Victoria
"Los primeros italianos en Entre Ríos" se presentó en Victoria
Si bien el escrito de Gustavo Artucio traza un recorrido minucioso de las oleadas inmigrantes en la provincia durante el siglo XVIII y la primera mitad del XIX, el desarrollo de la obra surgió de convicciones y deseos que abarcan mucho más que la mera materialización de la historia.
Gustavo Artucio, nacido y radicado en Paraná, es ingeniero hídrico, aunque su gran pasión siempre se inclinó por la lengua italiana. “Estudié en Santa Fe, pero la gran inundación de 1982 y la caída de los puentes me dio la oportunidad de poder estudiar italiano”, comenzó narrando el autor en exclusiva para Mirador Entre Ríos. “Empecé en la academia Dante Alighieri de Paraná, después en el recién creado profesorado de italiano del INES de Paraná y con el tiempo me convertí en profesor universitario de italiano. Actualmente soy docente titular en las carreras de italiano de la Uader y director de la Biblioteca de la Legislatura provincial”, añadió.
Por si esto fuera poco, Artucio explicó que “soy miembro de número del Centro de Genealogía de Entre Ríos y miembro correspondiente del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas. Fue haciendo una de mis investigaciones genealógicas que descubrí la presencia de un italiano en los primeros registros parroquiales de Paraná, y por ende de la provincia”.
“Si tuviera que explicar por qué me decidí a escribir este libro debería comenzar por decir que en él convergen dos de mis grandes pasiones: Italia (y todo lo que ella involucra) y la genealogía”, detalló. “Mi pasión por lo italiano surgió en mi infancia, creo que es algo que se lleva en la sangre, aún antes de saber que mis ancestros eran italianos. Pero la curiosidad por mis raíces me llevó a esa otra pasión o hobby que es la genealogía”, recordó.
PRIMEROS REGISTROS
“Nuestra provincia fue una de las que más tarde se pobló durante la colonia. Tal es así que las primeras ciudades las fundó Tomás de Rocamora en 1782. Hasta esa fecha la única parroquia en toda la provincia que registraba nacimientos, matrimonios y defunciones era la parroquia de La Bajada del Paraná, creada en octubre de 1730”, explicó el autor. “Por eso me sorprendió encontrar en el Libro 1 de matrimonios de esta parroquia, que data de febrero de 1765, registrado el matrimonio de un señor llamado Cayetano Bruselaria, de nacionalidad italiana, con una mujer descendiente de los primeros colonizadores de la región, Pascuala Lencinas Andrade”, continuó luego.
“Encontrar un italiano es esta provincia, reitero: prácticamente despoblada en esa época, despertó mi interés por saber qué hacía acá, si se había quedado y si había tenido descendencia. Y si había otros italianos en la provincia en esa época”, subrayó Artucio. “Así comenzó mi investigación. Respecto del primer italiano, pude encontrar que había tenido hijos y muchos nietos, y que su familia se había incorporado a la vida social y política de la provincia. Este hombre y su familia estaban radicados en la zona del Distrito Chilcas, en el actual Departamento Victoria, donde antiguamente habitaba la familia de su esposa. Algunos de sus descendientes tuvieron actuación destacada en la vida política y social. Uno de sus nietos fue un militar con activa participación en las décadas de 1820 y 1830”, relató.
“Su familia se vincula por matrimonio con el Coronel Caminos, y uno de sus descendientes fue Don Jaime Baucis, dos veces intendente de la ciudad de Paraná, a quien le debemos la creación del Parque Urquiza, ya que él realizó las gestiones para obtener la donación de los terrenos de parte de la viuda de Urquiza”, comentó el autor.
NUEVOS HALLAZGOS
“En la época de la colonia encontré otros tres italianos, dos genoveses y un veneciano. Todos ellos registrados en Gualeguay, que se casaron con mujeres nativas, o sea pertenecientes a familias criollas, y también tuvieron descendencia”, explicó Artucio. “Para esta investigación me ayudé con los censos y los registros parroquiales, que a partir de 1782 incluían a las parroquias de Gualeguay, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, luego se incorpora la de Nogoyá y más tarde, Victoria y Tala”, agregó.
“Había leído en un libro escrito por una historiadora italiana que había existido en la primera mitad del siglo XIX, sobre una pequeña migración de marinos italianos, en general genoveses y venecianos, que se ocupaban de realizar el transporte por los ríos del país, en particular del Paraná y del Uruguay”, mencionó. “Esto me llevó a averiguar si esto también había ocurrido en la provincia. Es así que comencé a revisar los censos realizados y luego contrastar con los registros parroquiales de la época. De esta manera pude verificar que a partir de la declaración de la independencia se comienza registrar una creciente presencia de italianos en los pueblos y villas situados a orillas de los ríos, en general eran genoveses o venecianos marinos o vinculados al comercio y la navegación”, acotó.
RECONSTRUCCIONES
“La mayoría de la gente piensa que los italianos llegaron al país con la gran oleada inmigratoria de agricultores generada a partir de la ley de colonización de 1875. Pero evidentemente no es así, ya que había italianos en el país antes de esa fecha”, aclaró. “Como tenía que acotar el período de investigación, tomé como fecha tope el año 1850. En cierto punto motivado por el hecho de que a partir de 1850 en la provincia comienzan la crearse las primeras colonias agrícolas por iniciativa del Gral. Urquiza, como lo son San José y Villa Urquiza, lo que generó un flujo más importante de inmigrantes”, recordó Artucio.
“En la investigación pude comprobar que los italianos navegaban bajo bandera argentina, por lo que podían hacerlo libremente. También corroboré que el número de italianos registrados en la provincia se incrementa a partir de la década de 1830 y en su mayoría eran marinos o comerciantes”, detalló para luego aclarar que “estaban radicados en las villas o pueblos con puerto, como Paraná, Victoria, Gualeguay, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay y Concordia, con la sola excepción de Nogoyá, que sin ser villa portuaria contaba con dos italianos registrados en esa época”.
“Otra característica de estos italianos es que se casaron en general con mujeres del lugar y sus descendientes y a veces ellos mismos, se involucraron en la vida social y política de sus pueblos y de la provincia. Algunos apellidos para mencionar son Magnasco, Maglione, Gianello, Piaggio, Copello, Antola, Cuneo, Zavallo, Carlevaro, Ferro, Chichizola, Mantero, Pignetto, por mencionar algunos”, detalló.
“Otro dato importante es que muchos de ellos eran identificados como italianos, a pesar de que Italia como Estado no existía en esa época, ya que la unificación italiana se logró en 1861 con la proclamación del Reino de Italia”, remarcó.
Fuente: Mirador Provincial