Un poco de Historia
El Imponente Crucero Abandonado a Orillas del Río Paraná
A la vera del majestuoso Río Paraná yace una reliquia flotante que en su época de esplendor surcó las aguas del continente, transportando pasajeros y siendo testigo de innumerables historias. Se trata del "Ciudad de Paraná", un buque de pasajeros que supo ser símbolo de la navegación fluvial en Argentina y que hoy reposa en un rincón del litoral, abandonado y silencioso.
Construido en 1962 en los astilleros Río Santiago, el mismo sitio donde se forjó la emblemática Fragata Libertad, este crucero fue diseñado para operar en los principales ríos de la región. Su primer año lo encontró cubriendo la ruta entre Buenos Aires y Montevideo durante la temporada estival, mientras que en el invierno de 1963 comenzó a unir la capital argentina con Asunción, Paraguay. En aquellos tiempos, el barco formaba parte de la flota fluvial estatal y ofrecía un servicio confiable y elegante para los viajeros.
Con el paso de las décadas, la embarcación cambió varias veces de dueño. En 1981, pasó a manos de Ferrylíneas Argentinas S.A., y en 1991 fue adquirido por Línea Mágica S.A. Sin embargo, los problemas económicos y legales comenzaron a acechar su destino. En 1995, el barco fue embargado en Juan Lacaze, Uruguay, y su futuro parecía incierto.
No obstante, un grupo liderado por el Dr. Raimundo Ocampo logró rescatarlo y devolverlo a Buenos Aires, con la idea de revitalizarlo para realizar cruceros turísticos en el Río de la Plata, el Paraná y el Uruguay. A finales de los años 90, operó bajo la gestión de Turismo Babel Cruceros y llegó incluso a ser utilizado como hotel flotante en Puerto Iguazú, Misiones. Durante ese período, fue sede de numerosos eventos sociales y culturales.
El declive definitivo comenzó en la década del 2010. Su nuevo dueño, Bernardo Ditges, tomó la decisión de llevarlo a tierra firme, donde aún permanece. Para ello, se excavó un canal artificial desde el Río Paraná, permitiendo que la embarcación llegara hasta el camping donde quedó encallada. Desde entonces, el imponente crucero ha quedado inmóvil, como una sombra de su antiguo esplendor.
Hoy, el "Ciudad de Paraná" es una postal del pasado, un testimonio de una era en la que la navegación fluvial fue un pilar del transporte y el turismo en la región. Su estructura, aunque deteriorada por el tiempo y la falta de mantenimiento, sigue atrayendo la atención de curiosos y nostálgicos que recuerdan con admiración la época en que este barco surcaba orgulloso los ríos del sur del continente.