Razón crítica
Responsabilidad ambiental y enfermedades zoonóticas
Los casos detectados de viruela del mono en Argentina, más que alarmarnos deberían hacernos reflexionar sobre las enfermedades de orígenes zoonóticos, el quiebre de los ecosistemas y la responsabilidad humana en el cuidado y mantenimiento del medio ambiente.
Una enfermedad zoonótica es aquella que salta de los animales, silvestres o domésticos, a los humanos.
Estos saltos, conocidos como brotes, son cada vez más comunes. Este tipo de enfermedades son una clara evidencia de la interconexión que existe entre las personas y la naturaleza. Cuando las actividades humanas traspasan los límites de los hábitats naturales, nuestro contacto con la vida silvestre y el riesgo ante posibles contagios aumenta. Para reducir ese riesgo, debemos reequilibrar nuestra relación con la naturaleza (Fuente: www.worldwildlife.com). En este sentido, la responsabilidad humana debe dirigirse no sólo al cuidado medioambiental sino, además, al respeto de los ecosistemas que lo rodean.
Para proteger a las personas de las enfermedades zoonóticas debemos combatir los principales detonantes -impulsados por los humanos- que nos ponen en riesgo. El aumento de la pérdida de los bosques, la conversión de las tierras y el tráfico ilegal de vida silvestre están propiciando las peligrosas condiciones que conducen a nuevos brotes. A medida que las personas invaden los hábitats naturales y explotan el mundo natural para su propio beneficio, aumenta el riesgo de nuevos brotes. Es momento de hacer frente a las actividades que detonan las pandemias. A través de medidas transformadoras podemos impulsar la recuperación de la naturaleza y reducir el riesgo de futuras pandemias, creando sociedades más sostenibles y justas para todos. Este es un momento clave para construir un futuro más seguro para las personas y el planeta (Fuente: www.worldwildlife.com).
Sin el equilibrio justo, la convivencia entre el ser humano y otras especies se vuelve imposible. La responsabilidad ambiental es la clave del hombre para sostener los ecosistemas y mantener una relación sana con los animales y el resto de la naturaleza.
Conforme crece la presión de las actividades humanas en ésta, surgen más enfermedades zoonóticas. El ébola, el SARS, el MERS y el Zika son solo algunas de las que surgieron durante el siglo pasado. Actualmente, el riesgo de que otra enfermedad pase de los animales a las personas es más alto que nunca. Tales los casos del Covid-19 o la viruela del mono (Fuente: www.worldwildlife.com).
Es imprescindible una serie de acciones concretas no sólo de los Estados sino, también, de la sociedad civil en su conjunto para la prevención de este tipo de enfermedades. Parte de la solución está en el respeto y responsabilidad sobre el medioambiente.