Actividad Física, Deporte y Salud
“Disposición para la Práctica Saludable de la Actividad Física”
El objetivo de realizar la Entrada en Calor, es preparar el cuerpo para la actividad física posterior, es un conjunto de actividades físicas ejercicios, una buena entrada en calor aumenta la circulación sanguínea, que alimenta a músculos, así tomarán temperatura y se adquirirá una mayor flexibilidad y eficiencia en los mismos. Muchas veces no le damos una verdadera importancia.
Entrar en calor aumenta el flujo sanguíneo, disminuye la rigidez de los músculos, reduce la probabilidad de contraer lesiones y mejora el rendimiento.
El músculo “frío” es más propenso a las lesiones, no tiene la suficiente oxigenación, tono y nivel de viscosidad necesario para trabajar adecuadamente. Por otra parte, los beneficios de la entrada en calor son múltiples; aumenta la frecuencia cardíaca y respiratoria, lo cual permite:
⦁ -Captar más oxígeno
⦁ -Transportar y absorber más oxígeno
⦁ -Reducir la duración del déficit de oxígeno
⦁ -Aumentar la temperatura corporal, lo cual permite:
⦁ Mejorar la contracción muscular,
⦁ Mejorar la relajación muscular,
⦁ Prevenir lesiones y retrasa la fatiga.
Definitivamente, hoy el factor psicológico es esencial. Por eso, es importante involucrarse en la actividad de menor a mayor. Esta suerte de activación permite prepararlo mentalmente para el trabajo que tiene por delante.
Si antes de iniciar la sesión el profesor ha comunicado al grupo los objetivos del día (aspecto recomendable), se inicia la actividad física pensando en dichos objetivos. Para otros, en cambio, el aumento suave y controlado de la intensidad sirve como agente motivador y ayuda a crear una auto-confianza.
La entrada en calor debe tener dos partes, una con características generales y otra específica, independientemente de la actividad física.
⦁ La primera parte consta de un trote continuo a baja intensidad, que puede incluir variaciones en el desarrollo e ir involucrando movilidad general de las articulaciones y partes del cuerpo, a través de ejercicios localizados de movilidad articular, tendientes a mejorar los índices de la flexibilidad, como capacidad condicional relevante.
⦁ Luego, en la segunda parte, aparecen trabajos propios de la motricidad específica. Es decir, variabilidad motora, según la segunda parte de la clase o sesión.
Citas Bibliográficas:
⦁ American College of Sport Medicine (2023). Manual ACSM para la valoración y prescripción y orientación del ejercicio, Paidotribo.
⦁ American College of Sport Medicine (2020) “Actividad Física y Salud”. España.
“Apostemos Todos, por una Nueva Cultura Activa y Saludable”
Prof. Lic. Casiano Carballo.
⦁ Profesor Universitario en Educación Física.
⦁ Licenciado en Actividad Física y Deporte.
⦁ Miembro de la Red Actividad Física de la Argentina (RAFA).
⦁ Miembro de la Red Actividad Física en Adultos Mayores (RAFAM).
⦁ Miembro de la Federación Internacional de Educación Física y Deportiva (FIEPS).