La Nota Clara
Las dos campanas
Fuimos en busca de posiciones a nivel local: dialogamos con Luis Mac Kay y con Héctor Arellano; ambos son concejales de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos, respectivamente, para conocer sus opiniones luego de las movilizaciones al conocerse el pedido del fiscal Luciani y de los hechos de último momento hacia la vicepresidente.
El integrante radical Luis Mac Kay sostiene: “Que es justicia ahora o corrupción por siempre. Los argentinos estamos viviendo una situación que dependiendo de cómo resuelva la Justicia tomaremos o no una nueva senda, la de la igualdad ante la ley, la de la seguridad jurídica en la que ‘aquel que las hace las paga’ o continuaremos transitando el camino oscuro de la impunidad de los poderosos.
“Lo que se denomina o conocemos como la ‘Causa Vialidad’ no es otra cosa que la investigación madre de la corrupción de la gestión de los Kirchner; y digo ‘madre’, porque si bien no es la única, en la actualidad Cristina Fernández tiene abierta diez causas de corrupción, es tal vez la más obscena en lo que respecta a la impunidad con la que se manejaban.
“En la causa Vialidad, más allá de la metáfora, (o no, tal vez sea un término literal) de la existencia de 3 toneladas de pruebas que demuestran uno de los mayores robos al Estado, los que se encuentran sobradamente probados, la defensa de la mayor acusada, la vicepresidente de la Nación, se basa en sostener que sólo a ella la investigan, que habría muchos más corruptos; al punto de indicar que su marido antes de dejar de ser presidente, aprobó una fusión empresarial que no se investiga por cuestiones de conveniencia de ciertos grupos; es decir, son todos corruptos y que por tal cuestión, investigarla a ella configuraría algo así como una discriminación, un ensañamiento.
“Más allá de lo insultante que resulta la defensa de Cristina Fernández, lo cierto es que estamos expectantes de cómo se va a resolver la causa, a la espera de una sentencia que sea el principio de una nueva era, en la que los corruptos sean condenados con las penas que imponen las leyes, al menos a los investigados, esto último en irónica referencia a los argumentos defensivos de la vicepresidente.
“Pero cuidado, la verdadera Justicia es aquella que no solo condena conforme a derecho, sino que además ejecuta, en tiempo y forma, las penas que impone.
“En la Argentina ya tuvimos un mandatario nacional, Carlos Menem, que fue juzgado, y en algunas causas condenado, y que no sólo falleció en libertad, sino que además era senador nacional en funciones, con condenas y causas abiertas al momento de su muerte. Ninguna sentencia se ejecutó.
“En definitiva, con la corrupción menemista no hubo justicia; tal vez fue el mensaje que los corruptos tomaron para hacer sus fechorías y con seguridad saber que acá ‘el que las hace NO las paga’. Que no nos vengan a decir que es odio, es exigir Justicia.
“Nos encontramos ante una nueva oportunidad de empezar a construir nuestro futuro, por lo que me atrevo a decir: o es JUSTICIA AHORA o será CORRUPCION POR SIEMPRE”.
Hay otro escenario ahora; ¿el intento de homicidio a la vicepresidente cambia en algo su situación procesal?
No, no en lo absoluto. Que quede claro que repudiamos todo tipo o acto de violencia, estamos convencidos de que el camino es la paz y la justicia. Te reitero, no es odio, ni revancha, ni nada que se le parezca; es una exigencia de justicia, el verdadero camino a una convivencia entre los que piensan distinto.
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Concejal Héctor Arellano
¿Cómo vive estos momentos del juicio Vialidad y el intento de homicidio?
Desde hace años estamos viendo y denunciando el ataque, persecución, descalificación y hostigamiento hacia la figura de Cristina Fernández de Kirchner por parte de un grupo de dirigentes políticos que ha utilizado como aliado principal el aparato mediático y judicial para cumplir con su objetivo. Ese derrotero permanente no ha hecho otra cosa más que sembrar rencor y odio en una parte de la sociedad, el cual ha llegado a un límite inaceptable y repudiable desde todo punto de vista.
El intento de magnicidio a Cristina Fernández de Kirchner, la figura política más importante desde el retorno de la democracia a la fecha, por parte de una persona en la puerta de su casa, me hace pensar en el odio consumido durante años que ha sido vertido por decenas de tapas de la Revista Noticias, en el centenar de tapas de los diarios Clarín y La Nación, o las barbaridades esbozadas por dirigentes políticos como el pedido de “pena de muerte a CFK” realizado por el diputado nacional por Neuquén, Francisco Sánchez, pasando por los miles y miles de minutos de aire televisivos en “prime time”, mostrando fotocopias de cuadernos, retroexcavadoras buscando dinero enterrado, personas paseando bolsas mortuorias, imágenes de Cristina en la horca o vaticinando condenas judiciales de causas inventadas. ¿Hasta dónde pretenden llegar con esa generación de odio? ¿Hasta dónde vamos a permitir como sociedad estas expresiones de odio?
Desde hace más de diez días, después del alegato del juicio por la causa Vialidad, una gran parte de la sociedad salió a la calle a expresar su amor y apoyo para con Cristina.El intento de asesinato ocurrido el día jueves no ha hecho otra cosa más que dejar en claro que "la multitud no odia, odian las minorías” (como decía Arturo Jaureche) y esa multitud salió masivamente a las plazas de todo el país a expresar su amor y solidaridad para con la mujer que le devolvió la alegría al pueblo Argentino.
Hechos diferentes hay, como el pedido de condena y lo ocurrido en su casa…
Estamos atravesando instancias muy difíciles como sociedad donde es necesario que todos los sectores políticos, sindicales, sociales, empresariales y de la sociedad civil nos expresemos de forma responsables en favor de la democracia y repudiando este atentado contra la institución que representa la vicepresidente de la Nación.
La democracia estuvo en peligro, gracias a Dios no salieron las balas que contenía esa pistola a centímetros de la cabeza de Cristina; sino hoy estaríamos en una crisis institucional sin precedentes.
Nadie está exento de lo que está sucediendo en el país y es por eso que en la multitudinaria movilización en Plaza de Mayo “llamamos a la unidad nacional, pero no a cualquier precio: el odio afuera” y en el documento que fue leído en el acto se hizo hincapié en que “la paz social es una responsabilidad colectiva”.
Queda claro también que el pueblo peronista está con Cristina y que la militancia está organizada y movilizada por la causa del pueblo, más allá de las especulaciones que pueda hacer algún sector de la dirigencia.