El Congreso se iluminó de rojo por el Día de la Higiene Menstrual
Lo impulsaron diputadas del Frente de Todos con el objetivo de resaltar "la importancia de una política de acompañamiento menstrual".
Quienes en la noche de este viernes pasaron por el Congreso de la Nación se encontraron con una postal atípica. El Parlamento quedó iluminado completamente de rojo en el marco del Día Mundial de la Higiene Menstrual.
La iniciativa fue impulsada por las diputadas nacionales Mónica Macha, Gabriela Estévez, Daniela Vilar, Jimena López y Laura Russo, del Frente de Todos, con el objetivo de resaltar la importancia de una política de acompañamiento menstrual.
La conmemoración de este día "tiene como objetivo concientizar sobre la gestión menstrual y trabajar en el acompañamiento y transición hacia programas justos, igualitarios, saludables y sustentables", expresaron las diputadas a través del proyecto por el cual proponen esta medida.
"Aún en la actualidad, las personas menstruantes enfrentan obstáculos para la gestión de la menstruación, condicionados por factores económicos, sociales y simbólicos. Un sistema de acompañamiento menstrual integral, que implique una respuesta sanitaria y ambiental a estos obstáculos, será un paso más en favor de la igualdad y los Derechos Humanos", añadieron.
Acciones para visibilizar
En este contexto, las legisladoras propusieron diferentes acciones para visibilizar la agenda de las "personas menstruantes", que "enfrentan numerosos obstáculos para la gestión de la menstruación, condicionados por factores económicos, sociales y simbólicos".
"Sabemos que se trata de un tema muchas veces silenciado y estigmatizado que tiene un efecto directo en nuestros proyectos de vida", indicaron en un comunicado de prensa, al señalar la importancia de trabajar "en el acompañamiento y la transición hacia el uso de materiales sustentables".
Según explicaron las legisladoras, "los productos de gestión menstrual no reutilizables producen problemas ambientales por sus desechos, su producción y uso". Además, indicaron que "el uso de productos descartables genera al menos 132 mil toneladas de residuos no biodegradables anualmente".
Precisaron que se utilizan anualmente 10.140 toneladas de pasta fluff (60% de la composición de los apósitos menstruales) proveniente del desmonte de selva nativa y destacaron "que se producen 65 kilogramos de basura al año sólo en toallas higiénicas que demoran 500 años en degradarse".
En este marco, Macha, Estévez, Vilar, López y Russo consideraron que es necesaria "una política de acompañamiento menstrual que implica necesariamente una respuesta ambiental y sanitaria a una desigualdad que sufrimos las personas menstruantes de forma cotidiana".
Según las diputadas, la gestión menstrual implica un porcentaje considerable en las economías familiares y señalaron que las personas menstruantes en la Argentina ganan en promedio 27% menos que los hombres y 7 de cada 10 personas en situación de pobreza menstrúan.
"Por eso, cuando hablamos de gestión menstrual estamos hablando también de una desigualdad en el tratamiento y la consideración de los ciclos biológicos, naturales y políticos de nuestros cuerpos", afirmaron las diputadas.
Sostuvieron que "el ocultamiento sobre nuestro ciclo menstrual, la vergüenza social que implica su verbalización y el silenciamiento al cual somos sometidxs constituye una clase especifica de violencia que durante años hemos internalizado".
"Tenemos el compromiso transfeminista, el mandato popular y la convicción política de sacar de una vez y para siempre a la menstruación de la zona de tabú social y la esfera privada?, añadieron las diputadas.
Las legisladoras del bloque oficialista plantearon que, para trabajar sobre los desafíos en el acompañamiento y la transición hacia métodos y esquemas más justos y saludables de la gestión menstrual, se trabaja en la coordinación de una mesa de diálogo en la que puedan participar todas las organizaciones, cooperativas y espacios sociales "en busca de respuestas efectivas que reviertan la injusticia y la desigualdad".