29/06: Calma, precisión, y aquel gol en el botín de Burruchaga
Jorge Luis Burruchaga lo relató así un día en su tierra natal (Gualeguay, Entre Ríos):
"Normalmente, vas corriendo y empezás a mirar para los costados, o quien viene atrás, yo nunca miré a los costados. Jorge Valdano, que me seguía del lado izquierdo, me dijo después del partido 'No te quise decir nada porque en ningún momento me miraste, siempre estuviste con la cabeza adelante'. Yo lo que miré es lo lejos que estaba el arco, la silueta de (Harald) Schumacher, que encima era muy visibles amarilla no me distraje de esa concentración que tenía en ese momento".
El evento internacional quiso hacer tierra en Colombia, pero desde entonces que Colombia no es tierra propicia para eventos deportivos, y el destino movió la brújula hacia el Norte y clavó anclas en México.
Justo por aquellos días en la tierra azteca había sed de celebración, luego de haber sufrido tanto dolor y muerte al sacudirse hasta el tuétano el DF y aledaños: el terremoto del 19/09/1985.
Los sismos y otras rabietas telúricas suceden así, sin pre aviso, y aquel abrió tumbas para 10.000 mexicanos, dejó otros miles sin techo y la necesidad de US$ 2.000 millones para la reconstrucción. Pero los estadios de fútbol donde se había jugado la Copa FIFA 1970, quedaron intactos.
"(...) Finalmente, el 20 de mayo de 1983, la FIFA designó por voto de unanimidad a México, que ya había sido sede de la Copa Mundial de Fútbol de 1970, y así mantenía la táctica de rotación de sedes entre Europa e Iberoamérica.
(...) Para esta edición, el formato del torneo volvió a cambiar. La segunda ronda ya no sería una fase de grupos, como sucedía desde 1974, sino que volvería al antiguo sistema de eliminación directa, pero en esta ocasión se agregarían los octavos de final, a causa del aumento de las selecciones participantes que se produjo en el Mundial anterior. También clasificarían a esta etapa eliminatoria los 4 mejores 3ros., junto con el 1ro. y el 2do. de cada grupo, método que se mantuvo hasta la Copa Mundial de Fútbol de 1994. (...)".
Hora de volver al relato de Burruchaga:
"Lo que tenía en la cabeza es que era gol, en ningún momento dude que iba a ser gol. Me doy cuenta del empujón que (Hans-Peter) Briegel me da una vez que yo toco la pelota me corre, pero ya la había tocado".
Ante los 114.600 espectadores que hacían vibrar el Estadio Azteca, salieron al ruedo los equipos oponentes con sus capitanes.
Por Argentina, Diego Armando Maradona.
Por Alemania Occidental, Karl-Heinz Rummenigge.
El defensor central José Luis Brown abrió el marcador para Argentina en el minuto 23, con un cabezazo tras un tiro libre.
El marcador se congeló en el 1-0 hasta el descanso.
Pero, al regresar, a los 55, Jorge Valdano puso el 2 a 0, con un remate bajo.
Rummenigge, el capitán germano, anotó un gol a los 74, su 1er. gol en el torneo: 2 a 1 el partido y los alemanes fueron por el empate con alma y vida.
Nueve minutos más tarde, con un cabezado de Rudi Völler, Alemania, en el minuto 83, el partido quedó 2 a 2.
¿Qué haría la Argentina, que no había podido mantener su ventaja?
El capitán argentino, Diego Maradona, seguía bien marcado por Lothar Matthäus.
Sin embargo, de pronto, pudo darle aquel inolvidable pase a Burruchaga, justo cuando el reloj marcaba el minuto 86.
"La pelota la toque dos veces con la izquierda, increíblemente, en una cancha que era deplorable, distancia que había porque me dio el tiempo, no como el gol de Maradona, más allá que tenía rivales, el Gordo la llevaba pegada al piso, yo la tire ara adelante, mas allá de mis condiciones, yo no podía hacer eso, llevarla pegada, porque tenía mucho recorrido".
En el estadio se produjo un instante de ensordecedor silencio, y luego el festejo: 3 a 2.
Burruchaga ya había convertido un gol ante Bulgaria (victoria por 2 a 1). Pero el gol del 3 a 2 contra Alemania fue diferente porque resultó la Copa del Mundo:
"Terminó en gol porque mereciamos ser campeones del mundo, porque nos rompimos el culo durante cuatro años, nos tuvimos que bancar un montón de cosas, nos convenció Carlos (Bilardo), de lo que quería, nos llevó un mes antes a adaptarnos al clima, No fue casualidad, mas allá e Tener a Diego, que era el mejor jugador del mundo y era nuestra bandera y nuestro as de espadas, no fue casualidad que todos hallamos jugado en un nivel superlativo como nunca lo habíamos hecho".