Urquiza se despidió de la copa.

Con la necesidad de los tres puntos en casa, Urquiza, desde el inicio, trato de adueñarse del protagonismo del partido, situación que le costó un poco, debido a que no pudo hacer pie en la mitad de la cancha y perdía rápidamente el balón. Por su parte, Juventud, con la clasificación en el bolsillo, propuso un partido jugado por las bandas, donde en un principio doblego a Urquiza y en el mano a mano los delanteros superaban a Villagra por derecha y chaparro por izquierda. Fue por el sector izquierdo del ataque que juventud encendió las alarmas de los defensores que en dos veces consecutivas se vieron superados primero por Asevedo quien definió apurado por sobre el travesaño y luego por Aguilar que no llego a una pelota cruzada. 

Sin tener claridad en el juego, el movimiento de Giménez en el frente de ataque preocupaba a la defensa de la visita que veía en el mano a mano, tener alguna complicación para contener los avances de Urquiza, sobre todo cuando la pelota llegaba al vacio para la trepada de Albornoz. En uno de los tantos avances por izquierda, y luego de una falta, el tiro libre que cayó en el área no pudo ser conectado por Molina que entraba sin marca por la derecha cuando el arquero había perdido el control de la defensa. 

El Liebrero, vio con claridad y lo puso en práctica, que la velocidad por los costados le podía dejar réditos positivos, y cerca de los quince del primer tiempo, una pelota puesta en profundidad para Santiago Burgos, les gana a los defensores y cuando salió el arquero alcanza a tocar la pelota por un costado y consigue abrir la cuenta para el conjunto de Urdinarrein. Fue a partir de ese momento que juventud insistió en esa forma de ataque cediéndole el balón y algo de terreno al más necesitado. Urquiza.

El auriverde, se adueñó de esa circunstancia y volcó los avances en la busca de su goleador Conrado Besel, que, con su experiencia, pasada la media hora, le gana la posición al marcador central y lo obliga cometerle infracción dentro del área, el árbitro no duda en la sanción y es Matías Giménez el encargado de la ejecución para poner el partido uno a uno. El empate entono al equipo de Gomez Vuoto, y fue a buscar lo que necesitaba, teniendo dos situaciones para ponerse en ventaja antes del cierre de la primera etapa, primero en los pies de Giménez quien desde la puerta de área no logro rematar con potencia y luego el arquero tuvo que esforzarse para mandar al córner un disparo nuevamente de Giménez. 

Para el complemento, Urquiza, entendió desde el inicio que tenía que buscar el triunfo que lo depositara en la siguiente fase, por ese motivo adelanto por la banda derecha a Chaparro con la intención de tener mayor profundidad por la banda, tratando de sorprender a una defensa que esperaba espero al borde del área cada pelotazo que llegaba en busca de Besel. Desde la derecha llego el centro pasado que no pudo conectar Mirko Verón en el inicio del segundo tiempo. Daba la sensación que Urquiza podía quebrar la paridad, si bien no podía doblegar a su rival, el partido se jugaba más cerca del arco de Rodrigo Gauna. De todas formas, a medida que pasaban los minutos, la visita, no resigno al ataque y de contra empezó a encontrar los espacios que naturalmente por necesidad dejaba Urquiza, al atacar. 

Sin tener la claridad y la precisión que era necesario, Urquiza tuvo la más clara del partido en una pelota en el punto del penal que le queda a Besel, pero el delantero define rápido ante la salida del arquero y la pelota increíblemente levanto vuelo y se fue por encima del travesaño. Estaba más cerca de las situaciones que en el juego, pero se sabe que juventud se adapta al contragolpe y trabaja los partidos en función de esta virtud. 

Dentro de esta característica, apareció en el partido Cristian Godoy, quien había ingresado en el complemento, aprovecho a la salida del círculo central, una pelota picando y sin dudar le pego al arco metiéndola pegado al travesaño, convirtiendo un golazo inesperado por el trámite en el que se desarrollaba el partido. Picardía del delantero que utilizó la desconcentración de los jugadores propios y del rival que volvían de la detención del juego impuesta por el árbitro para refrescarse. 

Fue un mazazo del que no pudo recuperarse, en el tiempo que restaba por jugar, a pesar de las variantes y el ingreso de algunos chicos que le pudieran cambiar la cara en ataque, dejo muchas ventajas en defensa, que juventud con su experiencia supo aprovechar por intermedio de Limas primero y luego de Curuchet para marcar el cuatro a uno del final.

Cuando Urquiza estuvo en partido fueron fundamental un par de atajas del Arquero Alfredo Baez, que supo responder en momentos necesarios del partido. Urquiza Culmina su participación en la supercopa, con un dato que no es menos. No pudo ganar en condición de local, y en este tipo de torneos cuando suceden esos resultados es difícil revertir la historia en el final.