Victoria
Presos realizaban transmisiones de video llamadas desde cárcel entrerriana
Penitenciarios de Victoria descubrieron un pozo de un metro de profundidad donde escondían celulares. Se contactaban con familiares u organizaban delitos. Qué establécela normativa sobre el uso de teléfonos en cárceles.
En la Unidad Penal 5 de Victoria descubrieron una serie de maniobras no autorizadas de condenados alojados en la celda 28, ocupada por seis personas, que habían logrado en distintos horarios poder comunicarse con -supuestamente-, sus familiares a través de celulares.
Los mismos realizaban llamadas por WhatsApp y largas transmisiones de video llamadas, en especial a la noche.
Esos contactos extra muros habrían derivado, incluso en posibles hechos delictivos o cuestiones vinculadas con negociaciones o instrucciones para temas vinculados con la inseguridad en distintas ciudades de Entre Ríos.
Las transmisiones se hicieron hasta el mismo viernes 25 de febrero, cuando con una requisa más profunda a cargo del propio director del penal, José Osuna y otro uniformado, despejaron la celda 28, trasladaron a los seis internos hasta otro sector de la cárcel. Se consideró necesario monitorear el piso, y fue así que lograron levantar cerámicos y baldosas.
Las tareas investigativas de los penitenciarios habían logrado detectar que, en ese sector, habrían escondido uno de los celulares. Según informaron, se debió cavar cuidadosamente.
Con una profundidad de casi un metro, se llegó a un pequeño túnel, y así fue que, con la búsqueda manual, se encontró una vieja remera que envolvía una bolsa que había sido quemada en los extremos, para evitar el ingreso de la humedad o agua, finalmente se encontró un celular bastante nuevo, con la capacidad de comunicación actualizada y funcionando a pleno.
Una vez localizado el equipo de comunicación, se notificó de la situación a la Justicia, al tiempo que se abrió el expediente interno para aclarar el incidente, publica diario Uno.
Los seis alojados son condenados en su mayoría por robos calificados, y son oriundos tres de Paraná y el resto de Victoria y Gualeguay.
Las autoridades del penal de Victoria han informado que, si bien el uso de celulares dentro de las cárceles está prohibido, por autorización del Superior Tribunal de Justicia en Entre Ríos, y de la Cámara de Casación Nacional, ninguna persona privada de la libertad puede quedar incomunicada.
De esta manera, se organizó un protocolo para el uso de equipos de comunicación.
Con respecto al incidente en Victoria, se estableció que un interno de 23 años, de Paraná, fue el responsable de entrar el equipo, y era el que organizaba las transmisiones en vivo con las personas que -previamente-, se organizaban con el resto del pabellón.
El paranaense será sancionado con 10 días de aislamiento, que llevará a producir una baja importante en la calificación de la conducta.
«Para nosotros es inédito, cómo se escondió el celular, cómo fue ejecutado el pozo y el posterior túnel, escondido bajo el piso», resaltó el director del penal, José Osuna.
Presos autorizados al uso de celular
El Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, emitió en medio de la pandemia por el Coronavirus, una resolución que aún se mantiene firme, el de habilitar el derecho a comunicarse a los privados de la libertad a través de celulares.
La medida dispuesta por los vocales de la justicia entrerriana, fue severamente cuestionada por las fuerzas de seguridad provincial, pero frente a la manda del máximo organismo de tribunales, no les quedó otra que implementarla.
Fue así que se dispuso un protocolo para el uso de celulares en los penales. Se les permitiría a los presos el uso de los equipos en los recreos que gozan a diario, para que puedan hablar sin ningún tipo de limitaciones con sus familiares.
Para ello, las cárceles realizaron un registro en el cual los internos debían notificar el celular a utilizar, el número, cómo fue adquirido, con documentación oficial de respaldo, y con qué personas se irían a comunicar regularmente.
Sin embargo, se pudo verificar que algunos presos aprovecharon la oportunidad dada por la justicia para avanzar con cuestiones que no estaban autorizadas. Hablar con otras personas, o bien no mantener contactos familiares, sino más bien ligado con acciones poco claras.
Es obvio que un sector de los detenidos «blanqueó» los celulares, otros decidieron con toda intención dejarlos escondidos no solo para hablar con sus familiares, sino también con los «amigos» en los negocios ilegales. Fuente: El Once