Murió ex participante de Bake Off que padecía coronavirus: tenía 31 años
En las últimas horas se había agravado el cuadro de salud de Agustina Fontenla, que estaba internada en terapia intensiva en Viedma. La joven pastelera padecía de una alergia previa que le causaba problemas respiratorios.
Tras agravarse su cuadro por coronavirus, murió este jueves Agustina Fontenla, ex participante de Bake Off. Tenía 31 años y vivía en la ciudad de Viedma.
El estado de salud de la joven estaba muy delicado ya que se encontraba en terapia intensiva en una clínica de Río Negro y en las últimas horas había tenido que ser intubada.
Según trascendió, la joven pastelera padecía de una alergia previa que le causaba problemas respiratorios.
La familia emitió un comunicado que se difundió esta mañana a través de la empresa encargada del sepelio: "Agustina Soledad Fontenla falleció en Viedma a los 31 años. Su familia participa del fallecimiento y comunica que sus restos serán trasladados a Parque de Paz para su cremación".
En las redes sociales, Agustina Guz, una de sus compañeras de reality, lamentó su partida: "Que descanses en paz, Agus. Que tu magia queda en cada persona que tuvo la dicha de conocerte. Hermosa persona como pocas".
El año pasado el nombre de Agustina Fontenla se hizo conocido en los medios por su participación en Bake Off. No sólo porque fue una de las finalistas del certamen de pastelería, sino porque su historia fue una de las más atrapantes para la audiencia.
Sobre todo cuando la joven de 31 años contó que su profesión era abogada, pero que se inscribió en el reality emitido por Telefe, porque la cocina era su verdadera pasión.
Así fue como se ganó el cariño del público, de sus propios compañeros y de los miembros del jurado: Christophe Krywonis, Damián Betular y Pamela Villar, quienes semana tras semana destacaban su crecimiento y, sobre todo, su dedicación.
"Mucha gente cuando me ve piensa que soy una abogada que cuando está aburrida hace pastelería, que es un hobby. La verdad que no. Los últimos finales de la carrera me la pasé llorando porque yo quería cocinar", manifestó durante el certamen, sorprendiendo a todos.
"Entendía todo el esfuerzo de mi familia para mandarme a estudiar y no era tiempo de cambiar. Todo el mundo me decía que cuando empiece a trabajar, se me iba a pasar. Nunca se me pasó", reconoció, convencida que lo suyo no estaba en los tribunales, sino en la cocina.
A tal punto llega su pasión por la pastelería que abrió su propio taller, al que llamó Arte y azúcar, donde realizaba postres y otras exquisiteces, además de decorar tortas. Vivía en San Antonio Oeste, provincia de Río Negro, con su familia, su pareja Nicolás y sus perros.