Al igual que la RAE
La Academia Nacional de Educación rechazó el uso del lenguaje inclusivo
"No deben forzarse las estructuras lingüísticas del español para que se conviertan en espejo de una ideología, pues la Gramática española que estudiamos no coarta la libertad de expresarnos", señalaron.
Este martes se conoció un texto de La Academia Nacional de Educación donde fundamenta su rechazo a la utilización del llamado "lenguaje inclusivo" porque considera que "complejiza la lengua tanto como su enseñanza" y que "no contribuye a señalar la igualdad de los sexos sino que, por el contrario, sugiere la existencia de una rivalidad y no de un encuentro fundamental y profundo entre ambos".
A través de Twitter, Edgardo Zablotsky, integrante de ANE, compartió el documento y señaló: "Lo afirmamos con la convicción de que una lengua que interrelaciona nunca excluye".
En el texto, se hacen eco de lo expuesto por la Academia Nacional de Letras al decir que: "No deben forzarse las estructuras lingüísticas del español para que se conviertan en espejo de una ideología, pues la Gramática española que estudiamos no coarta la libertad de expresarnos o de interpretar lo que expresan los demás".
"Una lengua que interrelaciona nunca excluye"
También, la ANE hace alusión a lo expresado por la Real Academia Española cuando se manifestó en contra de este tipo de palabras. "El llamado lenguaje inclusivo supone alterar artificialmente el funcionamiento de la morfología de género en español bajo la premisa subjetiva de que el uso del masculino genérico invisibiliza a la mujer ya que el uso de la @ o de las letras 'e' y 'x' como supuestas marcas de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género", se desprende.
A modo de conclusión, el texto cierra: "Esta Academia Nacional de Educación hace suyos los criterios expuestos en los documentos mencionados ya que considera innecesarios los estilos inclusivos que complejizan tanto la lengua como su enseñanza en las instituciones educativas. Asimismo, la alteran hasta formas que resultan incómodas para el sano sentido común de la sociedad. Por otro lado, no contribuyen a señalar la igualdad de los sexos sino que, por el contrario, sugieren la existencia de una rivalidad y no de un encuentro fundamental y profundo entre ambos".