Nota Clara
Profesor de Historia Gustavo Cichero: “Conmemoración del Día de la Independencia”
Hace poco había dialogado en Canal 2, con el profesor Cichero en ocasión de la recordación de Martín Miguel de Güemes. Surgió un diálogo tratando de actualizar aquella figura. Luego seguimos intercambiado pareceres de los tiempos, de los desafíos que vivieron estos verdaderos personajes que la historia abraza.
Me llamaron la atención sus palabras para este 9 de Julio; comparto su discurso pronunciado en nuestra ciudad por la Declaración de la Independencia.
Buenos días autoridades, fuerzas vivas, alumnos, colegas y asistentes.
Hoy domingo, se cumple un nuevo aniversario de nuestra independencia patria. Todos los años, con esta fecha afloran sentimientos de amor a nuestro país. Con orgullo incorporamos la escarapela a nuestra vestimenta, cantamos el himno y participamos de los actos organizados en espacios públicos, que ofrecen espectáculos musicales y recreativos.
Ese sentimiento que evidenciamos, debería vivir permanentemente en nosotros. Así como hace 207 años atrás los argentinos estuvimos unidos en la lucha por nuestra Independencia, para conformarnos como un nuevo Estado, este año debemos permanecer unidos para defender lo que tantas vidas costó a nuestros antepasados.
En sintonía con los independentistas, nuestra tarea como ciudadanos del siglo XXI es cuidar nuestra democracia, teniendo presentes sus ideales libertarios.
Para recordar la importancia del 9 de julio y de la verdadera fiesta que representa esta fecha, nos reunimos por un mismo sentimiento: “el amor a la República Argentina”
El mes de julio no solo es importante para todos los argentinos, sino particularmente para los entrerrianos, ya que también se cumple un aniversario más de la muerte de Pancho Ramírez, padre de la República de Entre Ríos y uno de los protagonistas de la gesta emancipadora.
También es preciso destacar que en 1816 se consolidó la organización final del plan de guerra de José de San Martín, que garantizaría la Independencia y llevaría el triunfo de los revolucionarios más allá de las Provincias Unidas.
Pero este 9 de julio tiene tintes especiales, ya que tal como lo establece el ARTÍCULO 1° del Decreto 877 de 2022, debe declararse al año 2023, como año de Homenaje a los cuarenta años ininterrumpidos de democracia.
Dos hechos que se encuentra distanciados cronológicamente, la DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA y la CONSOLIDACIÓN DE LA DEMOCRACIA, están hermanados por la misma significatividad: el anhelo de LIBERTAD.
Así como el pueblo argentino en 1983 asistió a las urnas para contribuir con nuestra democracia, concluyendo así con el último período dictatorial, el 9 de julio de 1816, los congresales reunidos en la ciudad de Tucumán, consolidaron el proceso de independencia que se había iniciado en mayo de 1810.
Pensar el 9 de julio en este año 2023, es reflexionar sobre el origen de nuestra identidad. Esa identidad que nos hace sentir hermanados con los colores celeste y blanco, con el Himno y con los eventos deportivos donde flamea nuestra enseña patria.
Cada vez que festejamos esos logros deportivos o nos angustiamos por problemáticas que vivimos como Estado, tenemos que tener en cuenta que están directamente relacionados con el 9 de Julio, ya que en 1816, comenzamos a dar nuestros primeros pasos como Nación libre y soberana.
Diversos valores se consolidaron a partir de la Declaración de la Independencia en 1816, como la LIBERTAD, la cual debemos atesorar en lo más hondo de nuestro corazón, reconociendo que fueron aquellos patriotas, los que pusieron el primer mojón de este beneficio.
Pero ¿por qué después de 207 años seguimos festejando el 9 de Julio, cantando el Himno y reuniéndonos hoy en éste lugar tan representativo para el pueblo de Gualeguay? La respuesta es muy simple: es nuestra obligación como argentinos mantener viva la memoria en las futuras generaciones, de la importancia y trascendencia que tuvieron estos hechos históricos, ya que en esa fecha del año 1816 nacimos como un país independiente, fruto de la voluntad popular, puesta de manifiesto a través de nuestros 33 diputados, los cuales estuvieron presididos por Francisco Narciso Laprida.
La obra de este Congreso fue muy valiosa y está vinculada a lo que hoy debemos lograr como personas: un mundo más justo y hermanado.
Así como actualmente repudiamos la corrupción, la discriminación, el racismo y la xenofobia, los hombres del Congreso de 1816 también lo hicieron, estableciendo la igualdad de los aborígenes con respecto a la población blanca y buscaron achicar la brecha económica de la población del antiguo virreinato.
Al recordar la obra del Congreso reunido en Tucumán, hace ya 207 años, debemos hacerlo sin desligar nuestro compromiso como ciudadanos, cuidando el legado de los congresales, luchando por la libertad, la igualdad y la democracia que tanto ha costado conseguir.