Retratos Íntimos. Última edición de la primera temporada.
Nora Cosso, referente de las artes teatrales de nuestra ciudad. Soy una eterna aprendiz.
El teatro Fue una expresión artística que vino en el secundario. Siempre lo he contado mil veces y lo voy a volver a contar.
Todo esto se dio de la mano del Encuentro Cultural de la Juventud, que a muchos de nuestra generación les abrió la puerta y un mundo que era desconocido para nosotros. Por ejemplo en mi caso, te hablo de una gurisa de barrio, de padres trabajadores que no tenía casi acceso a la cultura. A su vez, también fue de la mano de profesores que estaban involucrados en ese movimiento, como Susana Heinrich, María Elena Pérez Petre, Graciela Saavedra. Me voy a quedar corta porque era un movimiento enorme. Además estaba Chocho Rodríguez Vivanco. Eran personas que alentaban el movimiento cultural de los adolescentes, entonces nos acompañaban, nos invitaban y nosotros íbamos al teatro. A mi, particularmente, me invitó a Susana Heinrich.
Yo nunca había entrado al Teatro Italia, no sabía que existía un teatro. Cuando entré, ingresé en un mundo que me deslumbró. Yo era una persona extremadamente tímida, no hablaba, no salía los recreos, muy introvertida. Y Susana fue una persona que yo valoro y siempre llevo en mi corazón porque ella me abrió otra puerta que me hizo ver otro mundo, el mundo del escenario que es hermoso, es el mundo de la creación.
Aquel momento en el que ingresé por primera vez al Teatro Italia estaba atrás, siempre ayudando, yo no entendía nada, tomaba apuntes. En aquella época se usaban los apuntes. Luego empecé a observar cómo se actuaba, iba a ver las obras. Fue hermoso. También en ese momento escribía poesía, así que en el Encuentro podíamos mostrar lo que hacíamos y, además, encontrarnos con chicos y chicas que estaban en otro ambiente. Bueno, yo ahí conocí a muchos artistas. Lo conocía Cari, a Gustavo coronel, a Sandra Sagnín, a Diana Burlando, Iris Pena, a Julio Saldaña, diversas personas con las que hacíamos muchas obras de teatro. Aquí lo con Juana reforzamos primero nuestra amistad y después bueno, nos relacionamos.
Con Juana Saldaña nos conocimos primeramente en la primaria, en el colegio y después nos volvimos a encontrar en el secundario con el Encuentro Cultural de la Juventud. Entre nosotros hay una historia bastante larga. Primero fuimos amigos y después, en el año 1984 comenzamos a salir como pareja. Mirá, hace poco hablábamos con Juana que si yo miro para atrás, él siempre está en alguna de las cosas que yo he hecho, porque siempre nos hemos acompañado mucho, muchísimo. Yo en teatro no hubiera podido hacer todo lo que hice si no hubiera tenido un compañero tan paciente y que siempre me ayudó. Por ejemplo, cuando yo me iba a estudiar Dirección, mi hijo Tomás era chico, tenía en ese momento cinco años. Recuerdo que cuando llegué a Gualeguaychú, bajé del colectivo y lo llamé a Juana enseguida con esa culpa que una tiene cuando es mamá y le dije: “no, yo ya me tomo un colectivo, me vuelvo, no, no, no, ya me vuelvo porque cómo voy a dejarlo Tomás”. Entonces él me responde: “Tomás está conmigo. Quedate tranquila y hacé la clase”. Así que él me apoyó los 3 años que yo estudié en Gualeguaychú. Yo me iba a veces los sábados, a veces me iba los viernes y volvía los domingos y bueno, él fue un compañero único en ese momento. Los domingos como nosotros estábamos en una escuela de teatro comunitario, se hacía con la familia, entonces Juana venía de Gualeguay a Gualeguaychú con Tomás. Arreglábamos la escuela porque era un lugar abandonado que lo fuimos remodelando entre todos los que tomábamos las clases allí. Entonces, como te digo, él siempre ha estado muy cerca y acompañándome y yo también a él, obviamente, en todo lo que Juana ha encarado. Hemos hecho obras de teatro con sus poesías. Él escribe y dibuja muy bien. Yo he tomado muchas veces sus letras y sus poesías para significarlas.
Yo también estudié dramaturgia, porque una cosa te lleva a la otra. Primero empecé estudiando Dirección, pero me di cuenta que me faltaba algo. Me faltaba una voz, una voz porque leía muchas obras y por ahí las veía como que no tenían mucho que ver conmigo ni mucho que ver con lo que estábamos viviendo en ése entonces. En ese momento muchas de las que había eran como muy porteñas y yo decía: “tenemos que encontrar una voz propia como entrerrianos . Como gualeyos, ¿Qué nos pasa?”. Entonces pensé: “Para generar esto tengo que estudiar Dramaturgia”. Así que estudiaba Dirección con Socorro Garcia y Dramaturgia con la señora Errate Cristina. Después también pensé: “Tengo que aprender a iluminar porque no me gusta la luz que me ponen en las obras de teatro”. Entonces estudie iluminación. Y ya ahí aprendí a armar cables, a armar luces y durante un montón de tiempo ilumine y diseñé no solamente mis obras. Sino que además participé de muchísimos espectáculos a donde me buscaban.