Gualeguay
Vida de estudiante
Centenares de estudiantes llegan cada año a Gualeguay para estudiar una carrera. En esta nota abrimos una serie de El Debate Pregón y te contamos cómo les impacta la inflación a los de Educación Física. por Santiago Joaquín García
Cada vez que un joven de nuestra provincia termina el secundario, su familia empieza a hacer cuentas. Si está entre las y los privilegiados que deciden estudiar una carrera y cuentan con apoyo, hay que ver qué le gusta y dónde puede cursar. Hay quienes pueden elegir, pero también están quienes eligen por cercanía o descarte. Ahí llega el primer filtro. Después vienen otras pruebas. Entre toda esa masa, centenares eligen el profesorado universitario de Educación Física que se dicta en la Uader. El perfil socioeducativo del título, el prestigio de la carrera en comparación con otras ofertas similares, son algunas de las razones que convocan a un gran número de jóvenes a luchar por sus sueños en nuestra ciudad. Vienen de Victoria, Nogoyá, Larroque, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, Colón, Villa Elisa, Tala, alguno de vez en cuando de otras provincias, y de pueblos cercanos a esas ciudades entrerrianas (Las Guachas, Colonia Los Ceibos, Rincón, San Justo, etcétera). De los seiscientos estudiantes que tiene hoy la carrera, más de la mitad provienen de afuera de Gualeguay. Una vez que llegan tienen que resolver el primer problema: la vivienda.
“El problema más grande es la falta de oferta”
El Debate Pregón dialogó con diferentes responsables de inmobiliarias de nuestra ciudad y el diagnóstico es parecido: “Está complicado, más que nada, porque hay poca oferta. Hay muy pocos alquileres, y es un problema social, no sólo de los estudiantes. Prácticamente, casas en alquiler no hay, hay muy pocas, muy puntuales. Lo que sí se encuentran son departamentos”, destacan. Esta falta de oferta (y en algunos casos, vale decirlo, la especulación) lleva a que los precios sean elevados: “Por lo general, lo que hay en el mercado son monoambientes o departamentos de dos ambientes, pero de una sola habitación, los cuales rondan entre 27 y 35 mil pesos. Por ahí entre dos estudiantes se puede hacer un poco más liviana la cosa, pero solo se complica”, reconocen. A su vez, consultamos cómo viene el tema de los aumentos: “Los aumentos semestrales que se están implementando hoy son del cincuenta por ciento aproximadamente, pero básicamente el problema más grande es la falta de oferta, hay muy poco y lo que hay ya está prácticamente copado, dura muy poco y el de las casas es un mercado muy acotado en cuanto al alquiler. Departamentos sí suele haber y rondan esos valores y se van ajustando a lo que es el índice de inflación”, detallaron. Cabe destacar que estos precios son en lugares alejados del centro de la ciudad. Algunos por la zona del Corsódromo, otros por el Barrio 3 de Caballería y así.
“Vivo con dos personas más”
El Debate Pregón dialogó con una serie de estudiantes que alquilan en nuestra ciudad para que cuenten en primera persona su situación. Esto nos cuenta Josefina: “El alquiler acá en Gualeguay es algo difícil de conseguir y por la necesidad de instalarte en un lugar te terminas conformando con lo primero que encontrás. Es mucha la demanda”, coincide. Los precios y la poca oferta obligan a la convivencia: “Vivo con dos personas más y la verdad que se nos hace más fácil, pero para las personas que viven solas, tema alquiler, servicios e insumos, si no estás bien económicamente es mucho gasto”, destaca. Micaela cuenta otra situación: “Los alquileres están muy altos, de treinta mil para arriba. Vivo con mi novio y pagamos menos que eso, pero vivimos a unas veinticinco cuadras de la Facu”, detalla. A esto hay que sumarle los servicios, que para hablar sólo de la luz tenemos que contar varios miles de pesos, al igual que para comprar una garrafa. Teniendo en cuenta que son estudiantes, podemos sumar la boleta de Internet y la cuenta puede llegar a cuarenta mil pesos en la mayoría de los casos.
