Razón crítica
La decadencia del Narrador y las crisis del periodismo contemporáneo
En su ensayo “El narrador: Reflexiones sobre la obra de Nikolái Leskov”, el intelectual alemán y miembro de la Escuela de Frankfurt, Walter Benjamin, aborda la transformación de la narración y su papel en la sociedad moderna. Según Benjamin, el narrador tradicional, que transmitía sabiduría y experiencia a través de historias orales, está en declive debido a la creciente predominancia de la información factual y la vivencia individual. Este análisis, aunque escrito en 1936, resuena profundamente con las problemáticas que enfrenta el periodismo actual.
En la era digital, el periodismo se ha visto atrapado en una vorágine de cambios tecnológicos y culturales que han fragmentado la experiencia informativa y minado la credibilidad de los medios tradicionales. La velocidad y la inmediatez con la que se espera que las noticias sean reportadas han llevado a una cultura de la información que prioriza la rapidez sobre la profundidad. Los periodistas y medios están bajo una constante presión para ser los primeros en publicar una historia, lo que a menudo resulta en una cobertura superficial y en la proliferación de errores y noticias falsas.
Este fenómeno se refleja en la distinción que hace Benjamin entre experiencia (Erfahrung) y vivencia (Erlebnis). El periodismo contemporáneo, dominado por titulares rápidos y noticias de último minuto, ofrece principalmente vivencias: fragmentos aislados de información que carecen del contexto y la profundidad necesarios para transformarse en experiencia significativa para el lector. Esta carencia de profundidad y análisis ha llevado a una pérdida de confianza del público en los medios de comunicación, ya que las noticias rápidas no proporcionan la sabiduría ni el entendimiento que los narradores tradicionales solían ofrecer.
Además, la sobrecarga informativa y la fragmentación de la atención en la era digital han creado una audiencia dispersa y desinteresada. Las redes sociales y las plataformas digitales bombardean al público con una avalancha constante de información, lo que dificulta discernir entre noticias relevantes y ruido. En este entorno, el papel del periodista como curador de información y narrador de historias relevantes se ha visto seriamente comprometido. En lugar de actuar como guías que ayudan a entender el mundo a través de la experiencia compartida, muchos periodistas se ven reducidos a ser meros transmisores de datos.
La monetización del periodismo digital también ha tenido un impacto significativo en la calidad de la narración. La dependencia de los clics y las visitas para generar ingresos ha impulsado a muchos medios a adoptar tácticas de clickbait, priorizando historias sensacionalistas sobre reportajes en profundidad. Este enfoque no solo devalúa la calidad del contenido, sino que también erosiona la confianza del público en los medios de comunicación, alimentando un ciclo de desinformación y desconfianza.
En contraste con esta tendencia, el concepto de Benjamin de la narrativa tradicional ofrece una visión de cómo podría ser un periodismo más robusto y significativo. Los periodistas podrían beneficiarse al recuperar el arte de la narración, enfocándose en historias que no solo informen, sino que también eduquen y conecten emocionalmente con el público. Esto implicaría un compromiso con el contexto, la profundidad y la comprensión, en lugar de la mera acumulación de hechos aislados.
Además, los periodistas deben recuperar su papel como mediadores de la experiencia colectiva. En lugar de centrarse únicamente en eventos individuales y excepcionales, podrían buscar historias que reflejen las realidades compartidas de sus audiencias, proporcionando una narrativa más coherente y significativa de nuestra sociedad. Este enfoque ayudaría a restaurar la confianza en los medios y a fortalecer la conexión entre el periodista y su público.
Las reflexiones de Walter Benjamin sobre el narrador ofrecen una crítica perspicaz a las problemáticas del periodismo contemporáneo. La fragmentación de la experiencia, la presión por la inmediatez y la monetización de la información han socavado la capacidad del periodismo para actuar como un narrador significativo de nuestra época. Recuperar la profundidad, el contexto y la capacidad de transmitir experiencia podría ser la clave para revitalizar el periodismo y restaurar la confianza del público en los medios de comunicación.
Julián Lazo Stegeman