barra de Boca
La Doce viaja a Abu Dhabi: como será el lujoso tour de la barra de Boca
Los 20 miembros más importantes de la cúpula encabezada por Rafael Di Zeo y Mauro Martín viajarán a Emiratos Árabes para alentar al equipo en la Supercopa Internacional con Racing. Ya tienen avión y hospedaje reservado.
Después de haber visto a la Selección Argentina ser campeona del mundo por TV y desde la comodidad de su sillón, la barra de Boca tendrá revancha en suelo árabe: ultima detalles para volar hacia Abu Dhabi a alentar al equipo de Hugo Ibarra en la Supercopa Internacional que se disputará el 20 de enero.
Las dificultades que podía tener La Doce para esta travesía ya están sorteadas: la Justicia habilitó el viaje de aquellos que tienen causas judiciales y no hay convenio de derecho de admisión entre Argentina y Emiratos Árabes Unidos. De esta manera, no habrá prohibición de concurrencia. Con este camino allanado, la cúpula de la barra xeneize ya tiene en sus manos pasaje y hospedaje: partirán el 16 por la aerolínea Emirates en el vuelo EK 248 que hace escala en Río de Janeiro para seguir después rumbo al destino final donde arribarán el 17 por la noche. Dato a tener en cuenta: habrá tres jornadas libres entre la llegada y la fecha del partido, por lo que deberán portarse como carmelitas descalzas si no quieren tener problemas en tierras lejanas.
La vuelta está estipulada para el 22 de enero y el lugar de alojamiento es un hotel de la zona de Al Barsha, donde está el Mall of the Emirates, el segundo centro comercial más grande de Dubai, que no solo tiene todas las tiendas de lujo sino hasta una pista de esquí dentro. Allí, los hoteles arrancan, según la categoría, en 60 dólares la noche y hay hasta de 300 billetes de la moneda estadounidense.
Viajarán los 20 miembros más importantes de la barra. Diez del grupo de Rafael Di Zeo y mismo número del de Mauro Martín. Al igual que el resto de la cúpula, ambos cabecillas cargan con problemas judiciales que esta vez quedaron de lado. Primero pidieron autorización en el Tribunal Oral Federal Número 8 de la doctora Sabrina Namer, donde están elevados a juicio oral 11 integrantes de la barra por encubrimiento agravado, hecho que se remonta a un partido en la Bombonera de 2016 cuando presuntamente facilitaron la huida de quien era por entonces el tres de La Doce, Maximiliano Oetinger, buscado por secuestro extorsivo. Oetinger tenía un prontuario pesado y había sido miembro de la banda La Chocolatada, un grupo delictivo de jóvenes con asiento en Lugano que se especializaba en delitos de toda laya.
Sin embargo, esa causa está a punto de prescribir, ya que el propio fiscal del caso aseguró no tener material para llevar adelante la acusación, por lo que tras la feria judicial seguramente serán todos absueltos de culpa y cargo. La acusación era que habían hecho un cerco a la salida del partido tras ser avisados de que la Policía estaba buscando a Oetinger con lo que no dejaron actuar a las fuerzas de seguridad y así el barra logró fugarse.
Más allá de que se logró probar en la etapa de instrucción que uno de los barras clave de La Doce, Guillermo Mou Brunetta, fue a quien le llegó el dato de lo que iba a suceder y lo pasó, para la Justicia no hay constancia de que Brunetta arregló con la cúpula la huida de Oetinger. Y como Brunetta murió en pandemia, no estará su testimonio. Todo se encamina al famoso “acá no pasó nada”.
Por eso la barra piensa mantenerse en sus casillas y hacer buena letra. Porque sabe que cualquier disturbio en Abu Dhabi podría demorar el fallo a su favor, que además tiene implicancia clave en el derecho de admisión porque es este caso el que utilizó el Gobierno para aplicarles la prohibición de concurrencia hasta marzo de este año. Si son absueltos como todo indica, no habrá más razones para que no puedan volver a subirse al paravalanchas de la segunda bandeja de la popular norte.
Di Zeo, por su parte, tiene otro juicio en trámite. Se lo acusa de haber instigado la pelea interna de La Doce en la previa de un clásico con San Lorenzo en los alrededores del Nuevo Gasómetro el 20 de julio de 2013 que terminó con dos barras muertos. En ese proceso judicial también pidió autorización y todo hace pensar que la próxima semana su solicitud será aceptada, dado que siempre estuvo a derecho y que las audiencias que faltan están fijadas recién para febrero, tras la feria judicial.
Viene con buenas perspectivas Di Zeo en este caso y, salvo que el fiscal Aldo de la Fuente tenga un as bajo la manga que aún no ha jugado, los caminos llevan a una absolución porque en las audiencias de noviembre y diciembre ningún testigo lo ubicó en el lugar de los hechos y mucho menos dando una orden vía teléfono celular.
Por todo eso nadie vislumbra un conflicto de la barra de Boca en Emiratos Árabes. Aunque una cosa es lo que quiere La Doce y otra distinta es lo que podría ocurrir si hay algún chispazo con la barra de Racing en alguna calle de la ciudad. Hay tres días desde la llegada hasta el partido para que las paralelas se toquen.
Por eso todos están a la espera de quiénes serán los barras de la Academia que finalmente viajarán a darle su apoyo al equipo de Fernando Gago. Porque además en Racing la situación está que arde: Leandro Paredes y Enrique Rulet, jefes de la facción Los Pibes de Racing que domina el Cilindro desde 2021, están presos desde el mes pasado, lo que abrió una pelea por su sucesión que por ahora quedó en manos de Martín Ramírez, alias Tincho, acompañado según un informe que tiene la fiscalía 4 de Avellaneda por Matías Alfonzo, alias Cara de Paty, y Darío Barzola, alias Gamuza.
No obstante, del otro lado la vieja Guardia Imperial hay intenciones de volver. De hecho, ya hubo un encontronazo en la sede del club el martes pasado y los rumores sostienen que el grupo disidente con base en Dock Sud tiene decidido viajar. La relación entre ambos bandos de Racing con La Doce no es de viejos amigos. Lo único que los asemeja es la billetera, ya que todos los integrantes parecen contar con el dinero suficiente para poder asegurarse un lugar en la tribuna y costear un costoso viaje que entre vuelo, alojamiento y comida se estima en cerca de un millón y medio de pesos por esa semana.