Pbro. Jorge H Leiva
Mensajero de la paz
Recuerdo que en la década del 70 cuando se hablaba de argentinos famosos se mencionaba a Fanggio el piloto de fórmula uno y a Monzón, el boxeador. También se hacía referencia a Borges como escritor y a Piazzola como músico. Incluso en tiempos de Juan Pablo II se decía que Maradona era más famoso que el papa porque también era muy conocido en los países árabes y en extremo oriente. Ciertamente que en los últimos años Messi ha “subido al podio” de los argentinos ilustres.
Pero teniendo en cuenta los procesos históricos y religiosos (para quienes profesamos la fe), es el papa Francisco el conciudadano nuestro con más trascendencia en la historia.
Estos días –quizá sin suficiente repercusión televisiva- el sucesor de Pedro ha emprendido uno de sus viajes más largos al extranjero. En efecto según la agencia informativa ACIPRENSA “visitará Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur, hasta el próximo 13 de septiembre.
Durante el viaje apostólico, que incluye numerosos eventos en el país con mayoría musulmana más grande del mundo, Indonesia, se espera que el Papa enfatice los temas de diálogo interreligioso, solidaridad y paz”.
Informa también esta página: Solamente el 3% de la población indonesia es católica y que el cristianismo llegó a Indonesia en el siglo VII, pero no arraigó sino hasta el XVI, cuando varios misioneros católicos que acompañaban a los portugueses empezaron a predicar en el archipiélago.
Los holandeses, que expulsaron a los portugueses en 1605, introdujeron el protestantismo calvinista y el catolicismo estuvo prohibido en el territorio hasta 1806, agrega esa fuente informativa
San Juan Pablo II visitó Papúa Nueva Guinea por primera vez en mayo de 1984.
En Papúa Nueva Guinea nació un beato asesinado en un campo de concentración. El Beato Peter To Rot no sólo fue un gran catequista y padre, sino que es recordado por haber sido martirizado a los 33 años en un campo de concentración japonés durante la Segunda Guerra Mundial, debido a su defensa del matrimonio católico y por oponerse a que se reinstaure la poligamia.
La visita de Juan Pablo II en 1989 atrajo la atención internacional sobre la difícil situación del pueblo de Timor Oriental y las atrocidades perpetradas por el ejército de ocupación indonesio. Estos tristes acontecimientos fueron denunciados en repetidas ocasiones por los tres sucesivos Administradores Apostólicos de Dili, hasta que el país logró su independencia en 2002.
Además, en la Segunda Guerra Mundial, durante la ocupación japonesa (1942-1945), la Iglesia local de Singapur sufrió una terrible persecución. En 1950 se restableció la comunidad católica y la Iglesia reanudó sus actividades en los ámbitos educativo, sanitario y social.
Hay un argentino que en este momento con el poder de la cruz camina en el lejano oriente como “mensajero de paz”. Quienes somos creyentes recemos para que su mensaje sea “semilla en buena tierra” y pongámonos al servicio del Amigo Divino para ser sembradores de paz en la verdad.
En medio de tanta noticia mala que recibimos en nuestra comunidad nacional tengamos presente, creyendo o no en el papado, que somos conciudadanos de un grande del nuevo milenio.
Y quienes tenemos la alegría de ser catequistas miremos al mártir Peter cuya sangre cayó como testimonio de que vale la pena jugarse por la paz y la verdad.