Fernando Gago volvió a jugar después de casi 7 meses
Volvió Fernando Gago , aunque no todo es color de rosa. Su actuación en la Reserva de Rolando Schiavi enfrentando a su par de Unión de Santa Fe (los xeneizes vencieron 1-0 con gol de Chiccó) tuvo puntos buenos, pero también dejó al descubierto aspectos importantes a tener en cuenta para saber qué tanto le falta para volver a verlo dentro del equipo de Guillermo Barros Schelotto . Por el clima que hubo durante toda la noche del sábado y el mal estado del campo de juego (agua, barro y pozos) parecía un riesgo probarlo tras una lesión tan sería como la que tuvo. Sin embargo, el mediocampista lo supo manejar bien.
El volante, de 32 años, volvió a jugar un partido luego de casi siete meses. Y eso, desde ya, es un aspecto destacable. La intención suya, del cuerpo técnico comandado por Guillermo Barros Schelotto y de los médicos del plantel profesional era observar cómo terminaba su físico luego de 45 minutos con roce de competencia. Y eso es, quizás, lo que más faltó.Por eso es difícil afirmar que Gago está bien y que en poco tiempo estará otra vez a disposición. Durante los últimos entrenamientos había sentido dolor y generalmente terminaba la actividad con mucho líquido en su rodilla derecha, en la que en octubre sufrió la rotura de los ligamentos cruzado anterior y lateral interno jugando para la selección Argentina, y es por eso que dejó a la vista señales que evidencian lo mucho que falta para que llegue a su plenitud.En Casa Amarilla estuvieron viendo a Gago el presidente Daniel Angelici y el Mellizo. Por un lado, el capitán, que volvió a usar su N°5, debió jugar con una de esas cintas elásticas coloridas llamadas "kinesio taping" (sirven para mejorar la circulación, darle nutrientes a los tejidos y regenerar las lesiones) a lo largo de su pierna derecha y cubriendo gran parte de su rodilla. Pero el punto más importante es que Pintita evitó la fricción lo mayor posible. Y ahí está el punto: más que un partido para sumar minutos, pareció ser más una práctica de las que hay en la semana.En ese primer tiempo que lo tuvo en la cancha, tan solo tuvo dos contactos fuertes con los rivales. El primer roce transmitió suspenso y miedo en una tribuna colmada de hinchas: fue a buscar con la pierna en alto una pelota aérea y el futbolista Tatengue se lo llevó puesto con fiereza. Es que además de costarle físicamente el partido, algo lógico, también se lo vio con temor cada vez que un jugador contrario le respiraba en la nuca. En la segunda sí estuvo más firme: se plantó a esperar que el rival llegara, trabó la pelota con fuerza y salió de la marca con un toque sutil. Y pese a que su calidad está intacta, también en esa pierna falta la potencia y seguridad suficiente como para meter algún pelotazo de esos que acostumbraba al inicio de la Superliga. Tan solo uno a Tomás Fernández, el chico que alguna vez hizo fastidiar a Pablo Pérez en un entrenamiento, llegó con éxito.La cuestión es que se hizo esquivo al roce. Cuando el equipo de Schiavi tenía salida, él se mostró siempre como la primera opción entre los centrales. En cambio, cuando los santafesinos tenían la posesión y se decidían a atacar, Gago se adelantaba unos metros, casi como un enganche, y dejaba que Julián Chicco y Nicolás Capaldo se encargaran de la contención.Pese a todo esto, lo importante es que "terminó muy bien" tras ese tiempo que jugó, según le aseguraron a LA NACION fuentes confiables. Aunque "recién mañana van a saber mejor cómo aguantaron los cruzados". Será un análisis importante para saber con qué paso continúan, más allá de que el doctor Jorge Batista está tranquilo de que en su momento la operación salió muy bien.Gago volvió, pero deberá primar la paciencia para que su rodilla derecha termine de recuperarse.
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