Deporte
La ciencia confirma que las artes marciales son cosa de listos.
¿Cinturón negro? El secreto no está en tus puños, está en la mente. La sospecha viene de lejos. Una investigación de la Universidad Global y el Imperial College, ambos de Londres.
Los beneficios de las artes marciales para niños que piensan y aprenden diferente.
Hacer ejercicio es bueno para todos los niños. Pero puede que a los niños que piensan y aprenden de manera diferente se les dificulte encontrar un deporte apropiado para ellos. Averigüe por qué las artes marciales pueden ser una buena opción para su hijo.
¿Qué son las artes marciales?
Las artes marciales son una práctica antigua que proviene de Asia. Originalmente fueron creadas para la autodefensa. Hoy en día, muchas personas practican las artes marciales como una manera de desarrollar fuerza física y mental.
Hay diferentes tipos de artes marciales. Algunas, como el karate, el kung fu y el taekwondo se centran en golpear y bloquear. Otras, como el judo y el jiu-jitsu se enfocan en la lucha y en someter al adversario. Todas usan movimientos deliberados y repetitivos y enfatizan la conexión entre mente y cuerpo.
Científicamente está comprobado que las artes marciales ayudan a mejorar el autocontrol y la concentración.
Los beneficios de las artes marciales para los niños
Existen muchas razones por las que las artes marciales pueden beneficiar a los niños que piensan y aprenden de manera diferente. Estos son los beneficios:
- Se enfocan en el crecimiento individual, no en la competencia en equipo. Muchos niños tienen problemas con la presión de tener que competir con otros niños. Por lo que los deportes tradicionales puede que no les parezcan atractivos. Pero en las artes marciales el enfoque está en la mejoría personal. No existe el “decepcionar al equipo”.
- Se dirigen a objetivos concretos. Algunos niños que piensan y aprenden de manera diferente sienten que nunca “ganan” en nada. En las artes marciales los niños trabajan a su propio ritmo. Cada vez que alcanzan un grado de habilidad superior son premiados con una cinta de diferente color. Esto puede impulsar la autoestima y mantenerlos motivados.
- Las rutinas se dividen en partes manejables. Una técnica o forma en las artes marciales puede incluir una serie de movimientos diferentes. Pero los niños aprenden de manera gradual, repitiendo y añadiendo pasos al ir avanzando. Aprenden a anticipar qué paso sigue y eventualmente los juntan en movimientos fluidos.
- Se enfocan en el autocontrol y la concentración. La atención es fundamental en las artes marciales. Los niños tienen que estar concentrados para aprender y ejecutar los movimientos. Cuando un niño se distrae, los instructores a menudo le pedirán que adopte la “posición de espera”. Esta posición les permite reajustarse y prepararse para lo que sigue.
- Ayudan con la coordinación. Los movimientos de las artes marciales pueden ayudar a los niños a desarrollar un mejor sentido de su cuerpo en el espacio, lo cual puede ser beneficioso para los niños que tienen problemas con las habilidades motoras. También ayuda a los niños a entender el poder de su mente sobre el cuerpo. (Esto puede ser de utilidad para los niños con TDAH).
- Aportan estructura. Los buenos instructores de artes marciales tienen reglas claras y constantemente las refuerzan. También enfatizan el buen comportamiento dentro y fuera de la clase. Algunos incluso envían a los niños a sus casas con gráficos de comportamiento que los padres deben firmar.
- Ofrecen una manera segura de liberar el exceso de energía. Es un mito que las artes marciales fomentan actos de violencia. De hecho, los instructores a menudo hacen hincapié en que pelear es el último recurso. Al mismo tiempo, las patadas y los golpes de Kung fu permiten que los niños disipen la frustración o el enojo, al mismo tiempo que practican el autocontrol.
- El ambiente es de aceptación. El respeto es un valor fundamental en las artes marciales. Los niños deben mostrarlo a sus instructores y compañeros. La negatividad usualmente no se tolera en clase, y se alienta a los estudiantes a apoyarse mutuamente.
- Son especiales. Los niños que piensan y aprenden de manera diferente a veces se sienten incómodos o fuera de lugar socialmente. Pero muchos niños consideran que las artes marciales son geniales. Es difícil no sentirse especial cuando se usa el kimono de artes marciales y se rompen tablas por la mitad.
Qué buscar en una clase de artes marciales
Es posible que en su vecindario se impartan clases de diferentes tipos de artes marciales. Algunos, como las artes marciales combinadas (o MMA, por sus siglas en inglés) son más agresivas y podrían no ser la mejor elección para los niños.
La mayoría de las clases para jóvenes enseñan taekwondo o karate. Sin embargo, el tipo que elija para su hijo no es tan importante como el método de enseñanza que usen.
Antes de inscribirse, reúnase con el director del lugar. Sea honesto acerca de los desafíos de su hijo. Explique lo que usted espera que él obtenga de la clase.
Para tener la mejor experiencia, la escuela que elija debería:
- Tener un enfoque tradicional que se centre en el desarrollo de la personalidad.
- Ofrecer una pre evaluación gratuita para que el instructor pueda analizar las destrezas de su hijo así como sus desafíos. Usted puede también determinar si su hijo armoniza con el instructor.
- Tener una baja proporción de estudiantes-maestro. Si hay demasiados estudiantes, su hijo podría no recibir suficiente atención.
- Tener instructores comprensivos. Aunque es importante que los instructores sean exigentes, también deberían ser comprensivos, solidarios y empáticos con los desafíos de su hijo.
Las artes marciales son una excelente oportunidad para que los niños desarrollen una autoestima positiva y se sientan parte de una comunidad. Aprenda cómo facilitar a su hijo el camino hacia el deporte.
Puntos clave
- La enseñanza de las artes marciales se enfocan tanto en la mente como en el cuerpo, pueden ayudar a los niños a desarrollar respeto, disciplina, autocontrol y concentración.