Razón crítica
Un cierre de lista con mucho trajín
Unidos por las Patria, otrora Frente de Todos, cerró listas con una fórmula presidencial cuya cabeza será el actual Ministro de Economía, Sergio Massa, acompañado de Agustín Rossi, actual Jefe de Gabinete.
El hecho de que el precandidato presidencial sea el encargado principal del Ministerio de Economía es una jugada audaz del oficialismo para no perder esta jerarquía. Es decir, el hecho de escoger un precandidato que finalizará su gestión con una inflación anual de tres dígitos es sumamente riesgoso en un país donde la mayoría de las intenciones de voto surgen desde el bolsillo del electorado. Asimismo, existen otros detalles en general si ampliamos la mirada analítica sobre la fórmula electoral dispuesta por la vigente coalición gubernamental.
Lo primero a destacar es la determinación del tigrense para acumular el poder y las alianzas necesarias (sin los gobernadores su inclusión como cabeza de lista hubiese sido imposible) para no sólo ser el precandidato a la presidencia por Unidos por la Patria, sino además para lograr la requerida unidad que necesita el oficialismo para, al menos, realizar un buen papel en los comicios venideros.
Por otra parte, es inevitable considerar el rol de Cristina Fernández de Kirchner en este armado. Más allá de que muchos analistas sostengan que está fórmula implica una suerte de decaimiento en su autoridad y poder dentro del PJ, lo cierto es que a mí entender, por el contrario a lo expresado por los antes mencionados, el hecho de que la Vicepresidenta ceda centralidad para asegurar la unidad del frente de cara a las próximas elecciones muestra una vez más, al igual que en 2019, que sigue manejando el caudal de votos más importante dentro del peronismo. Asimismo, si se observa la otra cara de la moneda, se puede decir que así como Fernández de Kirchner asegura un necesario porcentaje de votos, éstos no son suficientes para ganar un comicio presidencial. Es decir, entonces, que CFK construye un piso fuerte pero queda corta para estructurar un techo sustancioso.
Con respecto a Cristina es importante mencionar algo clave que muchos no le están prestando atención. Ella cede centralidad en la lista principal en contraprestación de conseguir lugares fundamentales y variados en las listas con cargos legislativos. Lo cual será importante a futuro si al oficialismo actual le toca ser oposición.
Con respecto a Alberto Fernández, se puede decir que volvió a sus raíces, a lo que mejor le sale. Ser armador y rosquero, cualidades trascendentales en nuestra política vernácula. Si bien a la hora de ejercer el poder, de “manejar la lapicera”, el Presidente hizo aguas por muchos lados, nadie puede negar su capacidad de operador y constructor de aquel. De hecho, la historia mismo lo afirma si consideramos si importante labor como Jefe de Gabinete en lo que fue el Gobierno de Néstor Kirchner. Ni siquiera lo pueden negar los mismos simpatizantes que hoy lo critican por no considerarlo peronista o que no estuvo a la altura (con lo cual ciertamente se puede coincidir).
Ahora bien, en este trajín que significó el armado de la fórmula en cuestión, hubo dos damnificados que quedaron excluidos pero no en la misma posición, uno quedó mejor que otro. Me refiero a Wado de Pedro y Daniel Scioli. El primero, pese a haber recibido una “gambeta política “ a su precandidatura, quedó bien posicionado de cara al futuro como una figura potable con un camino independiente dentro de los suyos para próximas elecciones. Scioli, por su parte, quedó fuera de toda negociación y lugares en esta lista de unidad. Apostó mucho y, por el momento, quedó sin nada. De todas maneras, es sabido en el ámbito de la política nacional su capacidad de reinventarse, no por nada desde los 90’ está ligado a la primer plano político del país. Algunos lo llamarán astucia y otros “panquequismo”.
Finalmente caben unas palabras finales de cómo impacta está fórmula oficialista en la oposición. Claramente la que mejor ubicada quedó es Patricia Bullrich. Nadie desconoce la cercanía y amistad entre Massa con Rodríguez Larreta. Precisamente esta relación le posibilitará a Bullrich canalizarla como combustible político para sus motores electorales en las internas de JxC.
Julián Lazo Stegeman