Razón crítica
El Estado como arquitecto del capitalismo: un viaje de historia y esencia en la modernidad
El papel del Estado en el sistema capitalista contemporáneo es un tema de gran relevancia tanto histórica como actual. A través de los años, la intervención del Estado ha sido fundamental para el desarrollo, regulación y sostenibilidad del capitalismo. Diversos teóricos han aportado diferentes análisis profundos sobre esta relación.
La perspectiva histórica: Karl Polanyi.
Uno de los autores más influyentes en el estudio de la relación entre Estado y capitalismo es el economista austríaco Karl Polanyi. En su obra “La Gran Transformación” (1944), Polanyi argumenta que el mercado autorregulado es un mito y que el capitalismo solo pudo emerger y consolidarse gracias a la intervención estatal. Según él, el Estado fue crucial en la creación de mercados mediante la implementación de leyes, la protección de la propiedad privada y la formación de mercados laborales. En su noción de “doble movida”, Polanyi explica cómo las políticas del Estado tanto crean mercados como responden a las reacciones sociales que estas políticas generan. Este concepto se ejemplifica claramente en la historia del desarrollo del mercado laboral en Inglaterra durante la Revolución Industrial.
Primera movida (creación de mercados laborales libres) : durante la Revolución Industrial, el Estado británico impulsó políticas que facilitaron la creación de un mercado laboral libre. Ésto incluyó la derogación de leyes medievales que restringían la movilidad laboral y regulaban los salarios, como las Leyes de Asentamiento y el Speenhamland System, que brindaban apoyo a los trabajadores rurales. A su vez, el proceso de cercamiento (Enclosures) transformó tierras comunales en propiedades privadas, desplazando a los campesinos y forzándolos a buscar empleo en las fábricas urbanas. Este movimiento creó una fuerza laboral disponible para la naciente industria manufacturera.
Segunda Movida (respuesta social y reguladora): con el tiempo, las condiciones de trabajo en las fábricas se volvieron insostenibles, provocando una fuerte reacción social. En respuesta, el Estado implementó leyes laborales para proteger a los trabajadores. Los ejemplos incluyen las Leyes de Fábricas (Factory Acts), que comenzaron en 1833 y establecieron regulaciones sobre las horas de trabajo y las condiciones laborales, especialmente para mujeres y niños. Asimismo, la creciente presión social también llevó a la creación de instituciones de bienestar. La Ley de Pobres de 1834 reformó el sistema de asistencia social, aunque inicialmente de manera punitiva, lo que luego evolucionó hacia un sistema más inclusivo y protector con el tiempo.
El enfoque contemporáneo: Mariana Mazzucato.
Mariana Mazzucato es una economista italiana que ha hecho contribuciones significativas al entendimiento del papel del Estado en la economía moderna. En su libro “El Estado emprendedor” (2013), Mazzucato argumenta que el Estado no solo debe regular y corregir fallas del mercado, sino que también debe ser un actor clave en la innovación y el crecimiento económico. Según ella, muchas de las innovaciones tecnológicas más importantes del siglo XXI, desde Internet hasta la biotecnología, han sido posibles gracias a la inversión y el liderazgo del aparato estatal. La autora sostiene que el Estado debe ser visto como un socio activo y visionario en la economía, capaz de asumir riesgos que el sector privado no puede o no quiere tomar. Un ejemplo de ésto es el desarrollo de internet. En la década de 1960, ARPA, una agencia del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, inició un proyecto llamado ARPANET. Este proyecto fue diseñado para crear una red de computadoras que pudiera resistir ataques nucleares y permitir la comunicación entre distintas bases militares. La inversión inicial y la visión del Estado fueron fundamentales para establecer los cimientos técnicos de lo que eventualmente se convertiría en Internet. A lo largo de los años, la investigación financiada por el gobierno continuó contribuyendo al desarrollo de tecnologías esenciales para Internet, como los protocolos TCP/IP que fueron adoptados por ARPANET en 1983. Estos protocolos son la base del funcionamiento de la red y fueron desarrollados en gran parte gracias a la financiación y dirección de instituciones académicas y gubernamentales. Además, universidades como el MIT y empresas emergentes apoyadas por fondos públicos jugaron un papel crucial en la expansión de Internet más allá de los usos militares. La creación de centros de investigación y la apertura de la red a aplicaciones comerciales y académicas fomentaron su crecimiento y desarrollo como una infraestructura global.
Esta infraestructura básica proporcionada por el Estado permitió a empresas privadas desarrollar aplicaciones comerciales que transformaron la economía global, desde motores de búsqueda y redes sociales hasta comercio electrónico y servicios en la nube. Sin la inversión inicial y la infraestructura proporcionada por el Estado, muchas de las aplicaciones que damos por sentado hoy en día no habrían sido posibles.
La visión crítica: Nancy Fraser.
Nancy Fraser, una destacada filósofa y teórica crítica estadounidense, ofrece una perspectiva incisiva sobre el papel del Estado en el capitalismo contemporáneo. En su trabajo, Fraser explora cómo el capitalismo se sostiene no solo a través de la economía de mercado, sino también mediante la intervención estatal y la política social. En “Escalas de justicia” (2008), argumenta que el Estado debe garantizar no solo la estabilidad económica, sino también la justicia social y la equidad. Fraser subraya la importancia de reconfigurar el Estado para enfrentar las desigualdades y las crisis ecológicas del capitalismo contemporáneo, proponiendo una mayor participación democrática y políticas inclusivas que respondan a las necesidades de todos los ciudadanos. Ella argumenta que el Estado debe actuar como mediador entre el sistema económico y las demandas sociales, para evitar la desintegración de la cohesión social. Según su teoría, el Estado tiene la responsabilidad de asegurar que las decisiones económicas no socaven los derechos y necesidades de los ciudadanos. Fraser, subraya la importancia de la legitimidad democrática y el papel del Estado en la protección de los derechos sociales frente a las presiones del mercado.
La importancia actual del Estado.
En la actualidad, la intervención del Estado sigue siendo esencial para el funcionamiento del capitalismo. La crisis financiera de 2008 es un ejemplo claro: los gobiernos de todo el mundo intervinieron con rescates financieros masivos para evitar el colapso del sistema bancario y estabilizar la economía global. Asimismo, la pandemia de COVID-19 ha subrayado la importancia de la acción estatal en la gestión de crisis económicas y sanitarias, demostrando que los mercados por sí solos no pueden manejar crisis de tal magnitud.
Además, el Estado desempeña un papel crucial en áreas como la protección social, la regulación del trabajo, la educación y la infraestructura, todos componentes necesarios para una economía capitalista funcional y sostenible. La capacidad del Estado para adaptar sus políticas a los desafíos contemporáneos, como el cambio climático y la digitalización, también es fundamental para la evolución del capitalismo en el siglo XXI.
El Estado ha sido y sigue siendo, con sus aciertos y errores a mejorar, un actor fundamental en el sistema capitalista. Desde la creación de mercados hasta la gestión de crisis, pasando por la regulación y la protección social, su intervención es esencial para el mantenimiento y la evolución del capitalismo. Las teorías de Karl Polanyi, Mariana Mazzucato y Nancy Fraser son algunos de los tantos marcos valiosos para comprender esta compleja relación, subrayando que, a pesar de las variaciones en las políticas y enfoques, el rol del Estado sigue siendo central en la configuración del sistema económico global.
Julián Lazo Stegeman