“Todas las semanas hay una suba de precios”
Los datos oficiales difundidos esta semana por el INDEC señalan que la inflación de abril fue del 8,4% y acumula más de un cien por ciento interanual. Estos números fríos tienen un correlato en la realidad que estamos contando. Así lo vive Lisandro: “La inflación es constante, parece no tener descanso porque, prácticamente, todas las semanas hay una suba de precios (a tal punto que no sabemos hasta qué valor se puede pagar un alimento). En mi caso, la mayoría de los gastos son imprescindibles como el agua y el alimento”, enumera. Le preguntamos en qué lo nota más: “En lácteos, verduras, huevos, siempre compro en el mismo negocio y en el caso de los huevos cuando se termina el maple vuelvo a comprar. La última vez mil cuatrocientos, antes mil doscientos y unos meses atrás estaban setecientos”, detalla.
El comedor que funciona en la Pro Copa de Leche es uno de los paliativos para estos y otros estudiantes de nuestra ciudad. Así lo cuentan Lisandro y Micaela: “Asistimos a un comedor comunitario todos los mediodías para almorzar. Recibe donaciones de diferentes entidades como Soychú, por ejemplo, y se nos solicita a los estudiantes que abonemos por semana un monto de mil pesos para colaborar con las compras. A principio de año brindan cierta cantidad de cupos para Uader, y también concurren de diferentes escuelas”. Micaela también detalla cómo afecta la inflación en su organización: “Cada vez se pueden comprar menos cosas, y hay que tener bien fraccionadas las comidas, quizás hay que comprar cosas que rindan más y tratar de economizar lo más posible”.
Apuntes y gimnasio
Teniendo en cuenta que estudian una carrera universitaria, les consultamos cómo afecta la inflación en los materiales. Fundimos sus voces de ahora en más en una sola: “Varía mucho, dependiendo de los profesores, algunos piden materiales otros piden cuadernillos y algunos te mandan los archivos digitalizados para que cada uno pueda decidir” explican. En algunos casos comparten apuntes, pero no es lo habitual: “Muy pocas veces, porque es muy complicado compartir un cuadernillo. Algunos te prestan de años anteriores o resúmenes, pero no siempre se consigue”, detallan. Volviendo a la especificidad de la carrera, tenemos que señalar que ir al gimnasio es una necesidad en muchos casos: “Este mes aumentó a casi cuatro mil pesos los tres días”, cuentan. Ni hablar de aquellas y aquellos estudiantes que tienen que profundizar sobre alguna disciplina porque les cuesta. Ahí estamos hablando de duplicar la cuenta del gimnasio.
Otros “lujos”
Desde luego estamos siendo irónicos con el subtítulo. Algunos estudiantes no pueden tomar agua de la canilla y ahí debemos sumar un costo más: “El bidón de agua de veinte litros está aproximadamente quinientos pesos”, precisan. Hay que tener en cuenta que son jóvenes y manejan precios con la precisión que sólo puede tener quien debe hacer rendir su plata al máximo. Algunos reciben de su familia sumas semanales que van de los tres mil a los seis mil pesos, aproximadamente, y con eso tienen que hacer magia. De vez en cuando, cometen la osadía de juntarse a pasar un rato juntos y ahí tenemos otro gasto: “Depende qué se come, pero en general cocinamos nosotros así que es más barato porque cada uno lleva lo que tiene”, cuentan. Dejamos para el final algo no menos importante. De vez en cuando quieren ver a sus familias: “Un pasaje a Tala está mil quinientos”, precisa Micaela. La mayoría de los jóvenes vuelven muy poco a su pueblo y si lo hacen lo hacen a dedo, lo cual también implica un riesgo, en especial para las mujeres.
“Cada vez está más complicado”
Esto que estamos contando tiene consecuencias en la vida de estos estudiantes. Así lo vive Josefina: “Es un tema que diariamente surge entre nosotros porque cada vez está más complicado. Desde mi experiencia y según lo que hemos hablado con mis compañeros se vuelve muy necesario acceder a un trabajo o a las becas para poder solventar por lo menos un poco de todos esos gastos. Y gracias a eso muchos estamos acá, sino sería muy difícil”, cuenta. Sin embargo, no todos pueden seguir adelante, como última pregunta les pedimos que nos dijeran si hubo gente que tuvo que dejar por la situación: “Muchos, todo el tiempo están dejando por los precios de los alquileres, o porque no pueden venir más”.
Algunos datos importantes
Gastos mensuales
Alquiler: 30.000
Servicios: 10.000
Gimnasio: 4.000
Comida y apuntes: Imposible precisarlo
Traslado al pueblo: 3.000 pesos en promedio ida y vuelta