Urribarri
Urribarri trabaja para tener un rol decisivo en el mundo K
El ex gobernador explicita su estrategia para el año electoral que se avecina. El contexto invita a mirar lo que sucedía cuatros años atrás.
Sergio Urribarri parece dar una señal clara para el interior del Frente de Todos. Ser una cara visible e identificable con el kirchnerismo en el 2023.
El ex gobernador no puede ser candidato (algunos creen que sí), al menos que se de vuelta la condena de primera instancia. Una serie de instancias judiciales le quedan por delante para revertir la condena fijada en 8 años de prisión y la inhabilitación para ocupar cargos públicos. Ese proceso judicial llevará un tiempo para llegar a la Corte Suprema.
De recorrida por diferentes puntos de la provincia, el ex mandatario pone de relieve una narrativa kirchnerista. Se ha comparado con la ex presidenta por sus problemas en el ámbito judicial. Hace unos meses había cambiado su foto de perfil en las redes al suplantar una suya por otra en la que lo muestra con Cristina Kirchner. Ahora lo volvió a hacer. En la nueva imagen aparece con la vicepresidenta y Néstor Kirchner.
Este jueves estuvo en Concepción del Uruguay. Fue el primer acto de los que viene realizando en el que hubo presencia institucional. E importante, si se quiere. Concurrieron el intendente Martín Oliva; José Lauritto; el ex intendente Carlos Schepens; concejales, funcionarios municipales y autoridades del PJ local. También se hicieron presentes el diputado y ex intendente de Colón, Mariano Rebord; los intendentes de Herrera, René Bonato, y de Las Moscas, Julio Schimp; la ex diputada nacional Delma Bertolyotti, la ex diputada Miriam Lambert, el senador Oscar Arletazz y el dirigente y funcionario municipal Ezequiel Valdunciel.
La convocatoria fue en el marco de la presentación del libro “Néstor, el hombre que cambió todo”, que realizó Jorge “Topo” Devoto. El trabajo consistió en recopilar textos de diferentes referentes kirchneristas sobre la vida política del mandatario fallecido. Urribarri participa. Cuando el libro dio la luz, el ex gobernador se encargó de hacerle llegar un ejemplar a buena parte de la dirigencia entrerriana. Todavía era embajador en Israel.
“Venimos repitiendo que el amor vence al odio, pero en estos días nos dimos cuenta que el amor no alcanza para vencer al odio. Al odio se lo vence con política, con militancia y con memoria”, expresó Urribarri durante la actividad en Concepción del Uruguay. Y dejó el mensaje: “En 2023 vamos a ir para donde vaya Cristina”.
El ex gobernador estuvo en la esquina de Uruguay y Juncal antes del jueves negro de la semana pasada, cuando un atentado paralizó al país.
Hace cuatro años, en 2018, Urribarri también transitaba una situación complicada en la Justicia. Ya estaba en marcha el proceso electoral del 2019 y el entonces presiente de la Cámara de Diputados juntaba dirigencia para torear a Gustavo Bordet. Julio Solanas era el hombre que cerraba los actos. Un día después de la detención de Juan Pablo Aguilera por la causa de los “contratos truchos”, el sábado 15 de diciembre, hubo un acto en Villaguay en el que estuvo Alberto Fernández, que ya oficiaba de lobista de la ex presidenta. Estuvieron Solanas, Blanca Osuna, el camporista Juan Manuel Huss, y la entonces a diputada nacional Cristina Álvarez Rodríguez.
“No son momentos fáciles para la familia, pero nos la bancamos”, confesó Urribarri en esa jornada a días de finalizar el año y a un mes y medio del cierre de listas para las elecciones que se celebrarían en abril y junio. Fruto de ese acuerdo entre Fernández en representación de Cristina y Bordet surgieron las diputaciones de Solanas, Huss, Paola Rubattino y la camporista Stefanía Cora. Ésta última fue propuesta para viceintendenta, pero Adán Bahl se negó a abrirle la puerta al kirchnerismo.
El cuadro de situación actual tiene algunos parecidos, pero el contexto es diferente. Bordet no tiene reelección, el peronismo no tiene candidato, y el desastre económico no es de Juntos por el Cambio sino que lleva ahora el nombre del Frente de Todos.
En aquel fin de año de 2018 un sector del peronismo no estaba dispuesto a acordar con el kirchnerismo enrolado en Unidad Ciudadana. Por lo menos le sugería al Gobernador que se impondría sin esa alianza, cosa que era cierto. Sin embargo, Bordet finalmente accedió y dio por sepultada aquella certeza que había esgrimido en los estudios de La Nación Más en 2016 cuando dio por terminado al kirchnerismo.
Otra vez un fin de año aparece como el destino para develar las intrigas en Entre Ríos. Los actores no cambiaron demasiado. Las perspectivas de uno y otro lado son absolutamente diferentes de aquella primavera peronista.