salud
Realizan una prueba ante la posibilidad de olas de calor extremo más frecuentes
Es una prueba piloto del Ministerio de Salud que se implementará por seis meses para relevar caso por caso el efecto del clima en la gente. Buscan mejorar la prevención y reducir la mortalidad por estos fenómenos climáticos.
El hecho de que haya un sostenido incremento de las temperaturas globales en los últimos años, producto del cambio climático, genera inquietud por los efectos que puede producir este fenómeno en la salud. Argentina no es la excepción y por ese motivo el Gobierno tomó una decisión inédita para hacerle frente durante los próximos meses.
Se trata de una prueba piloto que ya comenzó a comienzos de octubre y se extenderá hasta fines de marzo. Consiste en que las provincias seleccionen instituciones para realizar un relevamiento individual de estos eventos habituales en las olas de calor. Posteriormente habrá otro operativo similar durante el invierno para las olas de frío.
Esto se suma a la obligación de los efectores de salud de todo el país de informar cualquier evento de salud que esté relacionado con una ola de calor, con el fin de reducir la mortalidad atribuida a esta causa. Así lo informa el último Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud.
“Las temperaturas extremas, como las olas de calor y de frío, pueden tener importantes efectos sobre la salud humana y se asocian con un aumento de la morbilidad y la mortalidad”, advierte el documento que promueve la vigilancia de estos episodios. Es decir, tratarlos como una potencial epidemia.
Y agrega: “Las temperaturas extremas aumentan los riesgos para la salud, especialmente entre los grupos vulnerables, como niños y niñas y personas mayores, las personas con enfermedades crónicas, las socialmente aisladas y aquellas que trabajan al aire libre o en ambientes expuestos”.
Según el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático, desde la década de 1950 las olas de calor se han hecho más frecuentes e intensas en todo el planeta y es probable que esta tendencia se mantenga debido al calentamiento global.
Según informó el Ministerio de Salud, “en Argentina se ha estudiado la mortalidad por olas de calor, evidenciando incrementos significativos en el riesgo de morir durante estos eventos de temperatura”. Y agrega que “los mayores incrementos se observaron en las personas mayores y las causas de defunción con incrementos significativos fueron las cardiovasculares, respiratorias, renales y diabetes”.
La cartera que conduce Carla Vizzotti explicó que “dada la relevancia de los eventos de temperaturas extremas en relación con la salud se considera necesario generar información epidemiológica que sea sensible y oportuna”.
Un reciente artículo publicado en la revista científica The Lancet afirma que durante la última década las olas de calor en Sudamérica fueron más intensas y frecuentes, lo que derivó en el incremento de muertes relacionadas con el calor de 160 por ciento en el período 2017-2021 comparado con el período 2000-2004.
El calor ha venido batiendo récords
En los últimos meses el calor ha venido batiendo récords en el mundo y el comienzo de la primavera en Sudamérica también ha sido un reflejo de ese escenario, con temperaturas por encima de los 40 grados en algunas regiones de países del continente, entre los que se cuenta la Argentina.
En cuanto a los efectos en la salud asociados al calor extremo, se explicó que se clasificará como caso “toda persona con antecedentes de exposición a calor extremo en circunstancia de Alerta Temprana por Temperatura Extrema del Servicio Meteorológico Nacional y sintomatología clínica atribuible”.
Esto es temperatura corporal mayor o igual a 39 grados y 2 o más de los siguientes síntomas: piel caliente, sudoración abundante en un primer momento o escasa, náuseas y/o vómitos, hipotensión, taquicardia y taquipnea, alteración del estado de conciencia, convulsiones, desmayo. Y en bebés, sudoración abundante y piel irritada por sudor.
El tema del cambio climático asociado a la salud preocupa cada vez más y las políticas públicas empiezan a orientarse en ese sentido. Este año, en junio, el gobierno ya había puesto en marcha la Unidad de Cambio Climático, Ambiente y Salud (UCCAS), en el marco del Instituto Malbrán, e inaugurado el Laboratorio de Cambio Climático, con una inversión de 65 mil dólares en equipamiento.
Según el Gobierno, la UCCAS tiene como objetivo prioritario “enfrentar los desafíos del cambio climático y su impacto en la salud pública” para “impulsar la innovación y promover soluciones concretas”. Por otro lado, el mencionado laboratorio, se informó, “está equipado con microscopios ópticos de alta resolución, cámaras de cría, heladeras y freezers, para realizar análisis moleculares que permitirán realizar investigaciones relacionadas con la dispersión de insectos vectores en los nuevos escenarios emergentes”.Fuente: Clarín