Sorpresa: Casal falló contra los intereses de Macri en la injerencia de la Justicia porteña en la causa Correo
La decisión del procurador interino de dictaminar contra la intervención del Tribunal Superior de Justicia porteño para revisar fallos de las Cámaras de Apeleaciones de la Justicia civil y Comercial en CABA generó sorpresa y enojo en Mauricio Macri que buscaba un vericueto legal para llevar a territorio propio la causa del Correo.
Eduardo Casal, procurador interino puesto a dedo por Mauricio Macri, dio la sorpresa cuando dictaminó en contra de la intervención del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) porteño como instancia de revisión sobre las Cámaras de Apelaciones de la justicia civil y comercial con asiento en la Ciudad de Buenos Aires.
Es que era un problema más allá de la causa del Correo Argentino, después de una presentación de SOCMA de los Macri que tuvo acogida en el TSJ- y se basaba en un antecedente por la causa "Levinas", que había arribado a revisión de la Corte. Desde el 13 de marzo, la Procuración tenía en sus manos el dictamen al respecto.
"No tiene competencia para revisar la sentencia dictada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil", fue la conclusión de Casal que deja en falsa escuadra a los jueces Inés Weinberg de Roca, Santiag o Otamendi y Marcela De Langhe que no solo se inclinaron por intervenir en esa causa, sino que reiteraron el criterio en "Esuvial" y en "Correo".
Esta opinión obviamente incide en el expediente de alto voltaje político como es el concurso de acreedores de la firma de los Macri y va en sentido contrario a la intención de las controlantes de la residual Correo para colocar al TSJ por encima de la decisión de la Cámara Comercial que debe revisar si la jueza Marta Cirulli decreta la quiebra y si la hace extensiva al holding de los Macri.
Según informó el periodista Gabriel Morini se espera que esta misma semana el dictamen -no vinculante- regrese a la Corte, donde aunque reconocen que es un tema pendiente, no se espera un fallo antes del comienzo de la feria judicial de invierno. La opinión de Casal es también un gesto de descompresión hacia la furia que había desatado el TSJ en la justicia nacional que cerraba filas para "ignorar" las directivas que emanaban de ese tribunal y no le reconocían competencia para revisar sus decisiones como paso previo a deducir un recurso extraordinario ante la Corte.
Esa es la médula de la discusión jurídica. Si la Corte delimita el margen de acción del TSJ es el siguiente paso que debería llegar en formato de sentencia."No incumbe al Poder Judicial realizar por vía pretoriana traspasos de competencias nacionales a la Ciudad -dictaminó Casal- lo que equivale a arrogarse mayores facultades que las que le han sido conferidas expresamente, e invadir de ese modo la órbita de competencias exclusivas del Congreso".
Hacía referencia a los convenios firmados en el legislativo respecto al traspaso, pero también desliza que ningún departamento del Estado podría recorrer este camino, al menos de manera "lícita". Casal analizó la aplicación del precedente "Bazan" de la Corte (de la familia de fa llos que delinearon mayor autonomía a la CABA) pero consideró que debió analizarse de forma estricta a lo planteado allí, donde se dirimió qué tribunal debía definir un conflicto de competencia.
Dicha cuestión no será definitiva hasta un fallo de Corte, pero debilita el argumento del clan Macri para hacer intervenir al TSJ en Correo y alienta la rebelión en ciernes para que los jueces desoigan al tribunal porteño, exponiendo aún más a los tres jueces que lo avalaron.