Gladys La cantante se abrió en plena mesa de Mirtha
Gladys La Bomba Tucumana no pudo contener las lágrimas al aire y lloró en la mesa de Mirtha por la salud de su mamá
Gladys La Bomba Tucumana visitó la mesa de Mirtha Legrand, este domingo al mediodía, y confesó un trance complejo de su vida personal. Sin tapujos para abrir su corazón, la célebre cantante se refirió al estado de salud de su madre, lo que la conmovió y lloró en cámara.
Con mucha valentía, la participante del Cantando 2020 tomó la palabra en la mesa, que compartió con Nicole Neumann, Campi y Jey Mammon, para hablar de su mamá. “La tengo enfermita. Mi mamá está estable, gracias a Dios, y cuidándome obsesivamente con todo. Mi mamá tiene una internación domiciliaria hace dos años, tiene EPOC, nunca en su vida fumó, jamás tocó un cigarrillo. Imaginate el miedo que pasé en los primeros meses, después ya empezó como con una demencia y ahora está con Alzheimer”, develó.
En cuanto las lágrimas se posaron en sus pupilas, y recorrieron su rostro, Gladys siguió con la descripción de la salud de su progenitora: “Yo hablo de mi mamá y se me cambia la vida primero que la extraño porque yo bajo y está ahí y ahora hace un montón que no la veo, pero sé que está en buenas manos y ahora la extraño un montón a ella. Bien cuidada está, gracias a Dios, pero yo la verdad que la extraño muchísimo porque aunque ella está en su cama, no se mueve de ahí”.
Con mucho amor en su mirada, la autora de La pollera amarilla relató: “Aprovecho tu programa para mandarle un beso enorme y decirle que la amo, y a las chicas que la cuidan gracias por ese amor. Yo vivo por ellos, por mi madre y por mi hijo, es por ellos que respiro, nada más”.
En cuanto al contacto de estos días, en los que la rubia vive en Ramos Mejía, La Bomba sostuvo: “Siempre estamos haciendo videollamadas y las enfermeras me la muestran, me la ponen bonita. Tarda un buen rato hasta que se da cuenta que soy yo, yo le hablo, mamita, te extraño, soy yo Gladys, me conoce y ella tarda un rato hasta que me responde. Le doy gracias a Dios porque la tengo todavía, está ahí, bien cuidadita, es una enfermedad degenerativa, que va avanzando, pero no hablemos más de estas cosas”.