Leicester.
Así surge que el 59% de las niñas usaban dos o más pantallas al mismo tiempo durante los días de semana luego del colegio. Esta cifra alcanzó el 65% en las noches de los días de semana.
Más de dos tercios (el 68%) usaba dos o más pantallas al mismo tiempo los fines de semana, mientras que el 36% dijo que usaba varias pantallas en la cama. Algunas de las niñas admitieron haber usado hasta cuatro pantallas a la vez.
Los investigadores también identificaron vínculos entre un mayor uso de pantallas y niveles más bajos de sueño y actividad física, así como un índice de masa corporal (IMC) más alto. Los expertos advierten que el aumento del sedentarismo está estrechamente relacionado con la diabetes tipo 2, en la que el cuerpo no produce suficiente insulina o las células del cuerpo no reaccionan a la insulina.
"Lamentablemente, este estudio nos recuerda que corremos el peligro de crear una nueva generación de niños sedentarios. El aumento del tiempo sedentario está estrechamente relacionado con la diabetes tipo 2, que está aumentando en los grupos de edad más jóvenes", dijo la autora del estudio Melanie Davies, profesora de medicina diabética en la Universidad de Leicester.
A medida que los dispositivos se vuelven cada vez más omnipresentes, a los investigadores les preocupa cómo el apilamiento de pantallas podría empeorar estos problemas.
Las niñas del estudio utilizaron una amplia variedad de dispositivos, desde teléfonos inteligentes y tabletas hasta PC, consolas de juegos como PlayStation, reproductores de música con pantalla táctil y lectores electrónicos.
Los participantes informaron sobre la propiedad y el uso de la pantalla, pero los investigadores también midieron la actividad física y el sueño utilizando acelerómetros que se colocaban en las muñecas de las niñas las 24 horas del día durante una semana.
En comparación con la ausencia de pantallas, los que usaban una o más pantallas los fines de semana tenían menos actividad física. Además, frente a la ausencia de pantallas, las niñas que usaban de una a tres pantallas después de la escuela tenían períodos de sueño más cortos durante la semana.
Además, mirar a la pantalla siempre se suele hacer desde una distancia corta. Si los niños fijan la vista en el smartphone o la tableta durante varias horas al día, aumenta el riesgo de que de mayores sufran miopía, según indica la Fundación del Ojo en Alemania.
La mala iluminación en un interior también puede contribuir a dañar la vista. Los expertos señalan que es importante disponer de mucha luz natural y mantener una distancia suficiente de la pantalla.
Tonies, que vende sistemas de audio para niños que usan juguetes en lugar de CD, analizó los datos de una encuesta de OnePoll de abril de 2021 a 1.000 padres de niños en el Reino Unido de entre tres y ocho años.
En promedio, los padres dijeron que sus hijos habían pasado tres horas y 53 minutos al día mirando una pantalla en los últimos 12 meses, pero el 35% dijo que sus hijos pasaban más de cinco horas al día en sus dispositivos.
"Equilibrar el tiempo frente a la pantalla con actividades como jugar al aire libre, ahora que el clima está mejorando, es una excelente manera de reducir constantemente el tiempo de pantalla de los niños", dijo Lucy Wolfe, experta en sueño y directora de Sleep Matters, quien se asoció con Tonies para la investigación.
"Es comprensible que muchos padres hayan confiado en más dispositivos y tiempo frente a la pantalla para mantener a los niños ocupados cuando trabajan desde casa, y con la falta de actividades alternativas al bloqueo".
Las pantallas en pandemia
Durante la pandemia, los niños han pasado una gran parte de su día frente a una pantalla. Esta cuestión se hizo visible con las clases virtuales que se dieron durante gran parte de 2020. La semana pasada el presidente Alberto Fernández puso en funciones la Mesa de Salud y Educación nacional, integrada por especialistas del área pediátrica y pedagógica y que será el espacio que analizará los indicadores sanitarios de cada jurisdicción ante la pandemia del COVID-19.
De acuerdo dijo hace unos días a Infobae al presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), Omar Tabacco,"el impacto en la salud mental y en las emociones de los niños en esta situación de pandemia la hemos medido muy bien desde la Sociedad Argentina de Pediatría el año pasado, ha generado sentimientos muy negativos, sensaciones como ansiedad, angustia, depresión, enojo, temores, todos ellos expresados en trastornos de conducta de distinta manera en las distintas edades o muchas veces puestos estos conflictos en el cuerpo con lo que llamamos síntomas funcionales, motivos de consulta en la clínica pediátrica como cefaleas -fuertes dolores de cabeza-, dolor toráxico, trastornos del sueño, dolor abdominal recurrente, colon irritable, etc, que generan la consulta y al evaluar al paciente se ve que no hay ningún problema orgánico y se ve que se trata del impacto de las emociones negativas sobre los órganos del cuerpo".
Silvana Vivas, psicopedagoga, miembro del programa de seguimiento de alto riesgo del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá, dijo que en la Argentina hay múltiples estudios previos a la pandemia, donde ya se encontraba un aumento a la exposición de pantallas, "en todas las franjas etarias, ya sea primera infancia, como pre escolares y adolescentes con datos alarmantes y muy significativos", advierte Vivas a Infobae.
"Lamentablemente tenemos cifras que se encaminan a las del artículo de Reino Unido. Hay un estudio de 198 niños entre 2 y 12 años, donde el 88% estaban expuestos a pantallas. De ese porcentaje, el 43 por ciento, estaban expuestos a más de 3 horas. Todo esto es en base a pantallas de diferentes tipos como computadoras, tablets, celulares, etc", dice Vivas.
Con estos números se empezó a encontrar una asociación inevitable entre la exposición a las pantallas y el sedentarismo. "En los menores de dos años uno puede ver en la sala de espera de los consultorios y hospitales, donde el tiempo muerto vuelve una tarea compleja a los padres, el celular reemplazó al librito, o el juego vocal o el canto. Entre los 2 y los 5 años los chicos ven plataformas para ver canciones y videos. O sea en vez de que las canciones sean cantadas por los padres o los abuelos, salen directamente desde la pantalla", dice Vivas.
"La televisión históricamente es un acompañamiento que está prendido de la mañana a la noche. Es por eso que estamos ya sumando una pantalla ante todo. A veces están o jugando con el celu o haciendo juegos en red a la vez, así que están super conectados. De los 7 años para adelante, ya es más común que estén conectados hasta cuatro pantallas a la vez. Los adolescentes leen incluso libros desde las tablests, o escuchar música desde las plataformas, usando más de una. El problema es que el uso excesivo y simultáneo de las pantallas sin supervisión de los adultos genera múltiples problemas en el área del desarrollo, tanto cognitivo emocional como en el área del lenguaje y motricidad", finaliza la especialista