El insólito motivo por el que María Valenzuela terminó con tendinitis en una mano: "Fue un año y medio dándole al mouse"
La actriz María Valenzuela contó que se volvió fanática de un juego en Facebook. "Ya estoy en el nivel 206″, reveló
Después de mucho tiempo ,sin trabajar por la pandemia, María Valenzuela vuelve a las tablas con Eva y Victoria, una clásica obra que realizará en el Teatro Multiescena de la calle Corrientes. Para dar más detalles del esperado debut que será este viernes 9 de julio, la actriz fue invitada a Intrusos, donde también comentó cómo sobrellevó la pandemia.
En ese sentido, llamó la atención el yeso que llevaba en su mano derecha y, al ser consultada, no dudó en contar una insólita anécdota de cómo se lastimó. "Esto es parte de la pandemia...No me caí. Un año y medio sin salir y estuve jugando al Súper City en Facebook, que es un juego donde hay que armar una ciudad", comenzó relatando mientras alzaba su brazo para mostrar lo ocurrido. Y continuó: "Fue un año y medio dándole al mouse, jugando. Nivel 206 ya estoy. Y el dedo me dijo ´nena, pará un poco con el mousse, basta´. Así que tengo una tendinitis", finalizó ante las risas de los presentes en el estudio.
En otro tramo de la entrevista, la actriz también reveló por qué le tenía tanto miedo a contagiarse de coronavirus. "Soy una persona que tiene enfermedades preexistentes, varias y grosas, entonces si el bichito me agarraba, se hacía un festival conmigo", señaló, y detalló: "Sufro de neumonía, estuve internada, bronquitis crónica desde muy chica, epoc, enfisema y pucho". En esa línea, contó que ya tiene una dosis de la vacuna risa, la Sputinik. "Aunque me den la segunda, nadie está exento de que te puedas agarrar esto", aclaró.
En el plano laboral, además de la obra teatral, relató que un laboratorio la eligió junto a su hija Malena para ser la cara de una campaña del ACV para prevenir y concientizar. "Nos da mucho orgullo y nos honra", expresó. Cabe recordar que su hija tuvo un derrame cerebral cuando tenía 19 años, del que afortunadamente pudo salir adelante, pero el episodio dejó una marca por siempre para la actriz.
Según relató en 2019, invitada a PH, cuando su hija estaba en coma farmacológica pidió un lápiz y un cuaderno para anotar todo lo que quería que Malena supiera cuando despertara: "Le hice un santuario atrás de la cama. Yo anotaba, hacía dibujitos de cómo eran los aparatos, anotaba todo lo que le inyectaban... Le hacían musicoterapia, le ponían audífonos y veían con qué canciones reaccionaba o movía una mano, un dedo o algo".
"Tenía la fe y la esperanza por el Señor Supremo, por la ciencia, por todas las cadenas de oraciones que han llegado de todo el país y de todos lados de que se iba a despertar. Hasta que un día un médico me dijo: 'Está en uno y medio de posibilidades de vivir'. A lo que yo le contesté: '¿Usted me quiere decir que mi hija se va a morir?' Quedó ahí. Pero yo seguí accionando, siempre accionando", reveló.
Luego Malena fue trasladada al Fleni y, si bien ya venía mostrando síntomas de mejoría, la recuperación fue muy larga: tuvo que aprender a comer, a hablar y a caminar otra vez. "Era como una bebé", definió la actriz, que tenía que "escaparse" para poder ir a trabajar sin ser vista por su hija, quien no quería que se fuera. En esa ocasión, al ser consultada por Andy Kusnetzoff si este duro golpe le dejó algún aprendizaje, Valenzuela no dudó: "Qué carajo me voy a preocupar después de lo que viví: todo lo demás pasa a un quinto plano".