Razón crítica
¿Es “nacional y popular” la agenda gubernamental?
Las politólogas María Amparo Casar y Claudia Maldonado señalan que las políticas públicas son un conjunto de decisiones de carácter público que atraviesan un proceso que va desde el establecimiento de la problemática a resolver, hasta su procesamiento y conversión en decisiones de autoridad por la vía que marcan las reglas de funcionamiento del propio sistema político.
El primer paso es entonces el de la gestación de una agenda. Una agenda no es más que el conjunto de “cosas que han de ser llevadas a cabo”, “que se procurarán, se intentarán”, cosas en las que “se pondrá empeño”.
En la literatura normalmente se habla de tres tipos de agenda: la agenda de los medios, la agenda pública y la agenda de políticas. No todos estos procesos de formación de agenda (como la mediática) corresponden al foco central de la ciencia política. Por esta razón, en este artículo nos centramos en una clasificación distinta, centrada en los procesos políticos de agenda-setting: la agenda pública, la agenda política y la agenda gubernamental.
La agenda pública está definida por el conjunto de temas que la ciudadanía y distintos grupos de la sociedad buscan posicionar para ser considerados como susceptibles de atención por parte de sus representantes. Por su parte la agenda política está constituida por el conjunto de temas que alcanzan prioridad en el debate y la acción de aquellos actores políticos que por su posición —esto es, por sus recursos, facultades y poder— tienen capacidad para impulsarlas.
Finalmente la agenda gubernamental es el conjunto de prioridades que un gobierno constituido plantea a manera de proyecto y que busca materializar a lo largo de su mandato. Como es evidente cada una de éstas tiene objetivos, actores, reglas de procesamiento y temporalidades distintas aunque la interacción entre ellas siempre está presente.
En Argentina existen un montón de problemas a resolver ligados a la administración de la cosa pública. Entre ellos podemos mencionar la pobreza, la indigencia, la falta de dólares o la inflación, entre otros. Sin lugar a dudas son temas que merecen toda la atención gubernamental para sus respectivas resoluciones. Entonces, ¿son estos tópicos antes citados elementos claves en la agenda del oficialismo actual? ¿Coinciden estas contingencias tan importantes en la agenda pública con la agenda gubernamental del Frente de Todos? ¿O acaso hay actores o grupos políticos, externos o internos al FdT, que mantienen una agenda política muy fuerte y condiciona la gestión del Presidente Alberto Fernández?.
Lo cierto es que se percibe claramente un desfasaje entre la agenda del Ejecutivo Nacional y los problemas reales de la gente. Ésto deriva en un conjunto de problemas que los ciudadanos deben afrontar y el campo político permanece inerte sin ofrecer solución alguna. La inflación y la consecuente pobreza, por ejemplo, son casos concretos para ilustrar lo mencionado. El 83% de inflación interanual registrado en septiembre, deja a Argentina a medio camino entre el récord regional de Venezuela (157% interanual) y el resto del continente. Chile (13,7%), Colombia (11,4%), México (8,7%) y Brasil (7,2%) son algunas de las grandes economías latinoamericanas que se están viendo castigadas por la subida de precios global, pero ninguna tanto como Argentina. El aumento de precios gana también la carrera a los sueldos, en especial a los de los trabajadores de la economía informal, más desprotegidos. El 8,8% de la población argentina es indigente, es decir, sus ingresos son insuficientes para comprar ni siquiera alimentos y tienen que recurrir a comedores gratuitos para no pasar hambre o que sea lo menos posible. El 36,5% es pobre y no gana lo suficiente para comprar la canasta básica, que incluye comida pero también abrigo y medicamentos, entre otros bienes de primera necesidad (Fuente: Mar Centenera para El País).
Anclados en el párrafo anterior, podemos decir que existe una agenda pública de primera necesidad, una agenda que mantiene gran parte de la sociedad de nuestro país que tiene que ver con el objetivo básico de poder subsistir día a día. ¿Cómo puede ser, como pareciese, que esta agenda no coincida con la del Gobierno Nacional?. Esta gestión actual transcurre sus días más en Comodoro Py que en los barrios y las calles. Las internas dentro de su frente político parecen más importantes que la realidad de miles de argentinos. Es un Gobierno que pareciera haber olvidado de las bases y esgrime continuamente un ideal político conectado a intereses particulares antes que colectivos. A poco del 17 de octubre, el oficialismo actual construyó una agenda gubernamental que no sólo mantiene una deuda con el contrato electoral firmado y rubricado en 2019, sino también con su propia historia. A esta altura cabe preguntarse: ¿Es nacional y popular la agenda de este Gobierno?.