Dr. Bernardo “Cacho” Gandini
“La ropa sucia se lava en casa…” La inteligencia artificial (IA) rodea nuestra vida cotidiana…
3ª Entrega
Desbloqueamos el teléfono más de 100 veces al día para revisar notificaciones o leer noticias. Hay probabilidad de que estemos usando algún software basado en inteligencia artificial. La gran mayoría utilizamos inteligencia artificial, pero somos poco conscientes de ello; nos apoyamos en aplicaciones que usan inteligencia artificial para resolver problemas diarios. Nuestros datos y preferencias alimentan estos algoritmos, afinando las sugerencias para que se ajusten a nuestros gustos casi perfectamente. Es un gran beneficio del que nos servimos, porque bien usado nos ayuda en nuestra productividad. La IA tiene la capacidad de darnos muchos beneficios todos los días; nos indica el mejor camino a seguir, nos sugiere noticias, ropa y hasta películas. Imaginemos, planear un viaje sin la ayuda de aplicaciones de navegación o elegir una película sin recomendaciones personalizadas. A veces, parece que los algoritmos nos leen la mente. ¿No te pasó que pensaste en una canción y de repente apareció en tus recomendaciones? Es necesario aprender sobre cómo obtener el mejor provecho de la IA y mejorar las decisiones diarias. Cuando mejor la usemos, por la estrategia empleada, vamos a gozar de mejores beneficios. Un fantasma que nos persigue son las habilidades que perdemos por usar esta tecnología.
El uso masivo de la IA nos vuelve muy dependientes del celular y de la computadora. Aunque nos ahorra tiempo, muchas aplicaciones nos privan de ejercitar nuestra memoria, o nuestro ejercicio de operaciones matemáticas. Es preciso decidir cuales habilidades vamos a delegar; los investigadores nos sugieren que: -Tenemos que ser estratégicos respecto a cuáles vamos a perder. Nosotros necesitamos mantener la creatividad y la capacidad crítica. A muchas cosas las vamos a poder hacer más rápido con tecnología, entonces reservémonos las cosas entretenidas de las que disfrutamos. En otras palabras, usar la IA para tomar mejores decisiones, implica que la pérdida de habilidades venga aparejada de la obtención de otras beneficiosas, como mantener la verificación que sus respuestas sean correctas; manteniendo el pensamiento crítico, podremos estar en lugares de equilibrio en el uso. Esto también requiere entender los límites de lo que la IA puede hacer.
Tenemos que terminar con esto de instalar aplicaciones en el celular y ponerle todo: En el fondo tenemos que tomar conciencia del valor de nuestros datos. Al contrario de la imagen que tenemos, muchas veces, de que en el futuro vamos a ser personas dependientes o pasivos de la tecnología, su uso correcto nos demanda ser más activos, investigar y leer, qué datos estamos compartiendo y a quién se los brindamos.
QUERIDOS LECTORES: Vale como decían nuestros abuelos, saludablemente: “Ni tan, tan, ni muy, muy”, como principio para mantener ciertos límites.
“Aun cuando estaba en el orfanato y recorría las calles buscando qué comer para vivir, incluso entonces, me consideraba el actor más grande del mundo”
Charles Chaplin