El "Señor Barriga" se recibió en la Universidad y ejerció otra profesión
Édgar Vivar hizo reír a grandes y chicos con los personajes que le asignó Chespirito, pero antes de involucrarse en la actuación había pasado por la universidad para estudiar la carrera que tanto había deseado.
A Édgar Vivar siempre le gustó la actuación. En 1964 se anotó en un centro de teatro para tomar clases y luego ingresó a la universidad para cursar otra carrera totalmente diferente. Se recibió y desempeñó esa profesión con mucho orgullo y profesionalismo, pero en 1970, cuando Chespirito lo llamó para contratarlo, decidió dar un paso al costado para volcarse de lleno a sus personajes televisivos.
Dos fotos de su pasado revelaron que fue médico ginecólogo y los fans de El Chavo del 8 quedaron en shock. "En mi época universitaria los estudiantes debíamos tener una actividad estética y yo escogí el teatro. Siempre me gustó, desde pequeño. Aunque no parezca, las dos profesiones van de la mano. Porque la medicina busca aliviar el dolor físico, y el arte el dolor del espíritu", explicaba hace más de cuatro décadas en una entrevista para TV Guía.
En esa misma nota reconoció que una vez que incursionó en la pantalla chica ya no le quedó tiempo para ejercer lo otro, aunque contó un amigo suyo lo contactaba cada vez que tenía una paciente a punto de dar a luz, y él iba con mucho gusto para ayudar.
Édgar Viva se recibió de médico ginecólogo. (Foto: archivo).
En un acto de sinceridad, sostuvo que fueron sus padres quienes le insistieron para que se metiera de lleno en la medicina, pero sus hermanos confiaron en su talento actoral y lo impulsaron a seguir adelante, sin imaginarse que poco después se terminaría convirtiendo en el querido -y a veces odiado- Señor Barriga.
Lamentablemente, en 1992 tuvo que abandonar a Roberto Gómez Bolaños porque su sobrepeso le había traído varios problemas cardiovasculares. Su calidad de vida mejoró luego de un tratamiento que le permitió perder varios kilos, aunque más adelante también se sometió a un bypass gástrico.
"Comía desaforadamente y con seguridad había un hueco afectivo que quise llenar con comida. Hoy me siento sano, ligero, y puedo bailar y cantar en el escenario", expresó luego de la intervención.
Las complicaciones que sufrió por la obesidad fueron varias: "Tuve dos tromboembolias, entre otros problemas, ese riesgo latente implicaba un mayor peligro de alguna manera para la operación. Fui coqueteado por muchos médicos para hacerme esta operación. Había que terminar con esta situación porque ya estaba sumamente mal, así que las cosas se fueron dando. El Señor Barriga ya se terminó. Es un capítulo hermosísimo pero cerrado en mi vida. Yo le debo muchas cosas a Chespirito, fueron personajes encantadores". A pesar de que intentó dar vuelta la página, nunca pudo despegarse de ese papel y ahora aprovecha para ganar algunos dólares haciendo presentaciones en Estados Unidos.