crédito
Estaciones de servicio continuarán aceptando la tarjeta de crédito
En una reunión que se concretó este viernes, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines resolvió mantener la posibilidad de pago para el público y encausar sus reclamos por la vía legislativa.
Finalmente, las estaciones de servicio argentinas continuarán aceptando el pago con tarjetas de crédito luego de que la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) resolviera "intensificar" sus reclamos por vía legislativa.
Los propietarios de las estaciones amenazaron a mediados de enero con suspender este tipo de operaciones de expendio de combustibles en todo el país como respuesta a "las deficiencias del sistema de cobro".
Pero hoy, en una reunión de comisión directiva, los referentes de la organización decidieron sostener este método de pago e "intensificar sus reclamos por la vía legislativa en pos de ponerle fin a los perjuicios provocados diariamente" por los plazos de pago.
En ese sentido, los dirigentes reafirmaron la existencia de demoras en los plazos de acreditación y las comisiones fijadas por las compañías emisoras de los plásticos.
"El objetivo es lograr la modificación de la ley 25.065, que permita establecer definitivamente como tope el 0,5% del arancel para las operaciones de pago con tarjetas de crédito, cualquiera sea el banco o la entidad emisora, y que la acreditación se reduzcan a 48/72 horas", señalaron desde Cecha en un comunicado.
“Esta semana nos presentamos ante la Comisión de Comercio de la Cámara de Diputados de la Nación y solicitamos que nos citen urgente para plantear nuestra posición y poder avanzar en el tratamiento del proyecto en cuestión”, explicó Vicente Impieri, vicepresidente de Cecha.
¿Por qué las estaciones de servicio se quejan del pago con tarjeta de crédito?
Entre los argumentos que tenían las estaciones de servicio estaban las demoras en la acreditación del dinero -actualmente es de 10 días-, el alto costo operativo -la comisión de tarjetas de crédito es del 1,8%- y el moderado aumento de los combustibles, que subieron por debajo de la inflación en los últimos dos años.
Según argumentaban, la combinación de estos factores había afectado su rentabilidad a tal punto que ponían en riesgo su funcionamiento, aunque finalmente decidieron no avanzar con la medida.