Silvina Luna
La inesperada muerte de sus padres, y una larga y dolorosa agonía: las tragedias que marcaron a la familia de Silvina Luna
Ezequiel, de 38 años, estuvo al lado suyo hasta el último dia. La actriz falleció el 31 de agosto, a los 43 años. En 2008 habían sufrido la pérdida de su papá y su mamá, en menos de un año
Ezequiel llora. Ezequiel volvió a sufrir una pérdida irrecuperable. Ezequiel debió tomar quizás la decisión más difícil de su vida. Y debió hacerlo porque era el único familiar que podía. El único directo que le quedaba a Silvina Luna.
Ezequiel era su hermano, era su bastión, su contención, el primero que levantó la mano y quiso donarle su riñón cuando supieron que Silvina necesitaba un trasplante, el que la acompañó en esta internación, en todas las anteriores, y en cada una de las consultas médicas. Y fue a quien los profesionales de la salud, los que veían que la modelo ya no respondía a ninguna medicación o tratamiento, le fueron planteando la posibilidad de que la dejara ir. Hasta que finalmente lo decidió: quiso que su hermana dejara de sufrir y partiera en paz a reencontrarse con su padres.
Ezequiel se quedó solo, sin sus padres y su hermana. Perdió a su familia en 15 años. Pero no está solo. Tiene muchísimos amigos que lo acompañan y están con él desde siempre, y más ahora.
Silvina y Ezequiel perdieron a sus padres en 2008 con apenas unos meses de diferencia. Sergio el Negro Luna tenía 50 años y le faltaba poco para jubilarse después de 30 años trabajando en Gas del Estado, cuando murió aquel 10 de marzo de manera súbita.
“Casi como lo había anticipado, porque siempre decía que moriría joven... Por eso hay que estar tan atentos al poder de la palabra”, dijo la actriz en una entrevista íntima con Teleshow en septiembre del año pasado. Allí, repasó su infancia, la relación con sus padres que con el tiempo se terminaron separando, sus inicios en los medios tras su aparición en Gran Hermano y la situación delicada de salud con la que vivió los últimos años: una mala praxis causada por Aníbal Lotocki, quien le inyectó biopolímeros en sus glúteos en una operación estética que le generó hipercalcemia e insuficiencia renal.
Su madre, Roxana Chera murió poco tiempo después: el 19 de agosto de ese mismo año. “Se fue detrás de él”, remarcó Silvina en la misma entrevista. “Era hipocondríaca y había comenzado a manifestar reacciones en su cuerpo. Pero como estábamos atravesando el duelo, mi hermano y yo creímos que somatizaba tanta tristeza”, recordó la actriz que era era figura de una obra teatral en Buenos Aires cuando internaron a Roxana en Rosario. Por ese entonces, ella iba y venía pensando que todo estaba controlado.
“Nunca entendimos que estaba muriendo. Realmente fue un golpe inesperado”, agregó quien viajó de urgencia para despedir a su madre. Y se lamentó no haber podido estar a su lado en sus últimas horas de vida. “Me costó algún tiempo trabajar esa culpa”, se sinceró.
“Después de esa primera vez que estuvo en peligro, mamá decía que fue por sus hijos que había encontrado voluntad para seguir viviendo. Pero mi hermano y yo ya teníamos nuestras vidas encaminadas y tras la partida de mi viejo, ella había perdido toda motivación. Y se dejó morir. El amor por él era demasiado grande. Habían estado juntos desde los 15 años, y más allá de que cada uno de ellos tuviera sus parejas, sabíamos pasar tiempo juntos, los cuatro, en paz, riéndonos como adolescentes”, contó Silvina.
Aquel 2008, Silvina y Ezequiel enfrentaron juntos la muerte de sus padres. Los hermanos siempre fueron unidos, y ese dolor los acercó aún más. Ella era cinco años mayor, y el tiempo hizo que él fuera quien la terminara cuidando hasta el último de sus días. Se mudó de Rosario a Capital Federal cuando su hermana comenzó con los problemas de salud: es que quería estar cerca en cada nueva hospitalización.
Ezequiel readaptó su vida buscando estar al lado de Silvina en todo momento. Lo decidió luego de una larga internación que transitó la modelo en 2022 y en la que él no pudo estar a su lado ya que se encontraba en el exterior. Cuando regresó a la Argentina, y su hermana comenzó las sesiones de diálisis, el joven de 38 años -manager de DJs y experto en Bitcoins- se instaló en Buenos Aires para estar a su lado.
“Con mi hermano somos súper cercanos, súper amigos y compañeros. Siempre fuimos muy unidos. Yo tuve mucha protección sobre él desde muy chico y, obviamente, cuando pasó lo que pasó se vino a vivir acá y estamos todo el día hablando y nos vemos casi todos los días”, le contaba tiempo atrás a Andy Kusnetzoff durante una visita a PH Podemos Hablar.
Hoy Ezequiel llora a Silvina, y recuerda más que nunca al Negro y a Roxana. Piensa en ellos, en su reencuentro. Y se refugia en los suyos, los que siempre estuvieron y están a su lado y que ahora tienen la difícil tarea de ayudarlo a salir adelante. A empujarlo a mantenerse en pie. Por su hermana y por sus padres, a quienes llevará en su corazón para siempre.Fuente:teleshow,