Solsticio de verano: qué es y cuándo se producirá en Argentina
El solsticio de verano es el fenómeno que indica el comienzo de la nueva estación. Este 21 de diciembre se producirá la alineación astronómica que marca el inicio de las temperaturas más cálidas. Rituales para reactivar el Sol.
La llegada de las altas temperaturas, anticipan el arribo del verano, la última estación meteorológica del año que se va y la primera del entrante, que comenzará de manera oficial mañana en todo el hemisferio sur con el solsticio de verano, el día en que nuestra mitad de la Tierra se encuentra más próxima al Sol, algo que en el hemisferio norte sucede los 20 o 21 de junio.
Aunque en el hemisferio sur la fecha siempre se encuentra entre el 20 y el 21 de diciembre, existen variaciones respecto a la hora en la que la Tierra entra al solsticio de verano. En el caso del 2021, el verano astronómico comenzará exactamente a las 12:59 de nuestra hora local el martes 21 de diciembre, según informa la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata.
En este día sucede el mayor período de luz diurna para quienes habitamos el hemisferio sur, y el más corto para el hemisferio norte. La excepción son las regiones polares: los círculos polares marcan las zonas de la tierra donde el Sol no se pone en el verano o no sale en el invierno durante 24 horas, al menos una vez año.
Mientras en el hemisferio sur el solsticio de diciembre marca el comienzo del verano, en el hemisferio norte ocurre lo opuesto, tratándose del principio del invierno para dicha mitad del mundo. Lo mismo ocurre a la inversa, ya que el solsticio de junio representa el comienzo de la estación más fría del año en nuestro hemisferio, lo contrario ocurre en los países al norte del Ecuador.
Esto ocurre debido a la inclinación de la Tierra, que es lo que marca las diferentes estaciones en todo el globo. Sucede que nuestro planeta orbita al sol inclinado en un ángulo promedio de 23.5 grados, de manera que los hemisferios Norte y Sur reciben distintas cantidades de luz solar dependiendo el momento del año.
Por qué se da el solsticio
Además, el comienzo del solsticio marca el día más largo del año en el hemisferio septentrional y todo lo contrario en el hemisferio meridional (sur).
Gracias a este fenómeno, se podrá disfrutar de otra curiosidad astronómica llamada Perseidas, que se trata de la lluvia de meteoros más importante del año en el Hemisferio Norte.
Se trata del momento en el que el sol alcanza su máxima declinación en los hemisferios norte y sur, con respecto al ecuador terrestre, fenómeno que ocurre dos veces al año: en junio y diciembre.
Rituales para reactivar el Sol
Como los días comienzan a acortar su luz o extenderse, hay un cambio en el movimiento del Sol en ambos hemisferios. El mundo occidental comparte las celebraciones navideñas, los fuegos artificiales, las luces en el árbol y las velas de Navidad, todos activamos símbolos de luz. Son rituales asociados a reactivar el Sol y nuestra luz interior.
En tiempo de solsticio -de Sol quieto- transcurren días donde la luz solar cambia su dirección, es un período ideal para redireccionar nuestros planes y objetivos. Las fiestas nos mueven a tomar de conciencia y a reflexionar sobre el año transcurrido, nos llevan a hacer balance de lo vivido y a reorientar nuestros proyectos.
Son tiempos de rituales de luz, donde se incentiva la toma de conciencia. Encender luces y prender velas no es solo una acción decorativa, son símbolos de luz, son ritos y formas que aluden a la necesidad de tomar conciencia, maneras de recordar nuestra vitalidad y nuestra luz interior y la necesidad de mantenerlas encendidas y activas.
Rituales de luz y fuego en Nochebuena y Navidad
Sería ideal convocarnos en esta Navidad a que nuestros festejos y rituales no sean meramente automáticos, proponernos transitar las festividades con mayor conciencia de su significado solar, más allá de la religión que cada uno profese o no.
Podemos acompañar estos días de toma de conciencia realizando mayores rituales de fuego: hacia el 21 de diciembre, armar una fogata o -de no ser posible- encender un conjunto de velas y escribir aquello que queremos soltar, liberarnos de lo que ya no queremos que esté en nuestra vida y quemarlos con la intención de dejarlos ir.
Y para la Nochebuena, encender nuevamente velas o armar un fuego, pero ahora visualizar y tomar conciencia sobre todo aquello que sí queremos para nuestra vida, escribir aquellos proyectos que necesitamos reactivar y guardarlos en algún lugar personal para poder releer a lo largo del nuevo año.
El encendido del fuego simboliza ahora nuestras intenciones vitales, nuestra voluntad de tomar conciencia sobre lo que queremos para el próximo año.
En cada solsticio, el movimiento aparente del Sol propone renovar la propia energía vital y animarnos a tomar decisiones o a cambiar rumbos que nos permitan soñar nuevos proyectos que ganarán impulso para el nuevo año. Ritualizar este tiempo ayuda a acompañar desde nuestra conciencia en la tierra los movimientos del cielo.