ESPECTÁCULOS
A 15 años del último recital de Soda Stereo: “El éxito fue recomponer nuestra relación”
El 21 de diciembre de 2007 el trío tocaba por última vez. Sobre el final del show, un emocionado Gustavo Cerati destacaba el vínculo con sus compañeros Zeta Bosio y Charly Alberti
Desde el primer concierto de la gira “Me verás volver” —el 19 de octubre de 2007—, el sonido, la puesta en escena y el nivel musical de los Soda Stereo fue extraordinario. Sin embargo, el show del 21 de diciembre fue otra cosa. El marco, los invitados, el gran humor de los músicos... Todo fue distinto y especial.
Cuántas emociones daban vueltas por ese estadio Monumental que supo ser testigo de hechos históricos y este era uno más. Cuánta alegría. Cuánta sensación del deber cumplido para ellos tres. Un día como hoy, pero hace exactamente 15 años, Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti tocaban juntos por última vez.
“Se habló de la plata, se hablaron de muchas cosas. Pero esta vuelta se trató sobre todo de música. Y el éxito fue recomponer nuestra relación interna con Charly y Zeta”, diría un emocionado Cerati cuando el recital estaba llegando a su fin.
La noche del viernes 21 de diciembre de 2007 —perdón por el énfasis en repetir la fecha— fue histórica por donde se la mire. Lo fue porque se trataba del último show de Soda pero también pasaría a la posteridad debido a que era el sexto River y con eso se batía el récord de cinco funciones que tenían los Rolling Stones en ese estadio hasta ese momento.
Además, se trató del cierre de una gira que la banda tuvo por todo el continente: Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Perú, Estados Unidos y Venezuela fueron los nueve países que recibieron con los brazos abiertos al grupo de rock más importante de la región.
El clima del 21 de diciembre era el ideal para estar al aire libre, una típica noche de verano. Hacía calor, pero no tanto, y una brisa proveniente del Río de la Plata era como agua en el desierto para todos los que estaban en el estadio.
La previa del show fue igual a la de los anteriores. Las puertas de River se abrieron temprano y los videos de Peter Capusotto hicieron más llevadera la larga espera. A las nueve de la noche se apagaron las luces y empezó a sonar “Some day one day”, un tema de Queen —grabado por Soda Stereo— cuya letra rezaba: “Si piensas volver algún día...”. Segundos después aparecieron los Soda y, mientras se escuchaban los primeros acordes de “Juego de seducción”, Gustavo Cerati expresaba: “Bienvenidos a la gran fiesta del rock”.
La lista de temas fue similar a la que venían realizando en los distintos shows por toda la región, pero ese día se contó con la presencia de músicos invitados: Richard Coleman, Andrea Álvarez, Fabián Quintiero, Gillespi y el gran productor de la banda en el disco Doble Vida, Carlos Alomar, le pusieron más color y calor a la noche.
“La cúpula” contó con Carlos Alomar y Andrea Álvarez; “Terapia de amor intensiva” con Carlos Alomar; “Picnic en el 4° B” con Andrea Álvarez; en “Signos” y “Fue” tocó Gillespi; en “Danza rota”, “Persiana americana” y “Prófugos” lo hizo el “Zorrito” Fabián Quintiero; y en “Primavera 0″ y “No existes”, Richard Coleman.
A Andrea Álvarez, Cerati le dijo: “Ella es chiquita pero toca como los dioses”; y a Carlos Alomar: “¡Uy, qué festín!. Este músico tocó con todo el mundo: Bowie, Lennon, McCartney y James Brown. Como guitarrista es lo más. Lo llamamos hace tres días, estaba en Nueva York y se vino”.
Para presentar a Gillespi habló de la luna: “Mirá Gillespi”, le subrayó mientras se podía observar una hermosa y gran luna llena. Y para darle la bienvenida a Quintiero, sostuvo: “Tiene mucho que ver con la historia de Soda”.
El propio “Zorrito” contó hace un par de años en una entrevista con este medio cómo fue su arribo al grupo. “Arranqué con ellos cuando terminaron de grabar el primer disco. Andaban buscando un tecladista y yo tocaba en Suéter. Era muy pendejo. Y entonces tocábamos mucho en La Esquina del Sol. Ahí nos juntábamos todos. Salíamos mucho a la vereda a tomar algo y charlar. Salgo un día y había dos pibes raros, con esos raros peinados nuevos, y eran Zeta Bosio y Charly Alberti. Ahí mismo nos pusimos a charlar. Me dijeron: ‘¡Qué bueno el teclado que tenés! ¿No querés venir? Nosotros tenemos una banda que se llama Soda Stereo’”.
Y siguió: “Yo pensé: ‘Con ese nombre... ¡Qué nombre raro! No pegaba ni con cola’. (Risas). Ensayaban cerca de la cancha de River, yo vivía cerca y les dije: ‘Mañana voy’. Me invitaron a su sala. Antes era muy común y copado eso de que te inviten. Al otro día fui, pregunté por Charly, que era el dueño de la casa, y la madre me dijo que no estaba. ‘Está solo Gustavo’, me respondió. Yo no lo conocía pero me hizo pasar. Cuando subía, escuchaba una guitarra con eco, alguien que estaba practicando... Entré, estaba Gustavo y me dice: ‘Hola, ¿qué hacés? Me dijeron los pibes que ibas a venir. Armá el teclado ahí'. Y me quedé zapando con él un rato largo a guitarra y teclado solamente haciendo ‘Texturas’. Y así arrancamos”.
“Empecé a tocar un tema, me pasaron otro, que creo que era ‘Un misil en mi placard’ y después ‘Vitaminas’, ‘Jet set’ y empecé a ir de invitado a tocar uno o dos temas por show. Me iba con mi teclado a donde tocaba Soda por uno o dos temas solamente. Hasta que un día Gustavo me pidió que vaya a tocar con ellos. Yo estaba agradecido con Suéter pero eran tipos más grandes que yo. Y a mi me gustó siempre estar en ambientes más jóvenes. Hablé con los Suéter, les agradecí y me fui de cuarto Soda."
Volviendo al 21 de diciembre de 2007, todos los invitados, incluido el “Zorrito”, tuvieron su momento especial; y los tres Soda por supuesto que también. Fue el broche de oro de una gira fantástica que se trató de una verdadera “Burbuja en el tiempo”, como ellos mismos la llamaron.
Por siempre se recordará esa jornada y los dos meses intensos que los llevó por todo el continente y que, fundamentalmente, trajo alegría a los fanáticos de la banda más importante del rock en español.