Dr. Bernardo “Cacho” Gandini
“La ropa sucia se lava en casa”… La proximidad de la Navidad, ha sido, es y será, un momento de reflexión…
5ª Entrega
Cada época arroja diferentes motivaciones para las reflexiones sobre la espiritualidad. Lo interesante y, a la vez estresante, son los distintos significados que le confieren las diferentes generaciones de los integrantes en las familias; lo que se mantiene incólume es la contradicción entre la tradición y los cambios. Dada la longevidad, con los maternazgos y paternazgos que se daban en temprana edad, en las familias hoy conviven, con frecuencia, hasta 4 generaciones; esto determina que los abuelos y bisabuelos, pertenecientes a los babyboomers o niños de la guerra, los hijos a la X o Jóvenes de los 80, los nietos a los millenials y los bisnietos a los centennials. En las familias en que funciona la comunicación eficaz y gozan de los acuerdos entre los integrantes, es posible que no sea fácil un menú que los represente a todos; las abuelas, fervientes discípulas de Doña Petrona, al vitel toné auténtico lo preparaban de tal manera, que hoy los más jóvenes no aceptarían gustosos. La aceptación de los contenidos en grasas ha ido disminuyendo sustancialmente, lo mismo que el tiempo de preparación que insumen las comidas; quizás se llegue a propuestas, rayanas con la descortesía u ofensa de abuelas y bisabuelas, al escuchar que se puede pedir esa comida en los negocios pertinentes. La preparación de la comida, con la decoración de la mesa incluida, eran pruebas de ciertos valores que se ponían en evidencia en estas festividades; esta cultura de género, no siempre se ha podido trasmitir y mantener, por algunas razones, entre las que se hallan los cambios de roles laborales y la disminución de las distancias entre mujeres y varones. La creatividad para reemplazar los ingredientes en el menú, por las concepciones y por los costos, no es un problema menor; en los numerosos programas de cocina en la TV, está una gama de profesionales, compitiendo; por un lado, los que realizan el pastel de papas en tricapa como el de Doña Petrona, y por otro lado, los que reemplazan los cortes de carne por los de menor precio y la crema por queso untable descremado; es posible que a quienes son puristas de los sabores, esa especie de híbridos, no les provoquen las sensaciones esperadas.
La duración de la reunión familiar y la permanencia en la mesa, será otra tarea no fácil de consensuar.
QUERIDOS LECTORES: Todas las generaciones debemos acordar en: PREVENIR “La angustia por los accidentes de tráfico, debido a alcoholizados/as conduciendo”. Esto es un derecho y un deber de todos, se debe luchar por una educación familiar con valores de libertad y convivencia, basados en el respeto.
“¿Sabes por qué no necesito una vela navideña? Porque tú eres mi luz”
Anónimo
QUE SEAMOS CAPACES DE VIVIR UNA FELIZ NAVIDAD.
drgandini@yahoo.com.ar